“Lo he contado varias veces... cuando tenía 20 o 21 años me metí en el redondel como torero improvisado y, desde ese entonces, lo tenía como un sueño”.
Esa es la respuesta de Claudio Poma ante la pregunta de por qué terminó ofreciendo la histórica suma de ¢520 millones por organizar las corridas de toros en los festejos populares de San José.
“A veces así empiezan las cosas y así empezó esto, con ese sueño”, comentó Poma, quien además se declara amante de la pesca, la cocina y de las carreras de autos.
En los 11 días que duran las fiestas, el empresario de 42 años y sus socios tendrán el reto de recuperar la inversión y obtener ganancia.
La labor no parece fácil. Las condiciones del remate y la cantidad de interesados obligaron a Poma a pagar el doble de lo solicitado por Municipalidad de San José.
Este año, el ayuntamiento abrió la puja en ¢260 millones. En el remate de hace dos años se cerró en ¢400 millones, pero por el derecho de uso de la plaza por dos años.
“El objetivo era pagar menos, pero nosotros ya teníamos toda la organización. El redondel como tal es rentable si se trabaja bien, es una mezcla de factores lo que lo hace exitoso”.
La oferta por la plaza de toros ya tuvo las primeras consecuencias para el empresario. A mitad de semana surgieron publicaciones que afirmaban que compañías de su padre y su hermano debían ¢503 millones a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
No obstante, los abogados de Poma respondieron –en un documento de 70 páginas– que las acusaciones eran falsas, ya que las compañías cuestionadas fueron vendidas por sus familiares en 1989.
“La familia Poma no tiene nada que ver con esas empresas y actualmente nadie de la familia Poma está en las juntas directivas de esas empresas”, dice el documento.
Promesa. El inversionista –dedicado a la construcción como su principal actividad– promete sorpresas para este año en Zapote. Sin embargo, no adelanta detalles.
Entre las pocas mejoras que mencionó destacó una mayor venta de entradas por Internet, la participación de nuevas ganaderías y un espectáculo más dinámico.
“La gente nuestra tiene un año de estar asistiendo a corridas, midiendo detalles, como el tiempo que tarda un toro en la plaza, lo que tardan en sacar otro toro al ruedo y otras cosas, no es que vamos a llegar a improvisar”, afirmó Poma.
Precios. Leonardo Araya, presidente de la Comisión de Festejos Populares de San José, confía en que las entradas no suban de precio pese al monto pagado en el remate.
“No se pueden poner precios exorbitantes porque automáticamente estoy matando mi negocio, no puedo cobrarle a la gente sumas que no pueden pagar porque sino voy a tener la plaza vacía siempre”, enfatizó Araya.
El año pasado, las entradas oscilaron entre ¢10.000 y ¢15.000, según el horario de la corrida. En total, durante esos 12 días de fiestas se realizaron 24 encierros, dos más que los planeados para este año.
El redondel de toros de Zapote tiene capacidad para 3.700 personas, según Araya.
A la disputa por adjudicarse las corridas asistieron seis empresas interesadas y se realizaron 13 pujas, que resultaron en una oferta final de ¢520 millones.
“En la historia nunca se había pagado una suma como esa, fue el doble de lo que imaginábamos”, reconoció el funcionario.
Durante los últimos festejos, solo por venta de entradas al redondel hubo una recaudación de ¢727 millones, según datos de la sección de Inspección Municipal.