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Días menos lluviosos y con temperaturas frescas predominarán entre este jueves y el fin de semana debido a la influencia de un débil empuje frío (#7), el cual propicia vientos de intensidad moderada sobre la cuenca del mar Caribe, informó el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Esta condición favorecerá una mejora en las condiciones del tiempo en gran parte del Valle Central y el Pacífico norte, especialmente durante este jueves 2 de enero, con alta probabilidad de que estas condiciones persistan el viernes 3 de enero, detalló Paulo Solano, meteorólogo del IMN.
La parte frontal del empuje frío, explicó Solano, se localiza fuera del mar Caribe, pero generará alta presión atmosférica que intensificará los vientos alisios sobre el país.
Este fenómeno no ingresará al territorio, pero sí reducirá significativamente las lluvias en el Valle Central y Guanacaste, salvo por algunos eventos aislados y moderados en zonas montañosas. Durante las noches del jueves y viernes, se esperan cielos de parcial a mayormente nublados.
Por su parte, la vertiente del Caribe y la zona norte experimentarán nubosidad variable a lo largo del día, acompañada de lluvias ocasionales.
No obstante, Solano aclaró que estas condiciones no aplicarán para las regiones del Pacífico Central y el Pacífico sur debido a la influencia de la Zona de Convergencia Intertropical.
“Ese fenómeno se está desplazando hacia el sur de Panamá, pero continuará ejerciendo influencia sobre el Pacífico Central y sur de nuestro país, generando nubosidad variable y aguaceros aislados con tormentas en ambas regiones durante la tarde del jueves”, explicó el experto.
Para el viernes y sábado, los análisis realizados hasta este jueves sugieren un ligero aumento en las posibilidades de lluvias en el Pacífico norte, el Valle Central y la zona norte, producto de nubosidad que ingresaría desde el mar Caribe hacia el centro del territorio.
Sin embargo, estas precipitaciones serían aisladas y de intensidad ligera a moderada.
Los empujes fríos son fenómenos atmosféricos causados por el avance de una masa de aire frío y seco –en este caso proveniente del hemisferio norte– hacia zonas de aire más cálido. Este aire frío desciende rápidamente y desplaza al cálido y húmedo, lo que intensifica los vientos y contribuye a la disminución de las temperaturas.
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