Costa Rica mejoró en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del 2022-2023 y se recuperó tras la caída del 2020, ocasionada por la pandemia de la covid-19. Así se muestra en el más reciente informe del Atlas de Desarrollo Humano Cantonal, presentado este jueves.
Incluso, el valor en el IDH es superior al registrado en el 2019, previo a la pandemia. En ese lapso de tiempo pasó de 0,753 a 0,760. En ese índice y los otros cuatro que calculan en ese informe, en términos generales, el promedio nacional tuvo una mejora.
Se trata del Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad (IDH-D), el Índice de Desarrollo de Género (IDG), el Índice de Desigualdad de Género (IDG-D) y el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), los cuales son elaborados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (Sinirube).
Para todos los índices, el periodo de referencia abarca del 2010 al 2022, salvo el IPM, que considera 2022-2023 e incluye a los nuevos cantones de Monteverde y Puerto Jiménez. Cada cantón cuenta con su respectiva calificación y clasificación en el índice, con base en las condiciones de vida y desarrollo de sus habitantes.
Esta herramienta ofrece evidencia para entender el origen multicausal de los problemas de desarrollo, su magnitud y las manifestaciones diferenciadas, según género y territorios.
El IDH se mide mediante tres variables: vida prolongada y saludable, conocimiento y un nivel de vida digno. Existen cuatro categorías de clasificación: muy alto 0,800 en adelante, alto entre 0,700 y 0,799, medio entre 0,550 y 0,699 y bajo menos de 0,550.
El IDH en el 2022-2023 fue de 0,760 y superó el valor de 2019, como ya se indicó previamente. Un índice entre 0,700 y 0,799 se clasifica como alto.
Según el IDH, los diez cantones con mayor desarrollo humano en el 2022 fueron Santa Ana, Belén, Escazú, Montes de Oca, Heredia, Santo Domingo, San Pablo, Curridabat, San Rafael y Flores. En contraste, los cantones con menor desarrollo humano fueron Matina, Buenos Aires, Los Chiles, San Mateo, Guatuso, Coto Brus, Talamanca, Guácimo, La Cruz y Dota.
Los cantones fronterizos son los más rezagados. A nivel provincial, la mayoría de los cantones de Guanacaste, Puntarenas y Limón están por debajo del promedio nacional. En Heredia, todos los cantones, excepto Sarapiquí, superan este promedio. Las otras provincias no muestran un patrón definido.
El estudio sí revela que los cantones fuera de la gran área metropolitana (GAM), en promedio, muestran un crecimiento más acelerado y la brecha se redujo. Dentro de la GAM, el IDH es de 0,817 y fuera es de 0,726.
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¿Cómo se situaron las otras variables?
En el Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad (IDH-D), en cuestión de dos años, Costa Rica disminuyó el número de cantones con alto desarrollo humano. En el 2020, el país contaba con 20 cantones en esta categoría, y en el 2022 solo dos lograron mantenerse: Belén y Montes de Oca. Otros cinco cantones, como Coto Brus, Nandayure, Matina, Buenos Aires y Osa, cayeron a la categoría de bajo desarrollo humano.
Los investigadores señalan la inseguridad ciudadana como una de las principales causas de esta caída, pues los datos reflejan niveles territoriales de desarrollo humano por debajo del promedio nacional y con alta incidencia de violencia y criminalidad.
“El crecimiento de la violencia interpersonal y el delito está ligado al aumento de la desigualdad. Otro factor con alta correlación es la pobreza multidimensional, especialmente para explicar la inclinación hacia la criminalidad en ciertos contextos territoriales”, se consignó en el informe.
En cuanto al Índice de Desarrollo de Género (IDG), entre el 2021 y el 2022 se observó una leve mejoría a nivel nacional, aunque no compensó la caída del 2020-2021. En la Región Central y la Región Chorotega, la tendencia a la baja continuó. Sin embargo, a nivel histórico, el IDG nacional sigue una tendencia general al alza.
El Índice de Desigualdad de Género (IDG-D) mostró una tendencia a la baja en casi todas las regiones, excepto en la Brunca, donde hubo un leve aumento entre el 2021 y el 2022.
En el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), la variable general disminuyó, solo dos cantones, Montes de Oca y Flores, registraron niveles de pobreza muy baja, mientras que uno, Los Chiles, presentó una pobreza muy alta. Cerca del 10% de la población vive en cantones con alta o muy alta pobreza multidimensional, principalmente en zonas fronterizas como Talamanca, La Cruz, Upala y Golfito.
“El Atlas tiene una virtud y es que se centra en datos que son desagregados por cantón, no nos concentramos en los datos de promedios nacionales. Además, se suma la perspectiva de género, lo cual nos permite dotar a las autoridades locales de información y datos que puedan ser útiles para tomar decisiones más informadas y un desarrollo de políticas públicas basado en los desafíos de desarrollo humano local”, dijo Sandra Sossa, representante residente de PNUD.
Nuevos análisis
La edición 2024 del Atlas Cantonal de Desarrollo Humano analizó también el vínculo entre desigualdades económicas y sociales, violencia contra las mujeres y desarrollo humano, mediante la correlación entre la tasa de infracciones a la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres y la tasa de delito de violación o tentativa de violación.
Quepos registra la mayor tasa de infracciones a esta ley, seguido por Golfito, Nicoya, Corredores y Osa. A la inversa, Montes de Oca reporta la menor tasa de infracciones, seguido por Coronado, Curridabat, Escazú y Goicoechea.
Una posible explicación radica en que estos cantones han invertido en políticas públicas sociales y económicas, orientadas al desarrollo de la población, con programas de intervención y respuesta ante problemas locales. Destacan especialmente sus esfuerzos en igualdad de género, empoderamiento de las mujeres y prevención de la violencia de género.
En cuanto a la tasa de delitos de violación o tentativa de violación, Tarrazú ocupa el primer lugar con una tasa de 42, seguido de Corredores y Talamanca, ambos con 39. Por otro lado, los cantones de Matina, Puntarenas, Tilarán, Cañas, Carrillo, Turrialba, Zarcero, Atenas, San Mateo, León Cortés y Turrubares no registran tasa alguna de este delito.
El Atlas incluye además, un análisis de la relación entre cobertura forestal y desarrollo humano, así como de los impactos y pérdidas provocados por desastres.