Las erupciones del Volcán Poás, persistentes desde el 23 de marzo pasado, obligaron a cerrar el Parque Nacional por tiempo indefinido para proteger a los funcionarios y a los visitantes. Precisamente, las constantes emanaciones de gases y cenizas que podrían afectar la salud de los vecinos y de quienes habitan en sitios aledaños obligaron al Ministerio de Salud a enviar recomendaciones.
El martes pasado, Geoffroy Avard, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) explicó que el coloso, ubicado a 2.687 metros sobre el nivel del mar, sigue muy activo. “La señal sísmica cambió un poquito. Antes teníamos dos señales acústicas superpuestas: un tremor continuo y explosiones. Ahorita tenemos más fragmentación, hay tremores, pero menos frecuentes, y se mantienen las explosiones”, explicó.
Este jueves, el Ovsicori actualizó la situación y advirtió que persisten las erupciones freáticas (de vapor y agua a altas temperaturas) y una constante emanación de ceniza. Además, se estimó que el Poás lanza hasta 600 toneladas de dióxido de azufre, cuyo característico olor es perceptible en comunidades como Grecia, Chilamate, Alajuela, Carrillos de Poás y San Isidro de Alajuela.
El dióxido de azufre (SO2) es un gas sin color, pero con un olor muy fuerte e irritante que se libera por combustión de combustibles fósiles y por las erupciones volcánicas. Es fácilmente identificable entre la población porque huele a huevo podrido.
Por su parte, la ceniza es abrasiva y por eso puede afectar la salud de personas y animales y quemar cultivos.
Por estas condiciones, el Ministerio de Salud pidió a la población cercana estar atenta a síntomas como congestión nasal, tos, dificultad para respirar, dolor o irritación de garganta, enrojecimiento, ardor de ojos o conjuntivitis, irritación o picazón en la piel y algún tipo de afección gástrica.
De presentar estos síntomas, la recomendación es visitar un centro médico.
También es recomendable no exponerse a la ceniza o los gases de forma innecesaria. Sin embargo, si usted vive o trabaja en una zona afectada por ceniza, protéjase con mascarilla quirúrgica o cubrebocas. Si no tuviera, una mascarilla de tela humedecida puede funcionar temporalmente.
Además, cierre ventanas y puertas, coloque paños húmedos en los umbrales de las puertas y entradas de aire y antes de limpiar humedezca las cenizas. Esto reducirá el polvo.
Ante el cierre indefinido del Parque Nacional, los turistas que ya habían comprado su boleto deberán reprogramar su visita o solicitar el reembolso de su dinero. Para ello deben enviar su solicitud al correo electrónico poas.info@sinac.go.cr.
Colaboró en esta información Vanessa Loaiza.