La Contraloría General de la República (CGR) reveló ayer lo que muchos conductores viven en carne propia todos los días: la vía entre San José y Caldera está colapsada, a poco más de tres años de estar en servicio.
Un informe del ente contralor encontró que la ruta –abierta el 27 de febrero del 2010– ya superó la capacidad de servicio en el tramo entre la Sabana y Ciudad Colón. En otros puntos, los usuarios de la vía también sufren presas.
Al presentarse los atascos vehiculares, los conductores manejan a velocidades menores, en una ruta de 76 kilómetros de longitud.
Esa carretera está diseñada para conducir a velocidades entre los 80 kilómetros por hora (kp/h) y los 100 kp/h. Sin embargo, en tramos como el ubicado entre Ciudad Colón y Pozón, la velocidad promedio de los vehículos está entre los 44 kp/h y los 57 kp/h, informó la CGR.
Según datos de las Policía de Tránsito, solo en el trayecto entre la Sabana y Ciudad Colón pasan cerca de 55.000 vehículos por día, mientras que entre Escazú y La Sabana, la cantidad supera los 95.000 carros diariamente.
La Contraloría también llamó a cuentas al Gobierno porque aún no ha recibido la obra – cuyo costo ronda los $250 millones– de manera definitiva. Lo anterior significa que, a casi cuatro años de su entrada en funcionamiento, al concesionario Autopistas del Sol aún le faltan obras por terminar.
Algunos de esos trabajos pendientes son la rampa y caseta de peaje del acceso a La Guácima (Alajuela), la rampa de acceso a Balsa de Atenas, así como las calles marginales hacia Siquiares y Turrúcares de Alajuela.
La concesionaria Autopistas del Sol no quiso referirse al tema. Manifestó, a través de su oficina de prensa, que no daría declaraciones porque desconocen el informe de la Contraloría.
Ya en diciembre del 2011, el Consejo Nacional de Concesiones (CNC) sugirió a esa concesionaria ampliar la vía debido a las presas.
Roberto Gallardo, ministro de Planificación y miembro de la Junta Directiva del CNC, dijo que tratan de acatar las recomendaciones de la Contraloría, pero urgen de más personal para hacerlo.
“Nosotros hemos estado adoptando muchas de las medidas que la Contraloría nos ha pedido, pero necesitamos un órgano fiscalizador que permita la creación de plazas para reforzar las labores de supervisión”, comentó Gallardo.
El ministro aceptó que desconocen cuáles son las obras pendientes en esa carretera, por lo que pedirán a una comisión realizar un listado con los trabajos faltantes.
Ingresos. La Contraloría también detectó problemas con los sistemas para verificar los ingresos financieros por peajes.
Roberto Gallardo salió al paso de las críticas y aseguró que hay sistemas de cámaras que permiten contar los vehículos y, con eso, verificar los ingresos que tiene la empresa.
“Hay un monto determinado de ingresos que tiene que ver con la tasa de retorno, y si se alcanza en menos de 30 años, se acaba la concesión; eso lo tenemos muy claro”, mencionó Gallardo.
El sistema que cuestiona la Contraloría para supervisar el cobro de peajes también recibió duras críticas de Juan Antillón, uno de los vecinos que integra el grupo contrario el peaje de Ciudad Colón.
“Es evidente que esa carretera no va a servir o ya esté colapsada. ¡Cómo no! Si fue diseñada hace treinta años y construida treinta años después. La ecuación es simple”, manifestó Antillón.