El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) deberá comenzar desde cero el proceso de licitación para contratar el fideicomiso que se encargue de administrar los peajes de Río Segundo y Naranjo, sobre la ruta 1, pues el trámite iniciado en agosto pasado no prosperó.
De acuerdo con el expediente del procedimiento 2024LY-000003-0006000001, registrado en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), la licitación para contratar el “Fideicomiso Público de Administración de Flujo de Efectivo del Corredor Vial San José-San Ramón y sus Radiales” se declaró infructuosa el 14 de octubre, debido a que no se presentaron interesados.
El cartel de esa licitación tenía como objetivo principal “resguardar los recursos provenientes del anterior fideicomiso” y garantizar condiciones óptimas para los usuarios de la ruta, la más importante del país. Es decir, la entidad bancaria contratada se encargaría de manejar los ingresos de ambas estaciones de peaje, así como de los gastos administrativos y operativos, además del mantenimiento y mejoras de las estaciones.
Asimismo, se estipulaba que el nuevo operador del fideicomiso recibiría ¢30 millones mensuales en honorarios, destinados a 11 funcionarios encargados de administrar los fondos provenientes de los peajes y otros recursos asignados al proyecto. La contratación sería por dos años, con un presupuesto total de ¢720 millones.
Este nuevo fideicomiso es necesario debido a que el gobierno decidió romper el contrato con el Fideicomiso del Banco de Costa Rica (BCR), que hasta ahora gestionaba los peajes y también se encargaba de la estructuración del proyecto de ampliación de la carretera entre San José y San Ramón.
Inicialmente, el cronograma establecido en el Acuerdo de Terminación Anticipada con el BCR indicaba que el 30 de junio concluirían las “actividades relacionadas con la gestión técnica, administrativa y financiera, así como los contratos vinculados a estas labores”. No obstante, las acciones no se cumplieron en ese plazo por lo que el Conavi aprobó una prórroga hasta el 31 de octubre para la entrega de los contratos de operación y mantenimiento de los peajes, con el fin de avanzar en la licitación del nuevo administrador.
Entretanto, en el cronograma de la licitación se fijaba abril de 2025 como fecha prevista para formalizar el nuevo contrato, pero aparentemente tampoco estará listo para este mes.
Tras el fallido proceso, Conavi deberá volver a presentar el cartel y gestionar la recepción y revisión de ofertas para su eventual adjudicación.
La Nación envió consultas a la Unidad Ejecutora del proyecto San José-San Ramón pero se está a la espera de respuestas.
Peajes volverían a tarifas de hace 22 años
Mientras tanto, el Conavi presentó ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) una solicitud de aumento en todas las tarifas de los peajes que administra, incluidos los de la ruta 1 o carretera Interamericana Norte.
Esta medida responde a que según el intendente de Transportes, Paolo Varela, la estructura tarifaria vigente solo se puede mantener hasta el 31 de diciembre, fecha en que concluye el contrato con el BCR.
“Si para ese momento no existe un nuevo esquema de fideicomiso o alguno similar, o la aplicación de la metodología tarifaria de la Aresep para los peajes administrados por el Conavi, el 1.° de enero de 2025 se deberá regresar a las tarifas que datan de 2002 para los peajes”, explicó el funcionario.
De acuerdo con la Aresep, la solicitud planteada por el Conavi se encuentra en estudio, con una audiencia programada para el próximo 11 de noviembre.
En caso de que se vuelvan a aplicar las tarifas de 2002, los montos recaudados disminuirían entre un 70% y un 84% en Río Segundo, y hasta un 91% en Naranjo, en relación con los precios vigentes en este momento para diferentes tipos de vehículos.
Actualmente, el peaje de la General Cañas registra un tránsito mensual promedio de 621.500 vehículos, mientras que la Bernardo Soto tiene un flujo de 309.900. Estos peajes generan ingresos de ¢226 millones mensuales en la estación de Río Segundo y ¢286 millones en Naranjo. Con las tarifas de 2002, los ingresos bajarían a ¢55,3 millones y ¢62,8 millones, respectivamente, lo que representaría una reducción total de ¢394,3 millones en comparación con los ingresos actuales.
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En la solicitud presentada por el Conavi, en el peaje de la General Cañas se propone aumentar las tarifas para automóviles de ¢275 a ¢340 (un incremento de ¢65) y para motocicletas de ¢275 a ¢335 (un aumento de ¢60. En la autopista Bernardo Soto (Naranjo), los vehículos livianos verían una reducción de ¢125, bajando de ¢550 a ¢425.