Marco Tulio Rojas, un ganadero de Venecia de San Carlos, tiene más de 15 años de asistir al tope nacional montado en envidiables caballos.
Sin embargo, ayer quiso variar la experiencia y se vino con su querido burro, Gorrión.
En su tierra dejó sus bestias de paso y cuarto de milla para cederle el lugar a Gorrión.
Aunque el burro no está muy acostumbrado a las fiestas y exhibiciones públicas, pues su trabajo es en la finca detrás del ganado, ayer se comportó de altura.
Nada de patadas, carreras improvisadas ni berrinches.
Gorrión exhibió un paso humilde y suave, entre exuberantes bestias pura sangre, pero siempre fiel a la guía de su dueño.
Mientras tanto, Rojas confesó que no estaba arrepentido de haber elegido a su burro para desfilar por el Paseo Colón y la avenida segunda, en el principal tope que se realiza en el país.
“Esta es una linda fiesta y me encanta venir a divertirme, compartir con amigos y ver muchachas lindas”, contó sonriendo .
Rojas lleva sobre sus espaldas 80 años, aunque sabe ocultar muy bien su edad, algo que él atribuye al trabajo constante.
Está casado y es padre de 10 hijos con quienes comparte su pasión por los caballos y el trabajo en la ganadería.
Al igual que muchos caballistas, este sancarleño acompañó su desfile con unos traguitos, pero nunca perdió la cordura.