Comunidades olvidadas
Continúo ahora con el caso de una zona rural que ha estado muy olvidada del resto del país. Hablo de Talamanca, un cantón limonense que está llamado a darle inmensos beneficios a toda Costa Rica.
Pero para conseguirlo, tenemos que incorporarlo a la corriente principal del desarrollo nacional. Y eso requiere dos cosas: estimular la capacidad de cooperación y de organización de sus gentes, y concentrar ahí una cantidad excepcional de recursos, bajo un plan coordinado de las instituciones públicas.
Empezamos con un diagnóstico participativo, que incluyó un inventario de todas las organizaciones de ciudadanos que existían en Talamanca. Luego siguió una amplia consulta a las comunidades, para que ellas plantearan sus necesidades prioritarias. Y con esa base, se hizo el plan de inversiones.
Al perseguir el desarrollo sostenible de este cantón, perseguimos una Costa Rica más integrada y con menos brechas entre sus regiones y entre sus ciudadanos. Perseguimos un Estado más democrático y más eficaz, que plantee sus acciones con la gente y no al margen de la gente.
Clase media y vivienda
Entre los problemas más serios de la clase media, está su dificultad para tener casa propia. Por eso son tan importantes los nuevos mecanismos de intereses fijos y de cuota real.
El mecanismo de intereses fijos mantiene la tasa de interés sin variar durante los primeros dos años en que se paga el préstamo. El de tasa real permite que las familias que contraen préstamos de vivienda paguen el mismo porcentaje de su ingreso a pesar de las variaciones en las tasas de interés.
Hoy los menciono, por su gran potencial para abrirle a la clase media mejores y más sostenibles opciones sostenibles de acceder a vivienda propia, y para pedirle a las mutuales y a los entes públicos y privados del sistema financiero para la vivienda, que acojan estas iniciativas y que las extiendan con fuerza por todo el país.
Otro logro de todo el país es que ahora empieza a ser más fácil que la clase media tenga vivienda, porque los esfuerzos que todos hicimos para sanear la economía han permitido que las tasas de interés para vivienda y construcción hayan tenido una disminución notable en el último año. En los bancos, las tasas de interés en vivienda bajaron de 34,5 por ciento a 19,5 por ciento, es decir, casi a la mitad.
Seguridad comunal
Entre los ejemplos de acción conjunta entre comunidades y Gobierno, quiero mencionar lo que se ha hecho en Hatillo en el campo de la seguridad ciudadana.
Esta ciudad tiene cerca de 70 mil habitantes, y afronta serios problemas de delincuencia y seguridad. Para variar esa situación, se estableció una comisaría con el nuevo concepto de policía comunitaria. En esta primera experiencia se busca integrar a la comunidad con la labor policial. Se creó un comité de vigilancia y seguridad, presidido por el jefe de la comisaría, en el que participan representantes de la comunidad.
El resultado ha sido excepcional. En un año, se redujeron los robos y los robos de vehículos a menos de la mitad y los asaltos en un 35 por ciento.
Cuando hicimos el programa de Gobierno, habíamos contemplado la policía comunitaria como un instrumento valioso para que en barrios y poblados las personas vivan más seguras, y su calidad de vida se vea mejorada de forma sostenible. Por eso nos complace tanto que el modelo de policía comunitaria se esté extendiendo a comunidades.
Relaciones exteriores
Me voy a referir ahora a otro tipo de acciones del Gobierno que cubren a todo el país, y que integran el esfuerzo nacional en áreas claves. Varias de esas acciones tienen que ver con la relación del país con el resto del mundo.
El Gobierno ha tenido una participación activa en la apertura de una nueva etapa de relaciones mucho más intensas con el resto de Centroamérica.
La próxima visita del presidente Clinton es un reconocimiento a esa labor centroamericanista. También hemos tenido una participación de liderazgo en el Grupo de los 77 más China, y a partir de este año en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Y muy importante es el trabajo que hacemos en la preparación de la Zona de Libre Comercio que abarcará a todo el continente para el año 2005 y en la firme defensa del derecho de nuestros exportadoras contra las prácticas extranjeras que violan el libre comercio.
