El decano de la facultad de Derecho de la UCR, Alfredo Chirino, considera que son injustos los ataque que él ha tenido que recibir, luego de que el semanario Universidad revelara que al menos diez mujeres aseguran haber sido acosadas sexualmente por el catedrático Mainor Salas.
Según Chirino, sus declaraciones a ese medio fueron descontextualizadas y, en su criterio, quien debe responder y dar explicaciones sobre este caso, es el propio Salas.
Además, insistió en que si las aparentes afectadas no presentan las denuncias formales, él y la Universidad de Costa Rica (UCR) no pueden dejar de nombrarlo como profesor o director de tesis, pues hay que respetar el debido proceso y el derecho a la defensa del catedrático.
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A continuación la entrevista que Chirino concedió a La Nación:
– Podemos comenzar con la frase de la discordia: “Con este docente en particular hay toda una leyenda negra de la forma en la que él da clases, los ejemplos que utiliza, algunas referencias que hace, pero todo han sido rumores” ¿Fue una equivocación calificar en el momento lo que se plantea sobre don Mainor de esa forma? Y también, ¿a qué quería usted referirse con leyenda y con negra?
– Esas frases, que efectivamente aparecen en mi entrevista, fueron descontextualizadas y sacadas del marco de referencia en el que yo quería situarme. Yo no quería decir que estas denuncias tan graves eran asuntos sin importancia o temas sobre los cuales no debería ponerse ninguna atención, sino lo que yo estaba diciendo es que, en la medida de que no tengamos unas denuncias concretas, que concreticen hechos, que concreticen específicas acciones, que concreticen efectivas afectaciones a las personas, nosotros desde un punto de vista del debido proceso, no podemos considerar que esos hechos hayan podido llegar formalmente al conocimiento.
"A eso me refería y que la denuncia es el mecanismo dentro del cual nosotros podemos funcionar en un contexto donde impera, por supuesto, el principio de legalidad.
“Fui entrevistado antes de que esta noticia periodística surgiera a la vida pública, yo no supe previamente qué habían dicho las muchachas que habían sido entrevistadas. Por supuesto que si hubiera escuchado y visto lo que estas personas decían que había ocurrido, por supuesto que coincidiría con todo el público que tuvo acceso a esta nota en decir que, efectivamente, se trata de hechos muy graves, de hechos que no pueden ser admitidos, que no pueden ser de ninguna manera considerados parte de la vivencia o de la vida académica, porque son hechos absolutamente reprochables”.
– Para comprender el contexto, usted dice que fue descontextualizado, ¿qué fue lo que usted entonces calificó como leyenda negra?
– Yo refiero a todo el contexto de la entrevista donde yo señalé tres ideas fuertes. La primera es que la Facultad de Derecho tiene cero tolerancia al acoso sexual. En segundo lugar, plantee muy claramente que los casos que han sido denunciados se tramitan conforme con la normativa universitaria y que hay una comisión específica que tiene esa competencia.
“Y en tercer lugar, señalé muy claramente que las personas que se sienten afectadas manifiesten lo que sucede, porque sino lo manifiestan estamos dentro del marco del rumor, estamos dentro del marco de las circunstancias que no están debidamente contextualizadas, que no están debidamente demostradas, que no están debidamente introducidas a un ámbito donde se pueden tomar decisiones.
"Hay que decirlo, en relación con un profesor o profesora que haya acosado a una persona del sexo femenino o masculino y que haya tenido alguna vinculación a un hecho grave, pues evidentemente esta persona necesita ser sometida a un proceso donde tenga derecho a la defensa, que tenga derecho a manifestar lo que corresponda a los derechos que tiene en el contexto del debido proceso.
“Sin duda alguna que sostener esto frente a un grupo de personas muy preocupado por estos temas, yo lo estoy en lo personal también, pero estoy más preocupado todavía porque mis manifestaciones hayan podido ser entendidas como que la universidad no quiere atender estos pedimentos de apoyo y de ayuda a personas que han sufrido este tipo de acoso”.
– Más allá de que se haya descontextualizado, ¿fue desafortunado el abordaje que al final se interpretó de la posición inicial de las autoridades universitarias en este caso?
– A mí me parece que fueron desafortunadas muchas cosas. Fue desafortunado una entrevista sin haber tenido el contexto previo de las denuncias de las muchachas que conocí recién aparecieron en el semanario.
"En segundo lugar, fue desafortunado también el desmarque de las autoridades universitarias con respecto a este servidor de ustedes, cuando señalan que yo no represento a la universidad.
“(...) El miércoles tuve un acercamiento muy interesante con los estudiantes, donde quedamos de tomar una serie de acciones muy inmediatas, y yo estoy esperando que dentro de esas acciones muy inmediatas que se tienen que venir produciendo y que evidentemente tendrán incidencia en el quehacer de esta facultad, es que todas esas denuncias colectivas que se han planteado en el semanario se traduzcan también en denuncias que, nuestro comisión de acoso sexual pueda conocer y tramitar”.
