Las peleas entre estudiantes dentro y fuera del colegio y casos de bullying, entre otras situaciones, motivaron a la directora Grethel Jiménez Murillo a buscar mecanismos novedosos para frenar la violencia en el Liceo San Antonio, en Desamparados, donde conviven a diario 1.247 estudiantes entre los 12 y los 18 años.
Según doña Grethel, cuando detectan casos de agresión o acoso escolar activan los protocolos establecidos por el Ministerio de Educación Pública (MEP) y, de ser necesario, se apoyan en diferentes instituciones como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Sin embargo, ella no se quedó ahí. Durante el poco más de un año de haber llegado a la institución ha buscado otras maneras de promover la paz y la convivencia entre los colegiales, como la actividad de este 9 de octubre, cuando se organizó un encuentro con un motivador de vida en la que participaron más de 500 alumnos de todos los niveles, así como docentes y padres y madres de familia.
En el convivio con el motivador Héctor Araujo, los adolescentes jugaron, compartieron y se reconciliaron con compañeros con los que tenían alguna diferencia. El evento fue posible gracias a que realizaron rifas y otras actividades para cubrir los costos.
LEA MÁS: Docentes se confiesan aquejados por escasez de herramientas para combatir a diario el ‘bullying’
“Vimos estudiantes que se levantaron, se abrazaron, se pidieron perdón. Inicialmente, fueron actividades dinámicas donde liberaron mucha energía, después hubo una etapa de reflexión (...). Muchos lloramos, fue un momento muy sensible. Vimos a docentes jugar con los estudiantes, todos salieron muy motivados”, contó la directora, quien resaltó que sintieron un ambiente de empatía, paz y tranquilidad.
Uno de los propósitos de este esfuerzo es que los muchachos perciban que en el centro educativo hay espacios de convivencia en los que se pueden respetar, compartir y confiar. Por eso, la directora recomienda a otros centros educativos implementar estas estrategias y otras más.
LEA MÁS: MEP registró 313 casos de violencia en centros educativos en primera mitad del año
‘Hemos visto chicos con un cambio radical’
Para la prevención de la violencia, en el Liceo de San Antonio es usual la visita de funcionarios de la Fuerza Pública que llegan a dar charlas relacionadas con agresiones y bullying. Además, han recibido a la Policía Municipal junto a su unidad canina, presencia que ha permitido encontrar vapeadores, picadoras, entre otros dispositivos prohibidos.
El Liceo San Antonio además es parte de un programa de la Fundación Parque La Libertad, en el que se abordan diferentes problemáticas con juegos. Como plan piloto, asisten 25 estudiantes que antes han estado involucrados en conflictos. El cambio en los jóvenes ha sido notable, afirmó la directora.
“Hemos visto a los chicos con un cambio bastante radical. Antes se reunían en grupos, en barritas con alto grado de agresividad, encaraban a otros estudiantes, ahora he notado que están más dóciles. Esperan los miércoles para ir a los talleres. Asisten de 8 a 10 a. m.”, contó.
El acercamiento se dio luego de que la directora participó en un seminario y aprovechó para buscar apoyo. Incluso, la Dirección Regional del MEP le ha brindado respaldo con estas iniciativas, que además de prevenir y reducir la violencia. busca hacerles entender que las conductas violentas traen consecuencias.
Próximamente, miembros del programa del Parque La Libertad asistirán al colegio para realizar una interacción mediante un show circense.
Además de estas acciones, Jiménez considera vital que los valores y apoyo para los estudiantes se fortalezcan en los hogares.
Motivación
Grethel Jiménez Murillo cuenta con 30 años de experiencia en educación y dice que todos los días la mueve el amor por lo que hace.
La educadora afirma que ella se ha sensibilizado sobre el tema de la violencia porque es consciente de que algunas veces los estudiantes implicados en estos hechos provienen de hogares disfuncionales. De ahí, la búsqueda de nuevos abordajes para mejorar la convivencia en el Liceo San Antonio.
“Creo que uno como docente tiene que ver más allá de la persona. Creo que tenemos la obligación de ayudar a todos los estudiantes y a aquellos que han tenido situaciones difíciles para que vivan su juventud en paz y con tranquilidad”, comentó.
Según la directora, apoyar a los estudiantes en sus situaciones personales la motiva todos los días a llegar a trabajar. Cuando se presenta la oportunidad, les recuerda que para crecer como personas deben tener estabilidad, sensibilidad y empatía.
“A veces vienen al colegio y este es el único lugar donde se sienten escuchados y seguros, a veces en sus casas reciben violencia o viven situaciones complejas”, afirmó.