“ La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar , porque está lenta, porque tropieza, porque ya se ha vuelto vieja ... ”.
Aunque quizá esta letra es menos pegajosa y de peor rima que la de la popular canción que usted conoce, sí resume muy bien lo que puede pasarle a este no tan querido insecto al llegar a viejo.
Investigadores estadounidenses de la Universidad de Case Western Reserve descubrieron que las cucarachas se vuelven más frágiles al pasar de los años. Así lo señala un estudio publicado por la revista New Scientist al que hizo mención ayer la BBC de Londres en su página de Internet.
Si las “cucas” pudiesen hablar, podrían contar parte de la historia de la tierra: aparecieron hace unos 400 millones de años, caminaron entre las patas de los dinosaurios y sobrevivieron a las bombas de Hiroshima y Nagashaki durante la II Guerra Mundial.
Sin embargo, según el estudio, muchas cucarachas que alcanzan la edad adulta (unas 60 semanas) experimentan problemas en sus articulaciones, comienzan a trastabillar y, luego de otras cinco semanas, más del 80 por ciento tropiezan y quedan “patas arriba”.
Los investigadores hallaron también que las cucarachas ancianas bajan, en un 40 por ciento, el tiempo en que están moviéndose.
Si el terreno no es plano, la cosa se pone aún más complicada para estos insectos pues cerca de un 60 por ciento no pueden escalar ninguna superficie que tenga una inclinación de 45 grados .
Se calcula que sobre el planeta hay 3.500 especies de cucarachas, de las cuales solo un pequeño número (entre cinco y siete) viven en los domicilios y edificios; el resto habita en los bosques.
Las especies más comunes en el país son la cucaracha americana , la australiana y la alemana.