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– Hablando de acciones, en la entrevista con Universidad, usted acepta que existían rumores sobre don Mainor Salas, ¿qué se hizo desde el decanato sobre esos rumores, se les dio la espalda, se avisó políticamente, qué se hizo?
– (...) Cualquiera podría decir que si usted nota debilidades de esa reglamentación por qué no ha promovido una modificación, pues desde la mesa de trabajo que instamos hace un par de años, hemos puesto como punto de reflexión de la facultad, modificaciones a este reglamento, recién el miércoles que tuvimos asamblea de facultad y con presencia de los miembros del Consejo Universitario, la representación estudiantil les instó a los miembros del Consejo a que abrieran la posibilidad de abrir una discusión pública sobre reformas importantes que pudiera haber sobre la normativa de acoso sexual.
“Y este decanato y esta persona que le habla, está en la mayor disponibilidad de hablar con los estudiantes para lograr que esos cambios puedan traducirse en acciones efectivas, acciones eficientes para crear un marco de referencia mucho mayor y que este reglamento tenga un ámbito de cobertura mayor”.
– Pero cómo evalúa desde su gestión, la responsabilidad del decano de que exista un ambiente seguro para que las mujeres puedan estudiar en esta facultad, lo digo porque una vez que aparece el tema de don Mainor, comienzan a aparecer denuncias como que a las mujeres se le avisa que con ciertos profesores hay que tener cuidado, que hay problemas de este tipo.
– (...) Hay que reconocer que mientras no hayan denuncias, mientras no tengamos actos concretos y específicos de las personas que hayan sufrido este tipo de actos, es muy difícil tomar decisiones administrativas. Aun así, es importante también señalar que la universidad nos ha puesto, debido a las evidentes situaciones presupuestarias que estamos enfrentando, que no tengamos profesores sin dedicación horaria a la vida académica y esto es una obligación que todos los directores y decanos de las diversas unidades académicas tenemos, tenemos que asignar espacio académico para que los profesores participen.
"Entonces usted dirá, si usted como decano sabía que habían rumores, sabe que estos rumores son ciertos, que se han planteado, ¿por qué usted mantiene a este profesor trabajando en la facultad? Bueno, porque efectivamente no hay todavía ningún procedimiento que me permita a mí una medida cautelar por ejemplo, a algún tipo de decisión que avale separarlo de sus responsabilidades académicas.
– Los estudiantes piden que no se asignen más cursos a don Mainor ¿Eso es posible, usted lo puede hacer?
– Desde el punto de vista del decano, yo no tengo mucha posibilidad de no asignar carga académica, mi deber es asignar carga académica y si tengo a un profesor tiempo completo, como es el caso de don Mainor, se le debe asignar carga académica en razón del tiempo dedicado a la universidad. Precisamente sobre eso, he tenido personas de la representación estudiantil indicándome que no se sienten confortables con él, que en sus cursos se manifiestan prácticas que no son compatibles con lo que los estudiantes espera de un profesor.
– Específicamente, en el oficio que le envía la Asociación de Estudiantes de Derecho se lee: Las y los estudiantes han externado que el profesor expresa comentario misóginos, irrespetuosos, que incurre constante en manifestaciones sexistas y que en sus clases los estudiantes se han sentido vulnerados, acosados y hostigados. O sea, ¿esa preocupación se minimizó o qué ocurrió?
– No se minimiza, en lo absoluto, más bien significó para este decanato el separarlo de una serie de cursos y de actividades académicas, lo que pasa, y esto lo debe de entender usted, hay una serie de disposiciones administrativas dentro de la universidad que me obligan a asignar carga académica, no puede tener a un profesor sin carga académica, no puedo tenerlo ocioso, es un recurso muy caro y hay que tenerlo en trabajo.
– ¿Si no hay una sanción por una denuncia como la que él vivió en 2015 a don Mainor se le debe asignar carga académica?
– Esa es una disposición de la propia rectoría y la vicerrectoría académica y no solo me refiero al caso de don Mainor, lo digo en general.
"Lo que quiero decirle es que buena parte de la preocupación que yo tengo como decano es que yo puedo hacer hasta un cierto punto, en mi posibilidad de gestión administrativa, puedo tomar una serie de decisiones, pero sin una denuncia no puedo separar a una persona de sus actividades académicas, apartar a una persona de su trabajo sin una medida cautelar establecida por un órgano administrativo o por un órgano judicial.
