El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) iniciará la sustitución de las losas de concreto más deterioradas del tramo Cañas-Liberia en la Interamericana Norte, mediante el nuevo sistema de niveles de servicio.
La labor forma parte de la llamada “puesta a punto”, necesaria para empezar con este modelo, que consiste en contratar empresas para conservar rutas o trayectos específicos, dentro de estándares de calidad previamente establecidos, en lugar de pagar por cantidades o actividades realizadas.
En esta primera etapa, la empresa Pedregal deberá realizar todas las labores necesarias, para que la vía llegue a un nivel de servicio óptimo y a partir de ello ejecutar las labores para mantenerla dentro de esos niveles.
De acuerdo con la información del Consejo Nacional de Vialidad, como parte de esas actividades se inició la demolición de 20 losas, que serán sustituídas por concreto nuevo. Esas obras quedarían finalizadas el próximo lunes y se prevé que para el martes ya se pueda circular sin regulaciones en el tránsito. Además, se realizaron otros trabajos como limpieza de alcantarillas y cunetas, chapea y descuaje de árboles.
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El contrato a cargo de Pedregal contempla un año y medio para las citadas labores de puesta a punto, donde también se incluye el sellado de las juntas que unen las losas, así como la remoción de barreras defectuosas, señalización y la demolición de más losas deterioradas. Los siguientes dos años y medio serán para el mantenimiento de las condiciones mencionadas, mediante actividades como chapea, pintura y limpieza general.
Los trabajos en ese período representan una inversión de ¢8.357 millones y la empresa recibirá los pagos siempre que la vía se mantenga dentro de los estándares fijados en el contrato.
De acuerdo con la contratación, para esto se fijaron indicadores de mantenimiento para cada uno de los elementos del proyecto (calzada, espaldones, drenajes, seguridad vial y derecho de vía) en los diferentes tramos de la carretera.
Esos indicadores se denominan estándares y, al integrarse dentro de un mismo tramo del contrato, conforman un índice de servicio. Durante el periodo de conservación, la Administración llevará a cabo evaluaciones mensuales. Si el índice de servicio es igual o inferior al 70%, no se desembolsará el monto correspondiente a la estimación mensual. Asimismo, se establece que la empresa debe atender los deterioros dentro de los plazos fijados; de lo contrario, se aplicarán sanciones.
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El modelo de conservación basado en niveles de servicio ha sido señalado desde hace varios años como el esquema óptimo para atender la red vial del país, según la Contraloría General de la República, el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), y otros organismos técnicos.
Esos entes han advertido, además, que el esquema de pago por precios unitarios (utilizado en la conservación de las rutas nacionales en todo el país) no genera incentivos para que los contratistas trabajen con eficiencia en la ejecución de las obras y puede generar sobrecostos.

Desde su inauguración en 2016, el tramo Cañas–Liberia ha recibido apenas labores mínimas de mantenimiento rutinario. Incluso el Lanamme señaló en distintos informes el deterioro prematuro de componentes como las losas de concreto.
Este proyecto representó una inversión superior a los $200 millones y forma parte del Programa de Infraestructura del Transporte (PIT), financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. A través de este mismo programa, también se ejecutó la ampliación del tramo Limonal–Cañas.