La Contraloría General de la República decaró sin lugar el recurso presentado contra la adjudicación del contrato para el mantenimiento del tramo de la Interamericana Norte entre Cañas y Liberia, el cual se gestionará mediante un sistema de niveles de servicio.
El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) había adjudicado ese contrato a la empresa Pedregal por ¢8.397 millones, a pesar de que esta no era la oferta más barata, debido a que el otro oferente (Consorcio-Cañas Liberia) no cumplía con todos los requisitos legales. El contrato abarca la conservación de los 50 km de concreto durante un período de tres años.
Por esa razón el consorcio presentó un recurso de apelación que mantenía el acto en suspenso. No obstante, de acuerdo a la resolución incluida el pasado 3 de julio en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), la Contraloría avaló los argumentos del Conavi, declarando sin lugar el recurso y con lo cual el acto de adjudicación a Pedregal quedó en firme.
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El Conavi indicó, ante la consulta de este diario, que previo a la formalización del contrato se deben realizar análisis del adjudicatario y de las memorias de cálculo, para luego enviar ese documento a la Contraloría para su respectivo refrendo, por lo que se estima que la orden de inicio para las tareas de conservación podría girarse en un plazo de dos a tres meses.
Esta es la primera vez que el sistema de niveles de servicio se implementará en Costa Rica. Ese mecanismo, a diferencia del sistema actual que se paga mediante precios unitarios, implica que el contratista no recibe pagos por la cantidad de materiales que emplea, o las actividades que realiza, sino por mantener la ruta en una condición previamente acordada durante la duración del contrato.
Tramo Cañas - Liberia en dos fases
En el caso de Cañas-Liberia, la ejecución del proyecto se dividirá en dos fases. Durante el primer año, la empresa deberá llevar a cabo la “puesta a punto,” que consiste en realizar todas las labores necesarias para alcanzar el nivel de servicio deseado. Una vez lograda esta condición óptima, durante los siguientes tres años, la empresa deberá mantener la vía dentro de los parámetros de servicio establecidos.
Los estándares fijados para los distintos elementos se integrarán en un índice de servicio, y durante el periodo de conservación, la Administración realizará evaluaciones mensuales. Si el índice de servicio es igual o inferior al 70%, no se pagará el monto estimado para ese mes. Además, la empresa estará obligada a solucionar cualquier deterioro dentro de los plazos establecidos, o enfrentará sanciones.
Al finalizar el contrato de cuatro años, la empresa deberá entregar el proyecto con un nivel de servicio de al menos el 90% en cada uno de los estándares evaluados.
La Contraloría y el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) han señalado que la modalidad de niveles de servicio es la más adecuada para atender las rutas nacionales, en contraste con el modelo de precios unitarios, pues este último no incentiva la eficiencia en la ejecución de obras y favorece los sobreprecios, ya que se paga por cantidad y no por resultados.
Desde su inauguración en 2016, el tramo Cañas-Liberia solo ha recibido mantenimiento rutinario mínimo. Lanamme ha advertido en varios informes sobre el deterioro prematuro de elementos como las losas de concreto, debido a esa falta de atención.
El proyecto, con una inversión superior a los $200 millones, es parte del Programa de Infraestructura del Transporte (PIT) del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, el cual también incluyó la ampliación de los tramos Limonal-Cañas y Barranca-Limonal.
La ampliación de este último tramo está suspendida desde finales de 2022, aunque recientemente se contrató la conservación de las obras realizadas para asegurar las condiciones de tránsito en la zona.