Los diputados que este jueves por la tarde, ante la renuncia precipitada de Ronal Vargas, del Frente Amplio, le aplaudieron y lloraron por la supuesta enfermedad del legislador, enfurecieron anoche, al conocer que el congresista dejó su curul por una queja de acoso sexual.
El principal medio que emplearon los parlamentarios para expresar su enojo fue la red social Twitter.
El jefe del Movimiento Libertario, Otto Guevara, aseguró que todos fueron "engañados vulgarmente" por la historia de Vargas, quien dijo desde su micrófono que dejaba la diputación por razones de salud.
Ese supuesto padecimiento corrió por todos el Congreso y cada vez se hizo más fuerte la versión de que Vargas padecía una enfermedad terminal.
Por eso, el liberacionista Ronny Monge afirmó anoche en su perfil de Twitter que se sintió burlado.
"Hace dos años mi hermana sufrió cáncer y me golpeó mucho recordarlo, con esas cosas no se juegan el silencio", dijo Monge.
El socialcristiano Gerardo Vargas Rojas usó el mismo canal para señalar al Frente Amplio, por conocer la verdadera razón de la salida del diputado y, sin embargo, no revelarlo públicamente hasta la noche del jueves.
"Hoy (jueves) el Frente Amplio le hizo un grave daño a Costa Rica", dijo Vargas.
"Lamento que el FA lo dejara hablar en el plenario y no decir la verdad a todos los diputados y al país", opinó Gonzalo Ramírez, congresista del evangélico Renovación Costarricense.
Pedirán cuentas.
En vista de que Ronal Vargas utilizó el plenario para dar su versión de la supuesta enfermedad para dejar la diputación, la jefa del Partido Acción Ciudadana (PAC), Emilia Molina, sentenció que ella misma le pedirá cuentas al Frente Amplio.
"Como diputada defensora de los Derechos Humanos y los derechos de las mujeres, censuro y estoy en contra del acoso sexual. Si es cierto, ya lo dirán quienes corresponda. El FA y el diputado deben ser quienes aclaren y den respuesta a los diputados y diputadas, principalmente al país", dijo Molina.
Juan Luis Jiménez, el jefe de la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), aseguró que está decepcionado del espectáculo que vivió el plenario, tras el anuncio de la renuncia de Vargas.
"Tenemos que ser muy duros para que en el futuro no se presenten situaciones como esta. Diputados y asesores conocían de esta situación. El mismo padre Vargas (Gerardo, jefe de la fracción del FA) conocía detalladamente y nos engañó y ocultó la verdad, cuando tuvimos un receso para ver lo que haríamos", dijo el verdiblanco.
Vargas se había ganado el cariño de muchos diputados por intervenciones referidas a la historia de Guanacaste, aunque también había protagonizado algunos choques con otros parlamentarios, sobre todo del PLN.
El legislador, antiguamente sacerdote católico, presidía hasta ayer la Comisión Especial de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa.
Para Rosibel Ramos, la subjefa de la bancada del Partido Unidad Social Cristiana, la factura por el presunto engaño de Vargas la tiene que pagar su fracción, el Frente Amplio.
"Es una vergüenza, un pena, un descaro. Es inaceptable que todos lo supieran (los otros ocho legisladores frenteamplistas) y no se hayan levantado para decirlo en el plenario", afirmó.
Ramos recordó que, durante el minuto de aplausos que recibió Vargas al dejar su curul, notó que el también frenteamplista Carlos Hernández no aplaudió y que vio extraña a la congresista Patricia Mora.