Aplicar quimioterapia para reducir los tumores de hígado o “cocinarlos” con ondas de radiofrecuencia, son parte de los nuevos tratamientos disponibles para los enfermos con cáncer hepático.
Un grupo de cirujanos costarricenses está utilizando varias técnicas quirúrgicas nuevas en el país para eliminar estos tumores y aumentar la sobrevida de los enfermos.
El equipo es coordinado por la cirujana María Amalia Matamoros, quien a su vez dirige el Programa Nacional de Trasplantes de Hígado, de la Caja.
Esas técnicas funcionan para aquellos casos en los cuales el tumor es pequeño y está localizado en una sola zona del hígado.
Al paciente con el tumor diseminado en otras partes del hígado también se le está ofreciendo la oportunidad de un trasplante.
Para la aplicación de estas nuevas alternativas terapéuticas, el Programa ha contado con apoyo de especialistas en cardiología y oncología del hospital San Juan de Dios.
Alternativas. Una de esas técnicas se llama quimioembolización y consiste en inyectar al tumor quimioterapia y una sustancia llamada Lipidol para reducir su tamaño.
Entre los planes para el 2007, está la aplicación de ondas de radiofrecuencia al tumor. Con estas ondas, el tejido anormal prácticamente se “cocina”.
Tanto la quimioembolización como el uso de la radiofrecuencia, son técnicas que se pueden usar de forma separada o en tratamientos conjuntos, según el caso de cada paciente.
Son el paso previo a la eliminación mediante cirugía del área del hígado en donde se haya localizado el cáncer.
Por eso, es básico que el tumor no se haya diseminado a otros lóbulos del hígado y sea relativamente pequeño.
El uso de estas técnicas se inició en el segundo semestre de este año. A la fecha, un total de 12 pacientes ha resultado beneficiado con estos tratamientos.
Oportunidad. La cirujana Matamoros explicó que hay muchas posibilidades de curación para aquellas personas con un tumor pequeño (de menos de 3 centímetros), ubicado en un solo lado del hígado.
El cáncer de hígado está entre los primeros tres tipos de cáncer que matan a los costarricenses.
Al año, el número total de muertes por cáncer es de 3.000.
“Se habla del 80% de sobrevida a los cinco años (cuando el diagnóstico y el tratamiento es temprano). Este es un porcentaje alto de éxito si se considera que muchos de estos enfermos están en edad productiva, son padres de familia y tienen planes de vida”, dijo Matamoros.
La quimioembolización y la radiofrecuencia se aplica en muchos hospitales de países desarrollados desde hace muchos años. En el país, dijo Matamoros, no se hace sino hasta ahora.
“Tenemos que empezar a cambiar la mentalidad de que el paciente con cáncer hepático es un paciente muerto”, agregó Matamoros.
Este Programa trabaja con la comisión de gastroenterología y trasplantes para definir normas que faciliten el diagnóstico y la referencia de estos pacientes.