El europeo Sulejman Asanoski, prófugo de la justicia costarricense, fue detenido en Skopje, capital de Macedonia (antigua integrante de la federación yugoslava) como sospechoso de evasión de impuestos, falsificación de documentos y lavado de dinero.
Asanoski, quien adoptó el nombre de Ángel Castillo, era dueño aquí de una empresa (Euroclub) sospechosa de estafar a unas 20.000 personas que pagaron clubes y no recibieron los electrodomésticos prometidos a cambio.
El desaparecido Juzgado Cuarto de Instrucción le abrió una causa en abril de 1996 por estafa en perjuicio del extinto Banco Anglo Costarricense (BAC).
El europeo vendió al BAC, por medio del exgerente Carlos Hernán Robles, una pantalla valorada en ¢10 millones, aunque valía mucho menos. Además, cuando huyó dejó pendiente una deuda por ¢475 millones en perjuicio del BAC.
También pidieron su captura el Juzgado Penal de San José, por apropiación indebida, y el Tribunal de Juicio de Liberia, en este caso por estafa y cohecho.
“Recibimos la confirmación hoy (ayer) en la mañana. Vamos a tramitar la extradición mediante la Cancillería”, dijo el viceministro de la Presidencia, Rándall Quirós, ante una consulta de La Nación.
Pasaporte clave
A Asanoski, identificado aquí como originario de la antigua Yugoslavia, lo detuvieron autoridades de Skopje el 28 de mayo.
El 4 de junio las autoridades judiciales del país balcánico dictaron orden de prisión preventiva.
Al parecer, para evadir impuestos y lavar dinero utilizó las empresas Motor Coach Industry Skopje, Motor Coach Industry International Skopje e Industrias El Azteca, entre otras.
Las autoridades de Macedonia desconocían sus antecedentes en Costa Rica, pero comisionaron a la oficina de la Organización Internacional de la Policía (Interpol) de Skopje para investigar por qué Asanoski tenía en su poder el pasaporte de una costarricense.
Interpol San José se sorprendió al conocer, el 8 de junio, el nombre del detenido.
La dueña del documento admitió ante las autoridades ticas que estuvo de viaje en ese país, aunque no quedó claro cómo llegó el documento a manos de Asanoski.
Hasta ayer llegó la confirmación de que el detenido es la persona requerida en Costa Rica.
Salida
Asanoski huyó de Costa Rica en octubre de 1995, poco antes del escándalo. Interpol lo rastreó en Australia (donde estuvo en 1997) y en países de Europa Central.
En una ocasión se presentó ante el consulado tico en Inglaterra para pedir unos documentos, pero se retiró de la sede diplomática antes de completar la gestión.
“Tendría que arreglar su problema legal en ese país (Macedonia) antes de pensar en que lo extraditen”, agregó el viceministro Quirós.
La más reciente orden de captura internacional en su contra fue emitida el 2 de noviembre del 2001, firmada por el juez José Daniel Hidalgo.
De acuerdo con algunas versiones que llegaron a conocimiento de la Policía, Asanoski pudo haber cambiado su apariencia.
Aquí tuvo como socia a Silvia Bello en la compañía Euroclub.