
Un informe de la Oficina de Contraloría Universitaria (OCU) de la Universidad de Costa Rica (UCR) reveló vicios ocultos y problemas de diseño en cuatro edificaciones de la UCR.
Se trata del Edificio para el Ciclotrón, el Edificio para la Escuela de Artes musicales, el Edificio para el INIFAR y el Edificio de Aulas y Laboratorios, Sede Regional del Atlántico. Todos fueron construidos como parte del Programa de Mejoramiento Institucional.
Luego de conocer el documento en el que se narran las supuestas irregularidades con respecto a la construcción de, al menos, cuatro edificaciones, el Consejo Universitario presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República, según informó La Nación el 20 de marzo.
“Los procesos constructivos de los siguientes edificios se encuentran actualmente en estudio ante la posibilidad de emitir informes por presuntos hechos irregulares conforme lo estable la normativa vigente. Una vez finalizados se comunicarán sus resultados ante las instancias competentes para resolver”, dice el documento firmado por el contralor de la Universidad de Costa Rica, Glenn Sittenfeld Johanning.
El informe OCU-167-2025 del 10 de marzo está dirigido a Patricia Fumero, directora del Consejo y en él presentan información sobre “las auditorías forenses e investigaciones realizadas por la OCU con ocasión de irregularidades en la construcción y recepción de edificaciones universitarias”.
El documento, del que La Nación tiene copia, hace un compilado de diferentes oficios emitidos en el 2024 por la Contraloría Universitaria en los que señaló deficiencias en construcciones, problemas de diseño, fallas en la planificación del diseño, ausencia de barandas de seguridad, problemas electromecánicos, e incluso el pago de reparaciones por parte de la universidad para mitigar daños, ante la supuesta ausencia del cumplimiento de garantía de una constructora, entre otras.
En detalle, esto es lo que alertó e identificó la Contraloría con respecto a los cuatro edificios que habrían sido construidos con irregularidades.
1. Edificio para el Ciclotrón
El oficio OCU-R-188-2024, del 14 de octubre de 2024 titulado “Problemas de operación y vicios ocultos del Edificio del Ciclotrón”, la auditoría señaló que se identificaron múltiples problemas de gestión.
El ciclotrón es un laboratorio que sirve para el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de padecimientos con una alta incidencia en el país, especialmente de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Entre los principales hallazgos se encuentran vicios ocultos en la construcción, deficiencias en la planificación y diseño, así como debilidades en la supervisión del proyecto.
“Se evidenciaron problemas de humedad en el búnker del Ciclotrón, incumplimiento de normativas de seguridad contra incendios y deficiencias en la entrega de planos ‘as built’ (son los que representan las condiciones reales de una construcción una vez que se ha completado).
“Además, se detectó que el procedimiento de recepción de la obra no se ejecutó con la rigurosidad técnica establecida, lo que impidió garantizar el cumplimiento de las especificaciones contractuales y normativas. También se señaló la falta de un control documental adecuado, lo que dificultó la trazabilidad de decisiones y la asignación de responsabilidades”, dice el texto.
El 5 de febrero, dos funcionarios de la Universidad de Costa Rica fueron detenidos como resultado de allanamientos relacionados con una investigación por el delito de falsedad en la recepción de bienes y servicios contratados.
Las detenciones de un hombre de apellidos Cotter Murillo y una mujer apellidada Soto Retana, y los allanamientos, se relacionan con hechos que habrían ocurrido entre 2017 y 2020, cuando los detenidos supervisaron y aprobaron la infraestructura del Laboratorio Ciclotrón PET/CT, aparentemente, sin una inspección adecuada.
2. Edificio para la Escuela de Artes musicales
El estudio “Problemas de operación y vicios ocultos del nuevo Edificio para la Escuela de Artes Musicales” (OCU-R-208-2024) del 1.° de noviembre del 2024 relató encontraron múltiples problemas de operación y vicios ocultos como filtraciones de agua debido a la falta de impermeabilización en losas y ventanas, desprendimiento de recubrimientos en muros por mala aplicación de materiales, y defectos en la instalación de puertas y ventanería que comprometieron la seguridad.
Aunado a ello, se detectaron errores en el diseño arquitectónico, como la instalación de ventanas corredizas a nivel de piso y la ausencia de barandas de seguridad en la azotea, lo que consideran aumenta los riesgos de accidentes.
