Para muchos, un tornado es solo cosa de películas. Pero para decenas de costarricenses es la causa de haber quedado sin techo y para los meteorólogos es un fenómeno que se podría repetir en cualquier momento.
Las condiciones climáticas que causaron el tornado de anteayer en Cartago permanecerán durante varias semanas más, por lo que expertos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) no descartan que ocurran más fenómenos, en cualquier sitio del país.
Aunque la meteoróloga Marta Pereira insistió en que este año no presenta factores atmosféricos especiales, sí advirtió que la intensidad de las lluvias, los calores y otros elementos propios de la época generan un espacio propicio para los tornados.
Prueba de ello fueron los dos tornados de ayer (Cartago y Zapote) y el acontecido el pasado 23 de mayo al anochecer, en el sector de Paso Ancho, en San José.
Al ahondar en por qué existen condiciones para la existencia de más fenómenos, Pereira mencionó la mayor estabilidad en la atmósfera; es decir, mayores contrastes entre masas de aire caliente y frío.
Esto ocurre actualmente por las altas temperaturas matutinas que provocan evaporación, la cual contrasta con otras masas de aire frío, explicó.
Sobre los sectores más propensos, Pereira negó que existan datos certeros pues insistió en calificar los tornados como "esporádicos", en el país.
Un ejemplo es el del lunes pasado, cuando poco más de 34 casas quedaron destechadas en Cartago, un sitio donde la humedad uno de los factores propicios para un tornado no es tan densa como se supone necesita el fenómeno.
Incluso, Cartago es la segunda provincia más afectada por tornados entre 1948 y 1998, con nueve, según datos del IMN. La primera es San José, con 20 en ese lapso.
Lídier Esquivel, director de gestión en desastres, de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), explicó que los tornados que ocurren en la ciudad son más dañinos, por la mayor cantidad de viviendas y su aglomeración.
De sorpresa
Tanto por la explicación científica como por la preparación de los ciudadanos frente a los tornados, las autoridades estimaron muy difícil la prevención.
Esquivel consideró que el problema es que aparecen en cualquier lugar y tan rápido como desaparecen.
Además, dijo, no son tan frecuentes en el país y la preparación institucional y de cada familia no es la óptima.
El experto destacó el inadecuado diseño de las viviendas, cuyas principales prevenciones se centran en el tema de sismos y no prevén la fuerza de los vientos que pueden llegar hasta a arrancar los techos.
Por tanto, recomendó a los propietarios revisar el anclaje de la armazón superior de las casas.
Esquivel recordó el estado de varias casas en Santa Lucía de Heredia, donde en 1998 ocurrió el tornado más dañino que se tiene registrado en el país.
Allí, un total de 180 viviendas, donde vivían unas 600 personas, quedaron a la intemperie.