
El decomiso de más de 1.000 armas punzocortantes de fabricación casera es el resultado de la requisa hecha el sábado en La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
La ministra de Justicia, Laura Chinchilla, calificó el operativo como un éxito y destacó que también sirvió para descartar que dentro del penal hubiesen armas de fuego, como lo temían.
Agregó que el domingo, como parte de las nuevas medidas de seguridad que se aplican, descubrieron un teléfono celular y una cajeta de crack.
El aparato y la droga fueron introducidos por una mujer que llegó como visitante. Las autoridades hicieron el decomiso cuando los entregó a un reo de apellido Pérez, quien está preso en el ámbito D (mediana cerrada).
Fiscalía. Reinaldo Villalobos, director interino de Adaptación Social, explicó que la evidencia se entregará al Ministerio Público para que sean las autoridades judiciales las que determinen a quién pertenecen y si se habían hecho llamadas desde el centro penal.
En cuanto a las armas punzocortantes decomisadas, las hay de varios tamaños y están hechas con gran “ingenio”.
Los reos utilizaron, sobre todo, varillas de construcción o cualquier metal. Incluso, cucharas fueron convertidas en filosas armas.
Villalobos dijo que investigarán si los internos aprovechan las instalaciones de los talleres para confeccionarlas pues en algunos casos hicieron uso de máquinas soldadoras para lograr lo que querían.
“No creemos que sean los que están en los talleres nuestros, porque ellos duermen ahí mismo. Podrían ser los que van a los talleres del INA (Instituto Nacional de Aprendizaje), que son los del ámbito B (mínima seguridad), quienes de alguna forma las pasan”, dijo Villalobos.
El viceministro de Justicia, Fernando Ferraro, anunció que los operativos de este tipo se harán en otros centros penales.