“También se encontraron fallas en la inspección y supervisión del proyecto, lo que permitió que las deficiencias constructivas pasaran desapercibidas hasta después de la entrega del edificio”, dice el texto.
Ante estos hallazgos, la recomendación fue establecer controles más rigurosos en los contratos de licitación para que se especifiquen claramente los periodos de garantía y la responsabilidad del contratista sobre los defectos estructurales. También, enfatizaron en la necesidad de realizar las intervenciones para corregir los problemas específicos del edificio.
3. Edificio para el INIFAR (Instituto de Investigaciones Farmacéuticas)
En el oficio OCU-R-117-2024 del 3 de julio de 2024 titulado “Problemas de operación y vicios ocultos del nuevo Edificio para el INIFAR” relatan que identificaron varias deficiencias en la construcción y diseño del edificio.
Lo hallado fue clasificado en vicios ocultos, problemas de diseño y planificación, y cambios de necesidades durante la ejecución del proyecto.
El 16 de diciembre del 2024 también se alertó sobre fallas en esta construcción. En el “Análisis sobre los problemas de operación electromecánicos de varios edificios del Proyecto de Mejoramiento Institucional” el informe de auditoría se detalla que en el edificio de INIFAR se detectaron errores importantes en los planos constructivos eléctricos.
Además, dicen que incluyeron un mal dimensionamiento de los conductores de puesta a tierra, protecciones eléctricas incompatibles con los alimentadores principales y omisión de requerimientos esenciales en el cuarto de máquinas, como iluminación adecuada y sistemas de bombeo de agua potable.
“Además, no se instaló el sistema de agua destilada necesario para las autoclaves, y hubo imprecisiones en la capacidad de la transferencia automática. En la instalación se observaron vicios como luminarias exteriores y de ductos de elevador que no funcionan correctamente, apagadores residenciales sin certificación, cortocircuitos en centros de carga, cableado desordenado y una malla de puesta a tierra deteriorada”, detalla el documento.
4. Edificio de Aulas y Laboratorios, Sede Regional del Atlántico
El informe de auditoría OCU-R-243-2024, del 5 de diciembre de 2024 sobre el edificio de Aulas y Laboratorios de la Sede del Atlántico también encontró “problemas significativos” de vicios ocultos y fallas en la planificación del diseño.
Entre lo detectado están filtraciones de agua en diversas áreas del edificio, incluyendo el Laboratorio de Ambiente y varios laboratorios de física y manufactura, esto debido a deficiencias en la impermeabilización de la losa del techo y paredes.
El informe señaló que “a pesar de que la empresa constructora Soluciones Arquitectónicas y Construcción SICSA S.A., es responsable de atender estos vicios ocultos durante un período de cinco años, no ha realizado las reparaciones necesarias”, afirmaron.
Debido a esto, la UCR ha asumido costos adicionales para mitigar los daños, informa la auditoría.
“Ante estos hallazgos, se recomendó que la institución evalúe acciones legales para exigir a la empresa constructora el cumplimiento de sus responsabilidades y la reparación de los vicios ocultos antes del vencimiento del período de garantía (...)”, se lee en el documento.
La Nación envió un correo electrónico a la dirección que Sicsa tiene en su sitio web con la finalidad de conocer su posición con respecto a lo expuesto. Se está a la espera de respuesta.
El informe de auditoría también narra que las cerraduras instaladas en los laboratorios y aulas no son seguras y que esto podría facilitar ingresos no autorizados “poniendo en riesgo los bienes universitarios”.
En el “Análisis sobre los problemas de operación electromecánicos de varios edificios del Proyecto de Mejoramiento Institucional” del 16 de diciembre del 2024 también se incluyó este edificio. Allí evidenciaron errores en los planos eléctricos, como por ejemplo la instalación de protecciones sobredimensionadas respecto a los conductores y centros de carga saturados sin capacidad para futuras ampliaciones.
También señalaron fluctuaciones de voltaje superiores a lo permitido, que dicen están relacionadas con “un mal diseño de la red eléctrica”.
“Durante la instalación, se cometieron vicios como doble conexión de circuitos en interruptores, cajas eléctricas con perforaciones abiertas, ausencia de protecciones GFCI en áreas húmedas y un grave desbalance de cargas entre fases. Estas deficiencias reflejan una supervisión técnica insuficiente durante la ejecución de la obra”, afirman.