La muerte en carreteras cede lentamente. A ayer habían fallecido 302 personas, 41 menos que las reportadas en el mismo período del 2003.
Pese al saldo positivo, la Policía de Tránsito ve casi improbable cumplir con la meta que se trazó para este año: reducir en 100 el número de muertos en accidentes de la circulación.
Para cumplir con esa meta, el saldo de muertes debió cerrar en 263 pues durante todo el 2003 perecieron 363 personas.
Hasta el 12 de diciembre pasado el Tránsito reportó 276 accidentes mortales. Cuatro de cada 10 percances fueron provocados por conductores ebrios.
Otro 24% se debió a exceso de velocidad y un 20% más por las imprudencias de los peatones.
El resto se distribuye entre fallas mecánicas, falsos adelantamientos, errores de los conductores, imprudencias de los ciclistas en carretera e irrespeto a las señales de tránsito.
Un 27% del total de colisiones, atropellos y vuelcos fatales se concentran en tres carreteras de alto tránsito: la Interamericana Norte, que conduce a Guanacaste; la Interamericana Sur, hacia Paso Canoas, y la ruta 32, de San José a Limón.
El director de la Policía de Tránsito, Juan Manuel Delgado, reconoció que estas cifras los obligan a reforzar los operativos preventivos en esas vías.
Esta vigilancia activa, con patrullas circulando constantemente, estará acompañada de operativos sorpresa para sancionar a los conductores temerarios o que ingieren exceso de alcohol.
A medias
Hasta ayer el saldo de 41 muertes menos respecto al 2003 no satisface del todo a las autoridades policiales.
Quinientos oficiales del Tránsito, apoyados por el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), promovieron este año la campaña "100 muertes menos, 100 vidas más", que no rindió los frutos esperados.
Para el director del Cosevi, Ignacio Sánchez, los resultados de la campaña no fueron tan positivos como se esperaba por la inadecuada educación vial de los conductores, y por la falta de controles para sacar de las calles a los infractores.
Según alegó, en el país se conceden las licencias de conducir con solo aprobar un sencillo examen práctico.
Pero luego, ya en las carreteras, no hay cómo quitarle el permiso a un chofer que recibe multas reiteradamente por conducir borracho o a altas velocidades.
Como un primer avance, el lunes pasado el Ministerio de Transportes y el Colegio de Médicos firmaron un convenio tendiente a que los resultados de la prueba médica para obtener la licencia de conducir sean controlados por un sistema informático.
Con esta medida se impediría el ingreso de datos erróneos sobre el aspirante.
La Policía de Tránsito mantendrá el próximo año la misma meta de 100 muertes menos que las registradas en el 2004.
Para ello llega reforzada con 70 motocicletas y 38 radares financiados con recursos propios y las donaciones de la Policía española. Aún así, la Policía arrastra un faltante de 300 plazas para el 2005.