El gusano barrenador afecta la salud del ganado y la producción de carne y leche; afecta la salud de animales silvestres y de animales de compañía, también perjudica la salud humana e incluso plantas. A pesar de todo ese perjuicio, la lucha contra la plaga se complica por efecto de la desinformación.
Esta desinformación se mueve en audios enviados por la plataforma de mensajería WhatsApp, en videos en redes sociales, por temores que se convierten en rumor y hasta “chismes de barrio”. Precisamente, este fue el tema de una actividad que se realizó este 7 de octubre en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Autoridades que trabajan en esta lucha son conscientes de la importancia de comunicar correctamente, acercarse a las diferentes poblaciones y combatir los mitos que la desinformación ha sembrado.
Hasta el momento, el gusano barrenador se ha reportado en 8.671 animales y 33 humanos. Los casos están dispersos en todo el país. El 79,11% (6.860) de las infestaciones se han producido en bovinos, y en segundo lugar están los perros, con el 11,82% (1.025).
¿Qué es el gusano barrenador y cómo actúa?
Para comprender las desinformaciones es necesario entender en qué consiste esta infestación y cómo puede afectar.
El gusano barrenador, también conocido como “gusanera”, es una parasitosis o mal producido por parásitos que se da cuando la mosca Cochliomyia hominivorax coloca sus huevecillos en las heridas de un animal de sangre caliente (como los mamíferos). Estos huevecillos eclosionan y sus larvas crecen y se desarrollan dentro del tejido.
Los huevos pueden durar 24 horas en eclosionar y luego sus larvas crecen y pasan por tres estadíos, que toman de 4 a 8 días. Luego, salen de la herida, caen al suelo y crecen hasta convertirse en moscas y comenzar el ciclo.
“Es una mosca fuerte, resistente y sumamente adaptada al territorio”, puntualizó Alexis Sandí Muñoz, jefe de Epidemiología del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) durante la actividad.
En ese proceso, llamado miasis, se producen lesiones de diferente forma: desgarran tejidos, el movimiento debajo de la piel provoca irritación, se producen heridas secundarias y las toxinas de las larvas pueden provocar intoxicación. Además, dejan terreno fértil para infecciones por bacterias o virus.
En la mayoría de los casos afecta la piel e ingresa a través de heridas, pero también puede hacerlo a través de orificios o mucosas, como la nariz, los ojos, los oídos y el ano. La gravedad y los daños pueden variar según el sitio donde ocurre la lesión.
El daño es mayor en animales, donde los daños a la salud son serios y la letalidad es mayor, con lo que puede disminuir el tamaño de un hato.
“En algunos casos vemos cómo ‘se come’ al animal. Hemos visto casos de personas que se han dado cuenta de que tienen esta plaga en su ganado porque ven a una vaca ya renca”, ejemplificó.
Sin embargo, también puede ser letal para seres humanos, especialmente para los más vulnerables por presentar problemas cognitivos o estar encamados. También puede haber mayor afectación en quienes tienen sensibilidad disminuida y perciben menos el dolor o molestias.
El Senasa habilitó la línea de WhatsApp en el número 8966 6780 y el correo electrónico epidemiologia@senasa.go.cr para que se reporten los casos.
Por su parte, el Ministerio de Salud pide a las personas acudir de inmediato a un centro de salud si detectan mal olor en alguna herida, sensación de gusanos dentro de la piel o notan que la herida no sana.
Los síntomas para acudir en un centro de salud son:
- Dolor localizado y malestar en la zona afectada
- “Hormigueo” o irritación intenso
- Enrojecimiento de la piel
- Presencia de una protuberancia en la piel con la sensación de que algo se mueve
- Se observan huevecillos o larvas en la herida
“Tenemos una población que está encamada, o con problemas cognitivos. Es necesario cubrirles las heridas, limpiarles, vigilarlas y que estén pendientes de si huele, de si hay gravedad en la infección. Y debemos capacitar a los cuidadores de personas encamadas para que entiendan esta enfermedad“, Roberto Castro Córdoba, de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud.
También hay mayor vulnerabilidad en personas en situación de indigencia y personas con adicción a drogas.
¿Qué desinformación se ha detectado?
Las desinformaciones son tan variadas como los medios por los que se comparten.
Un ejemplo es que la enfermedad puede transmitirse entre animales, es decir, de una vaca a otra, o de una vaca a un perro o a un ser humano. O que puede transmitirse a través de la comida o el agua.
Otra muy común es que las moscas comunes de la cocina pueden ocasionar las “gusaneras”.
A nivel de ganadería, también se ha comentado que van a poner en cuarentena las fincas que tengan infestación. Esto no es cierto, pero ha generado temor entre ganaderos de reportar los casos, lo que dificulta el control.
Combatir la desinformación
El Senasa visita constantemente fincas para reunirse con ganaderos, productores y dueños y trabajadores de fincas para aclarar los mitos.
Se les pide revisar el ganado en busca de heridas, controlarlas y curarlas. Las larvas deben matarse y recolectarse, reportarse y enviarlas al Senasa.
“Es necesario matarlas para evitar que estas crezcan y se desarrollen en moscas y comiencen su ciclo”, dijo Sandí.
Además, se les pide revisar corrales y camiones para que no haya clavos, astillas u otro material que pueda herir a los animales.
En el ámbito de la salud humana, Castro recalcó que el lineamiento de atención busca uniformar no solo la detección, también la comunicación entre el personal de salud y los pacientes.
Casas de enseñanza, como la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica, también han compartido videos y audios con especialistas en la materia para desmitificar las ideas erróneas y contrarrestar la desinformación.
El problema, coinciden los especialistas, es que en muchas ocasiones la desinformación tiene más alcance que los desmentidos o chequeos de datos.