La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado costarricense, por primera vez en la historia, por violar la libertad de expresión del periodista de La Nación, Mauricio Herrera Ulloa.
En una resolución del 2 de julio, notificada ayer, la Corte obligó al Estado a que anule, en todos sus extremos, una sentencia judicial que había encontrado culpable a Herrera de cuatro delitos de publicación de ofensas en la modalidad de difamación.
La Corte también condenó al sistema judicial costarricense por violar el debido proceso durante el juicio contra Herrera y obligó al Estado a que, “en un plazo razonable”, modifique la legislación nacional para que esta garantice una segunda instancia eficaz de revisión de las decisiones judiciales.
La sentencia fue dictada, de forma unánime, por seis jueces internacionales y el juez ad hoc costarricense Marco Antonio Mata. El fallo concedió una indemnización de $20.000 a favor del periodista por los daños “inmateriales” causados en su contra y otorgó al Estado un plazo de seis meses para que pague ese monto.
La principal violación contra la libertad de expresión de Herrera, según la Corte, es que se le exigiera demostrar la veracidad de los hechos publicados por diarios europeos que el periodista reprodujo en sus reportajes.
“El efecto de esta exigencia resultante de la sentencia conlleva una restricción incompatible con el artículo 13 de la Convención Americana, toda vez que produce un efecto disuasivo, atemorizador e inhibidor sobre todos los que ejercen la profesión de periodista, lo que, a su vez, impide el debate público sobre temas de interés de la sociedad”, concluyeron los jueces.
En la resolución, que es de acatamiento obligatorio para el país, la Corte advirtió que supervisará el cumplimiento de la sentencia y que solo la dará por concluida cuando “el Estado haya dado cabal aplicación a lo dispuesto”.
El proceso ante la Corte Interamericana lo inició La Nación en febrero del 2002.
Además del abogado de este diario, Fernando Guier, litigaron los juristas venezolanos Pedro Nikken y Carlos Ayala, especialistas en derechos humanos.
Nueve años
Tras conocer la sentencia que le favoreció, el periodista Mauricio Herrera, miembro de la unidad de investigación del diario, destacó que la sentencia beneficia a todos los costarricenses y no solo a un periodista, a un medio de comunicación o a un gremio profesional.
“Este fallo es trascendental para fortalecer la construcción de una cultura de rendición de cuentas y de transparencia en la función pública, que al final repercute en un fortalecimiento de la democracia costarricense”.
El periodista de La Nación fue condenado penalmente el 12 de noviembre de 1999.
El proceso se originó luego de cuatro publicaciones de Herrera, de mayo y diciembre de 1995, en las que reprodujo denuncias publicadas por diarios belgas que cuestionaban al entonces embajador de Costa Rica ante la Comisión Internacional de Energía Atómica, el ciudadano de origen polaco, Félix Przedborski.
Francisco Castillo, representante legal de Przedborski, envió ayer un comunicado en el que analizó las consecuencias del fallo de la Corte. “La entropía que causa la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en nuestro sistema judicial es inconmesurable”, concluyó.
Beneficio para todos
La sentencia generó sentimientos de satisfacción, vergüenza y respeto en los directores de medios, diputados y representantes del Estado. Todos coincidieron en que dicho fallo marca un hito en la historia del país.
Alejandro Urbina, director de este diario, consideró el fallo de la Corte como un extraordinario respaldo al periodismo nacional responsable. “Con esta resolución podremos cumplir mejor nuestro propósito fundamental de proveerle a los ciudadanos la información que requieren para ser libres y autogobernarse”.
Fernando Guier, abogado de La Nación , declaró: “Estoy muy complacido por el triunfo no solo de Mauricio Herrera, después de casi diez años de lucha, sino de todos los periodistas de este país, de todos los informadores y de todos los ciudadanos. No hay vencidos, es una victoria de todos”.
Eduardo Ulibarri, exdirector de La Nación, manifestó que la sentencia da un impulso muy importante al periodismo indagador, independiente y de investigación.
Dijo que el fallo envía un mensaje a “todos aquellos que, de una forma directa o indirecta, privilegiaron el ocultamiento, el tráfico de influencias, las amistades o el financiamiento de campañas políticas por sobre la existencia de un verdadero clima de libertad de expresión en el país”.
El jefe de redacción de La Nación, Armando González, manifestó que la sentencia es un llamado urgente a la Asamblea Legislativa para que perfeccione y apruebe las reformas a las leyes restrictivas de la libertad de expresión.
“Debemos celebrar el avance democrático que nos impone la Corte Interamericana, aunque habríamos preferido no llegar a esto para obtenerlo”, dijo González.