Dos niños más murieron en el Hospital Nacional de Niños tras sufrir quemaduras por la explosión de pólvora ocurrida durante la celebración del año nuevo en una casa en Guayabos de Curridabat .
Un varón de 6 años falleció ayer a las 2 a. m., y otro de 10 años el 1 de enero en la tarde. Con ellos suman tres las víctimas mortales del accidente, pues el día del percance pereció una niña de 3 años, cuando era trasladada al hospital.
En tanto que en la Unidad de Quemados del Hospital de Niños, permanece un niño de 12 años, con el 95 por ciento de su cuerpo quemado. El pronóstico de vida de los médicos sobre este caso es "sumamente reservado", dijo Gerardo Mora Badilla, jefe del servicio de cirugía.
Paralelamente, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) inició las pesquisas del hecho, del cual fueron informados casi 12 horas después de ocurrido. La directora del organismo, Lineth Saborío, manifestó que un informe preliminar será pasado al Ministerio Público para que esa entidad determine si cabe alguna acción legal, aunque la Ley de Armas y Explosivos no prevé sanciones penales por guardar o almacenar pólvora.
Informe médico
El doctor Mora Badilla explicó que los niños llegaron prácticamente 'carbonizados'. Las lesiones externas cubrían la mayor parte del cuerpo, y la profundidad de estas afectó órganos vitales. Este tipo de lesiones tiene como consecuencia la fuga extrema de líquidos, dijo.
La niña, de 3 años, ingresó en el hospital sin signos vitales. Los otros menores presentaban quemaduras en casi todo el cuerpo y a una gran profundidad, al punto que se tocaron órganos importantes.
Los médicos lamentan que estas muertes debilitaran el avance que se había dado este año con respecto a los anteriores, cuando el número de víctimas infantiles por pólvora se redujo drásticamente a 9, por lo menos hasta el 26 de diciembre.
"Como costarricenses nos debemos sentir muy tristes por lo que pasó. Un proceso de prevención tan intensivo lastimosamente se ve afectado con esto, además de enlutar a varias familias.
"A pesar del dolor, también llamamos la atención de los padres de familia porque estos accidentes son totalmente prevenibles", agregó Mora Badilla.
¿Qué ocurrió?
La policía judicial informó de que luego de las primeras indagaciones se pudo comprobar que en una vivienda localizada cerca de la iglesia de Guayabos de Curribadat, varias familias se integraron el domingo 31 de diciembre para celebrar la llegada del año nuevo.
Desde las 8 p. m., al parecer, los adultos quemaron alguna pólvora. Alrededor de las 11:10 p. m. los mayores se dispusieron a cenar, en tanto que cinco menores ingresaron en una oficina de la casa, donde estaba guardaba una caja con pólvora.
Los niños de 3, 6, 10 y 12 años se acercaron a la caja, en tanto otro de 15 años se quedó en la puerta de la oficina porque según las pesquisas teme a la pólvora pues supuestamente en una fecha anterior se había quemado levemente un dedo. Según la versión de este joven, alguno de los niños prendió con un encendedor una mecha, pero se asustó o se estaba quemando y la soltó. La mecha cayó en la caja de pólvora y originó la explosión.
Los cuatro niños que estaban más cerca recibieron el impacto de la onda expansiva de fuego, en tanto, el que estaba en la puerta resultó ileso.
Los niños fueron llevados en carros particulares hasta un lugar cerca del centro de Curridabat donde fueron pasados a las ambulancias que los trasladaron al Hospital Nacional de Niños.
Según Lineth Saborío, todavía no se ha determinado cuánta pólvora había en el lugar ni dónde fue adquirida, porque todavía faltan las entrevistas de testigos.