Las presas de las horas pico provocan que los conductores tarden hasta siete minutos en recorrer solo 100 metros. Esa es la realidad en las rutas con más congestionamiento de cantones como Orotina, Grecia, Belén y Santa Ana.
Así se desprende del Índice de Competitividad Nacional, el cual evaluó la conectividad vial en 82 cantones. Para ello, se basó en tres indicadores: el tiempo que se pierde en las presas; los cantones con mayor cantidad de calles colapsadas y la intensidad de esos congestionamientos según el número de reportes de los usuarios a través de la plataforma Waze.
En el caso de Orotina, cantón de Alajuela por donde pasa la ruta 27 (San José-Caldera), se ubicó en la última posición del ranquin de acuerdo con el indicador que mide el tiempo perdido en presas. En esa zona hay vías en las se recorre esa distancia en un promedio de 7,5 minutos. En los otros tres cantones (Grecia, Belén y Santa Ana) la distancia se recorre hasta en seis minutos.
Al valorar los cantones con mayor porcentaje de calles colapsadas, Flores, San José y Tibás ocupan el primer lugar, con el 91% de rutas congestionadas. Les siguen San Pablo y Goicoechea, cuyos niveles de saturación alcanzan entre el 87% y el 84%, respectivamente.
Andrés Fernández, economista e investigador del Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC), explicó que el indicador relacionado con las carreteras congestionadas analiza el porcentaje de tramos segmentados que presentan atascos, según los datos recopilados por la aplicación Waze. Esta medición incluye tanto las vías internas de los cantones como las rutas nacionales que los atraviesan.
El segundo indicador mide la cantidad de reportes emitidos por conductores en los mismos tramos segmentados. Por ejemplo, en el cantón de Flores, Heredia, se registraron hasta 376 reportes en una sola sección de carretera, mientras que en San Pablo, en la misma provincia, hubo 292 y en San José, 252.
Fernández detalló que el tercer indicador busca depurar los dos anteriores al evaluar los tiempos de desplazamiento para determinar cómo afectan a los usuarios. Este análisis permite comprender de manera más precisa el impacto de la congestión vial.
El economista señaló que casos como el de Orotina, donde se reporta el mayor tiempo de demora a pesar de estar fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), podrían estar directamente relacionados con la afectación de rutas clave como la 27, que sufre congestionamientos significativos. Como ejemplo, Fernández mencionó que en ese cantón se reportaron esperas de hasta 10 minutos a inicios de año, un período marcado por el aumento del flujo vehicular debido a las vacaciones. Por allí transitan las exportaciones e importaciones que se manejan por el puerto de Caldera, así como el transporte de carga y turistas hacia las zonas norte y sur.
El documento enfatiza que contar con buenas carreteras es una condición necesaria pero insuficiente para garantizar la fluidez del tránsito.
Por ejemplo, cantones como Tibás, Belén, Osa, Flores, San Pablo, Curridabat y Dota figuran entre los que tienen mayor porcentaje de red vial en buen estado, pero se ubican en los últimos lugares en cuanto a conectividad.
En el caso de Belén, el informe subraya que es el cantón más competitivo del país, líder en exportaciones de bienes por persona, y que ocupa el cuarto lugar con menor tiempo promedio de traslado al aeropuerto Juan Santamaría (22 minutos desde su cabecera).
Sin embargo, pese a que el 82% de sus carreteras están en buen estado, Belén registra uno de los mayores atrasos promedio en carretera: 5,9 minutos por cada 100 metros. Además, es de los cantones con mayor porcentaje de segmentos viales con atascos (77%) y una alta intensidad de reportes de presas en Waze (202 en promedio por cada 100 metros).
En el otro extremo, cantones como Turrubares, San Mateo y San Ramón muestran mejor conectividad pese a contar con un menor porcentaje de carreteras en buen estado. Por su parte, Santa Bárbara y San Rafael de Heredia destacan por tener tanto un alto porcentaje de vías en buen estado como una excelente conectividad vial.
Aumentó la congestión vial
El Programa Estado de la Nación también analizó el comportamiento de la congestión vial durante el último año, especialmente en la Gran Área Metropolitana.
Según el documento, tras superar las restricciones de movilidad y el auge del teletrabajo durante la pandemia, los niveles de congestión vial en 2021 y 2022 fueron similares a los de 2019. Sin embargo, entre 2023 y 2024, se registró “un aumento considerable” en comparación con la época “prepandémica”.
El informe detalla que en 2023 la congestión vial creció un 16%, y para agosto de 2024 la saturación de las vías era un 31% mayor respecto a 2019. Las provincias más afectadas son San José y Alajuela, particularmente en sus cantones centrales.
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Expertos consultados por este diario consideraron que pese a la puesta en operación de importantes obras como la última etapa de la Circunvalación norte, el puente sobre el río Virilla en la ruta 32, el túnel de La Galera y la rotonda de Hacienda Vieja en Curridabat, estas resultan insuficientes debido a que en algunos casos se pusieron en operación sin haberse completado al 100% o fueron diseñadas con base en estudios desactualizados por lo que tras años de atraso ya no atienden a los flujos actuales de tránsito.
Tibás y Belén apuestan a cambios viales y nuevas obras
En Tibás y Belén, dos de los cantones con mayores dificultades de tránsito, las autoridades reconocen que el problema responde a múltiples factores. Ambos apuestan por cambios en la vialidad interna y por obras de mayor envergadura, cuya ejecución está en manos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), para aliviar el caos vial.
Alejandro Alvarado, alcalde de Tibás, aseguró que los problemas de tránsito que afectan al cantón desde hace años se deben principalmente a su ubicación estratégica. Tibás es atravesado por rutas muy transitadas, como la Circunvalación y la ruta 32, esta última con un alto flujo de vehículos pesados, además de una significativa cantidad de rutas de autobuses que cruzan el centro del cantón.
Adelantó que para el próximo año se implementará un plan de reordenamiento vial. En su primera fase, contempla establecer la circulación en un solo sentido en los principales cuadrantes del centro del cantón. En una segunda etapa, se demarcarán zonas específicas para el estacionamiento.
Por su parte, Zeneida Chaves, alcaldesa de Belén, explicó que la ubicación estratégica del cantón lo convierte en receptor de flujos vehiculares provenientes de sectores de alto tránsito, como Lindora, San Rafael de Alajuela, el aeropuerto Juan Santamaría y la autopista General Cañas.
“A pesar de las limitaciones para abordar estas dinámicas regionales, la Municipalidad de Belén ha trabajado en colaboración con el MOPT y el Consejo Nacional de Vialidad para impulsar soluciones concretas. Un avance importante es la rampa que se finalizará en diciembre, la cual conectará los sectores de Bridgestone y Corbel con la autopista General Cañas, mejorando significativamente la conectividad y reduciendo los tiempos de traslado”, dijo.
Añadió que gestionan la priorización de un proyecto vial entre la zona de Panasonic y el aeropuerto Juan Santamaría. A nivel local, buscan desarrollar una conexión entre la zona industrial de Belén y la calle frente a EPA.
Chaves también subrayó que la población flotante que labora en el cantón ronda las 26.000 personas. Por ello, la municipalidad planea fomentar el uso del tren mediante la construcción de infraestructura complementaria, como una ciclovía que conecte con el polo empresarial de La Ribera.