Acciones y datos del Ministerio de Seguridad Pública evidencian, sin lugar a dudas, que el narcotráfico y la criminalidad penetraron los centros educativos del país. Es el caso de decomisos de armas, drogas e incluso la detención de estudiantes vinculados con esos delitos.
Desde el 10 de mayo hasta la fecha, la Fuerza Pública ha incautado dentro de colegios 4 gramos de cocaína, 264 gramos de marihuana y 1 gramo de crack. Además, logró detectar y decomisar 124 armas blancas, 6 armas no letales, pero además dos pistolas y un revólver.
Como presuntos responsables de la portación de drogas y armas, principalmente, se aprehendieron a 128 estudiantes.
La situación es tan grave que el ministro de Seguridad, Mario Zamora Cordero, se atreve a afirmar que los centros educativos se han convertido en el nuevo objetivo de los grupos criminales, debido al excedente de droga que las bandas de narcotráfico manejan.
Según el jerarca, las bandas intentan colocar las sustancias en los colegios con la estrategia de volver a los menores adictos, pero además reclutarlos en el tráfico de drogas y asegurar la existencia de la organización.
La alerta ya la había dado Zamora en entrevista con La Nación, en julio pasado, cuando informó de que, estratégicamente, hay grupos delictivos que operan muy cerca de los centros educativos, lo que facilita que se inserten en las instituciones.
“Cuando se ubica en un mapa un centro educativo y se hace un análisis de su periferia, en los 100 metros o 150 metros, curiosamente se encuentran búnkeres y puntos de venta, casi en todos los colegios”, aseveró el jerarca.
Solo en el primer semestre de este año se llevaron a cabo 48 operaciones en las cercanías de secundarias, a una distancia de entre 100 y 150 metros, donde se desarticularon 36 organizaciones dedicadas al narcotráfico, según datos de la Policía de Control de Drogas (PCD).
En ocasiones, según las autoridades, padres e incluso docentes están vinculados en consumo o en tráfico de estupefacientes.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) reconoce la problemática, ya que en el sistema educativo público se encuentra una quinta parte de la población del país, concentrada en 4.000 escuelas y colegios, lo que lo convierte en un punto atractivo para el narcotráfico.
En todo el país, el Ministerio ha identificado 33 distritos donde el fenómeno es más grave, zonas donde también se conjugan el alto desempleo y la pobreza, factores que profundizan la problemática.