Gasolina y energía
Otra acción estratégica de cobertura nacional fue el plan con el que eliminamos el plomo de toda la gasolina del país. Desde hace muchos años, los especialistas en salud habían advertido que ese plomo era expulsado a la atmósfera por los vehículos, y que al respirarlo, las personas sufríamos daños en la salud.
La política energética y la política ambiental también se integran en la nueva etapa del programa de ahorro de electricidad, que se basa en la sustitución de bombillos por fluorescentes de bajo consumo de electricidad.
Con la campaña actual, se espera ahorrar ¢500 millones por año. Sus resultados dependerán de la participación de los consumidores, tanto de familias como de empresas.
Por eso pido a toda la ciudadanía a que nos involucremos en el programa de ahorro energético.
Inversión extranjera
Los ejemplos que mencioné nos hablan de un país que mantiene una vibrante lucha cotidiana por alcanzar una mejor calidad de vida para todas su gente. Para que ese esfuerzo colectivo rinda frutos duraderos, Costa Rica debe cambiar su estructura productiva, por otra más avanzada, que genere los recursos necesarios para que todos vivamos mejor.
Aquí reside la gran importancia de la política del Gobierno en el campo del comercio exterior, dirigida a atraer al país un tipo especial de inversión extranjera, la cual se caracteriza por producir productos sofisticados con tecnologías avanzadas y por emplear mano de obra calificada con buenos salarios.
Esto es lo que persigue nuestro programa de promoción de inversión extranjera de alta tecnología. Su éxito queda evidente, cuando constatamos que en este Gobierno se instalaron 20 empresas del ramo electrónico en zonas francas, tres veces más que las que se instalaron en los cuatro años anteriores.
La llegada de INTEL
La llegada de la empresa INTEL ejemplifica y profundiza este proceso y nos abre perspectivas excepcionales. Hará aquí una inversión mayor que la de todas las 160 empresas que operan actualmente en las zonas francas del país.
INTEL en Costa Rica, es una muestra de confianza en la situación nacional, una prueba de que en el mundo de los negocios internacionales se confía en que el proceso de desarrollo de Costa Rica es cada vez más sostenible.
Las empresas sofisticadas de las zonas francas no sólo están llamadas a generar puestos de trabajo bien pagados. También abren inmensas posibilidades de negocios con empresas nacionales.
Es precisamente el espíritu emprendedor de tantos costarricenses el que ha conseguido que la meta de exportaciones que nos fijamos al principio de este Gobierno, de 5 mil millones de dólares en el año dos mil, se vaya a cumplir para el año entrante, sin incluir las exportaciones de INTEL. Las nuevas proyecciones nos permiten trazar una nueva meta nacional de $8 mil millones para el año 2000.
Producción limpia
En su esfuerzo productivo, el país enfrenta un reto muy grande y difícil: el de preservar su medio ambiente de forma sostenible. Muchas experiencias recientes nos dan confianza en que asumiremos ese reto satisfactoriamente. Cito el programa de las empresas que se han comprometido a reducir paulatinamente su contaminación ambiental, que ha logrado resultados impresionantes. Varias han sido reconocidas con el premio Bandera Ecológica.
Finalizo con los ejemplos de la acción estratégica del Gobierno, al citar la iniciativa costarricense para venderle a los países desarrollados el servicio de eliminar dióxido de carbono, un gas que daña el ambiente, y que muchas industrias del mundo lanzan a la atmósfera.
El primer proyecto de ese tipo en el mundo fue la venta que hicimos a Noruega del servicio de eliminación de 200 mil toneladas de carbono. Por eso, le están pagando $2 millones a un grupo de 382 pequeños reforestadores que se encuentran en 26 cantones distintos, los cuales ya han recibido un primer pago de ¢208 millones.
