La comida de ventas callejeras contiene alta contaminación fecal lo cual demuestra que hay un mal aseo de las manos, utensilios e insumos usados por los vendedores para la preparación y venta de sus alimentos.
Así lo demostró un estudio del Laboratorio de Microbiología de Alimentos de la Universidad de Costa Rica (UCR), contratado por La Nación .
Siete de los doce alimentos analizados por este laboratorio contenían materia fecal (un 58% de la muestra procesada).
Las comidas fueron recogidas este miércoles 17 de junio por un técnico del laboratorio en nueve ventas ambulantes y tramos de Zapote, Desamparados, parque La Sabana y San José centro.
Los residuos de heces estuvieron presentes en una tajada de papaya pelada que se adquirió, empacada en una bolsa, en uno de los dos tramos ubicados frente al Registro Nacional, en Zapote.
También, frente al Registro, resultaron contaminados dos jugos de naranja exprimidos por sus vendedores, en el sitio, con una máquina manual.
De igual forma, un helado de sorbetera, adquirido frente a la Clínica Marcial Fallas de Desamparados arrojó gran cantidad de coliformes fecales.
Mozote con bacterias. En el sector norte de La Sabana, un chinamo que ofrece mozote reportó contaminación en un vaso de esta hierba, preparado en el sitio.
Finalmente, los análisis de un arroz con leche y un jugo de caña salieron también con números en rojo en los análisis.
Estas dos comidas fueron compradas a vendedores ambulantes en las inmediaciones del mercado Borbón, en San José centro.
El laboratorio comprobó la contaminación por heces porque halló altos niveles de la bacteria Esterichia coli en siete de las doce comidas procesadas.
“La presencia de Esterichia coli es un marcador fidedigno de que hay contaminación fecal porque esta bacteria habita en el intestino de los animales y seres humanos (especies de sangre caliente), y sale al exterior a través de las heces”, dijo María Laura Arias, jefa del laboratorio de la UCR.
Sobre los riesgos al consumir estos productos, Arias indicó que hay cepas de esta bacteria capaces de causar vómito, diarrea y fiebre.
Agregó que cuando un alimento contiene Esterichia coli hay más probabilidad de que existan otras bacterias en las comidas, como Salmonella o Shigella .
Bien libradas. Los estudios no hallaron contaminación en cinco comidas de las doce analizadas.
Se trata de tajadas de manga cele, de los chinamos frente al Registro Nacional; un queso de un tramo del Mercado Central de San José; una empanada de pollo del puesto de mozote de La Sabana; y una hamburguesa de la soda Dominicana, ubicada frente a la rotonda de las Garantías Sociales.
Tampoco salió contaminado un granizado de un tramo del parque de Desamparados, sin embargo, sí salieron alteradas pruebas que evidencian fatal de aseo en el puesto.
Consultados sobre los hallazgos, los dueños de los tramos donde se reportó la contaminación señalaron que carecen de permisos sanitarios, pero otros dijeron estar “a regla con los permisos”.
“Nos dieron (la Municipalidad de San José) unos días de tolerancia para seguir acá, pero tenemos que reubicarnos, todo se prepara acá muy aseado”, dijo Franklin Rojas.
Por su parte, Carlos Quintanilla, dueño del puesto de mozote, sostuvo que tiene permisos.
“Vea, yo tengo agua de AyA, cloro, y curso de manejo de alimentos del INA”, afirmó el vendedor.
La legislación establece que un local debe contar con permiso de Ministerio de Salud para preparar y vender comidas en lugares acondicionados con baños sanitarios y agua, entre otros requisitos.
Además, estos sitios deben obtener una patente municipal, y los vendedores necesitan aprobar un curso de manejo de alimentos.
Al respecto, la alcaldesa de San José, Maureen Clarke, dijo que los consumidores “no puede esperar calidad si compran en ventas de la calle que son ilegales”.
“Realizamos inspecciones constantes, y decomisamos estos productos”, afirmó Clarke sobre las acciones de control.