Aunque estará en primer lugar de la próxima agenda de sesiones extraordinarias del Congreso, las fracciones de diputados dudan de la aprobación del plan fiscal en agosto.
La razón: aún queda por discutir en la comisión especial que lo discute un paquete de 1.065 mociones para alterarlo.
Este grupo de enmiendas corresponde al último de cuatro días habilitados para recibir cambios al texto en el plenario.
Después de agotada esa etapa, los diputados pueden reiterar en el plenario aquellas mociones rechazadas en la comisión (artículo 138 del Reglamento).
La duda de los partidos de oposición también la comparte el socialcristiano Mario Redondo, quien preside la comisión especial que ve las mociones.
Redondo estima que el plan podría discutirse por el fondo a partir de la primera semana de setiembre (sesiones ordinarias).
Sin embargo, Ricardo Toledo, ministro de la Presidencia, dijo el viernes que esperan la aprobación del plan fiscal en primer debate, a fines de agosto.
Según Toledo, una vez que el proyecto fiscal supere las mociones, el Poder Ejecutivo retirará todas las iniciativas en conocimiento del plenario.
Eso lo puede hacer el Gobierno solo en las sesiones extraordinarias (agosto).
En sesiones ordinarias son los diputados los que manejan la agenda.