Vicio del año electoral
Y así como reafirmo nuestra voluntad de servicio hasta el último día de nuestra gestión, reafirmo también nuestra determinación de romper con la práctica tan dañina de los llamados "años electorales", que consiste en elevar sin sentido de responsabilidad el gasto público, con la intención de influir en los resultados de la próxima campaña electoral al asignar cuantiosos recursos públicos con fines electoreros.
Ese comportamiento no sólo es profundamente dañino para la moral de la nación, sino que desequilibra las finanzas del Gobierno siguiente. Nuestra responsabilidad es romper con el ciclo electoral de las finanzas públicas. No queremos causarle al próximo Gobierno los problemas que tuvimos que sufrir al principio del nuestro.
Confío en que esa actitud de servicio irrestricto a los intereses de la Patria hasta el fin del actual período, sea también la que anime a los señores miembros de la Asamblea Legislativa.
Los costarricenses nos hemos acostumbrado a que en los últimos meses de los gobiernos se agudicen las luchas electorales dentro de la Asamblea Legislativa, y que en consecuencia, se reduzca sensiblemente su eficiencia. Todavía estamos a tiempo de que esa situación, que tanto perjudica al país, no ocurra en la actual Administración. En distintos momentos, la actual Asamblea Legislativa se ha caracterizado por una notable eficiencia.
Llamado a los políticos
Los costarricenses esperan y merecen que ese mismo espíritu sea el que prevalezca en el país hasta el final del Gobierno. Por eso deseo reiterar el llamado que hice el pasado 24 de octubre en cadena nacional de televisión.
Deseo pedirle a todos los costarricenses, y principalmente a los dirigentes de los partidos políticos, que tratemos de lograr un sano equilibrio entre la campaña electoral y la marcha del Gobierno, porque en una democracia avanzada como la nuestra, ambas deben coexistir.
No podemos darnos el lujo de malgastar 12 meses de trabajo y de recursos gubernamentales por actitudes electoreras. Permitirlo, sería una muestra de corrupción. No permitamos que ocurra. Asegurémonos que esta vez, tendremos un Gobierno activo y provechoso hasta el término de su período.
Reformas constitucionales
En cumplimiento del mandato que me impone el artículo 195 de la Constitución Política de la República, expreso mi opinión sobre las reformas constitucionales en curso.
Manifiesto mi conformidad con la reformas propuestas a los artículos 95, 96 y 97 de la Constitución Política, que apuntan hacia el perfeccionamiento de nuestro sistema electoral. Hago la salvedad en lo que atañe a la contribución del Estado a los partidos políticos en forma adelantada; propongo que ese pago adelantado no se aplique en el próximo proceso electoral, porque las finanzas públicas no están en condiciones de asumirlo.
También me pronuncio a favor de la reforma al inciso 5 del artículo 139, que modifica los procedimientos de salida al exterior del Presidente de la República, para que correspondan con el estado actual del transporte y las comunicaciones en el mundo.
Y con mucha satisfacción, expreso mi beneplácito por la reforma al artículo 78, en el cual se cristalizan dos valiosas conquistas del pueblo costarricense. Una de ellas es la fijación del gasto público en educación estatal como una proporción no inferior al seis por ciento del PIB, con la cual se establece un aumento del monto que el Estado dedica a estos servicios, y se da un paso firme hacia una Costa Rica cuyo desarrollo se base en el talento, la innovación y la creatividad de su gente.
Un futuro solidario
Sólo me resta rogar a todas y a todos, que no olvidemos nunca quienes somos. Somos un pueblo que en la segunda mitad de este siglo, construyó una nación educada, desmilitarizada y solidaria, que sigue brillando con luz genuina desde el centro de las Américas. Somos un pueblo al que espera un futuro luminoso.
Tengamos plena consciencia de la historia de creciente superación que nos une, para que sepamos ir juntos, los más pobres y los más ricos, los del campo y los de la ciudad, los mayores y los más jóvenes, al encuentro de ese futuro común que nos espera, un futuro al que llegaremos por la ruta de la solidaridad, de la tolerancia, de la vocación de progreso, y de nuestra buena voluntad.