La Sala Constitucional ordenó al Incofer y al Ministerio de Salud regular el volumen del pito del tren para evitar contaminación por ruido.
Ese tribunal exigió "adoptar inmediatamente y de forma coordinada las medidas necesarias para garantizar que el funcionamiento del silbato del tren metropolitano se ajuste a las regulaciones y límites establecidos por la normativa aplicable, a fin de no provocar contaminación sónica, hasta tanto la Sala no resuelva en sentencia el recurso".
Los magistrados acogieron para estudio un recurso de amparo presentado por un matrimonio, vecino de Sabana Sur, San José.
Ellos alegaron que el silbato del tren despierta y asusta a su bebé de nueve meses y medio.
Mientras tanto, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) insiste en que el pito es necesario para advertir a los conductores y prevenir accidentes.
La Nación informó el 19 de febrero que el pito del tren duplica los niveles de ruido permitidos por las normas del Ministerio de Salud. Según una medición del ruido, en su pico más alto el silbato alcanza los 120 decibeles (mide la intensidad del sonido), y el límite de ruido establecido es de 65 decibeles entre 6 a. m. y 6 p. m., y de 45 en la noche y la madrugada.
El reglamento fue hecho para las industrias y no contempla el ruido producido por el silbato de la locomotora.
Afectados. Alejandra Castro y Pedro Chaves manifestaron ante la Sala IV que el tren pasa pocos minutos después de las 5 a. m. frente a su casa, ubicada a unos 20 metros de la línea férrea. "Con el problema que utiliza un silbato que se encuentra más allá de los límites permitidos", alegaron.
Agregaron que su hija se despierta cada vez que suena el silbato de la locomotora, "asustada por el grosero ruido que implica la ruidosa trompeta del tren, y con ello se infringe su derecho a la salud". El tren pasa 10 veces al día por las cercanías de su casa, cinco en la mañana y cinco en la tarde. Miguel Carabaguíaz, presidente ejecutivo del Incofer, afirmó que no existe una regulación específica para el silbato del tren, el cual es una señal de advertencia y prevención.
Comentó que en México hubo una amplia discusión. En ese país se sugirió colocar dispositivos fijos en los cruces, como luces y barreras, pero resultaba caro.
Hizo alusión a estudios divulgados en EE. UU. y el Reino Unido, según los cuales el número de muertes por accidentes entre trenes y autos subió desde que se prohibió el uso de dispositivos de advertencia como el silbato.