El magnate Peter Dicks, presidente de una de las más poderosas empresas de apuestas electrónicas del mundo, que opera en Santa Ana, fue detenido antenoche en Nueva York, Estados Unidos.
Se trata del presidente de la compañía Sporting Bet, la cual tiene más de 2,5 millones de clientes certificados en 200 países y coloca más de $1.000.000 en apuestas de casino, póquer y juegos deportivos virtuales, por día.
La empresa cuenta con instalaciones, de reciente construcción, en Santa Ana donde, de acuerdo con informes extraoficiales, da empleo a más de 2.000 personas, la mayoría jóvenes.
En la Municipalidad de ese cantón josefino se informó que la compañía de apuestas por Internet está al día en el pago de impuestos. No se precisó cuánto pagan trimestralmente.
Ayer, La Nación intentó conversar con varios empleados de Sporting Bet para conocer sus inquietudes pero respondieron molestos que no darían declaraciones a la prensa.
“No sabemos nada, no queremos hablar y mejor se va...”, gritó una joven rubia de aproximadamente 18 años, quien a las 4:20 p. m., degustaba unos alimentos antes de regresar a su sitio de trabajo.
No se pudo precisar la cantidad de empleados que tiene la firma aquí.
El 16 de julio, las autoridades estadounidenses detuvieron a David Carruthers, presidente de la empresa BetOnSports, la cual ocupaba siete pisos en el Mall San Pedro, en Montes Oca.
Pocos días después, despidieron a sus 1.400 empleados.
Preso en aeropuerto. Dicks, de 64 años, fue detenido la noche del miércoles en el aeropuerto internacional Kennedy para enfrentar una causa penal en el Estado de Louisiana. Allí, las apuestas por Internet son ilegales, sancionadas con cárcel y fuertes multas.
De ser encontrado culpable, puede ser condenado a un máximo de cinco años de prisión, según una nota que publicó ayer The New York Times .