"Me es imposible tomar una acción administrativa de carácter más riguroso del que se puede tomar sacándolo de una actividad académica y tratándolo de orientar hacia otra. De hecho, a raíz de algunas referencias que han hecho los estudiantes, yo he procurado conversar con el profesor e indicarle que se han dado estas manifestaciones a raíz de lo manifestado por la representación estudiantil, que usted acaba de referenciar.
"Le pedí un informe al señor Mainor Salas para que me indicara cuál era su posición sobre esas denuncias, que en realidad no son denuncias formales, pero si son manifestaciones muy serias sobre su comportamiento como profesor.
“Yo en este acuerdo que llegué con los estudiantes, en donde por supuesto espero que las personas que dieron con gran valentía y con un gran ejemplo cívico, manifestaciones de lo que habían sufrido con esta persona, yo esperaría en un plazo muy corto, esta misma semana o la próxima, las denuncias correspondientes para poder entonces, tomar medidas más fuertes que sí estarían abarcadas por las competencias administrativas que tengo como decano en el marco de un procedimiento de acoso sexual”.
– ¿Este informe que se le pide a don Mainor es después de la publicación de Universidad?
– No, esto ocurrió cuando se presentó el oficio de la Asociación (en febrero pasado).
– ¿Y qué alega don Mainor?
– Hasta el momento él no ha hecho ninguna manifestación, o sea, no me ha hecho llegar una reacción escrita. No hay un tiempo perentorio de respuesta.
– ¿Después de ese oficio se nombró a don Mainor en algún curso?
– Sí, don Mainor está dando clases, esa es otra situación muy importante que se entienda, la sociedad civil tiene que entender que un profesor que está dentro de la universidad para la cual todavía no hay una manifestación clara y orientada a la indicación de hechos que le sean imputables, no puedo yo dejar de nombrarlo.
"(...) Cualquier imputación disciplinaria a un profesor también depende de un procedimiento que se inicia a partir de hechos conocidos, esta circunstancia limita la actuación de un órgano administrativo, puesto que de oficio y sin ninguna clase de denuncia, ni respaldo probatorio, es muy poco lo que se podría hacer de manera disciplinaria.
“(...) En modo alguno se puede decir que esa denuncia colectiva que tiene Universidad no es un elemento importante, yo casi le diría que debería ser el punto de inicio de una investigación muy importante sobre el comportamiento de este profesor y esa investigación se va a iniciar a raíz de esa publicación”.
– ¿Sin denuncia no se puede hacer nada?
– A raíz de esta noticia del semanario y la divulgación que se hace de hechos que le son imputables, podemos iniciar un proceso de conocimiento y es algo que haremos oportunamente en los próximos días.
– ¿Por qué los jóvenes evitaban matricular con don Mainor?
– Los estudiantes pueden tener diferentes criterios, probablemente las razones que ahora son públicas y notorias, pueden estar relacionadas. Pero en general, antes de esta publicación, eran comentarios que se hacían sobre la forma en la que el profesor podía hacer su clase dentro del marco de la posibilidad de autonomía que tiene para desarrollar su curso, la autonomía de cátedra.
– ¿Cómo era el método de don Mainor?
– No conozco su forma de dar clases porque no he sido su estudiante, lo que se plantea por parte de los estudiantes es que su método es demasiado confrontativo, que plantea los temas de una manera muy fuerte.
– ¿O sea que los rumores previos siempre fueron sobre el método y no sobre hostigamiento?
– Digamos que no eran sobre el hostigamiento en concreto de alguien es específico, sino por un método que no era del gusto de los estudiantes que matriculaban, siempre había algún grado de matrícula y los estudiantes que terminaban el curso algunos se manifestaban positivamente sobre el curso.
“En general, como autoridad universitaria, a pesar de que hoy podría parecer evidente que todas esas cosas estaban pasando, no eran tan evidentes, ni claras como lo son hoy".
– Usted dice a Universidad que se había sentado a hablar sobre las quejas previas a con don Mainor ¿Cuántas veces recuerda que se sentaron a hablar y cuál era la reacción de don Mainor?
– Usted puede imaginarse que las conversaciones mías fueron directas con él, relacionadas con los hechos que me habían puesto en conocimiento los estudiantes y evidentemente en un acto de defensa el profesor rechazaba estos hechos e indicaba que no eran cuestiones que se estaban produciendo realmente, que eran apreciaciones, criterios subjetivos, afanes personales de determinados estudiantes ; insisto esto es lo que me decía, no lo que efectivamente podía haber sido la realidad, era su explicación.
– ¿Cuántas veces recuerda haber tenido ese tipo de intercambio con Salas?
– Yo debo haber tenido con don Mainor al menos unos tres o cuatro intercambios en el tránsito del año pasado y este.
– ¿Era algo relativamente reiterado, cada tres o cuatro meses?
– Yo no pondría la periodicidad en virtud de los encuentros que tuve con él, yo pondría la periodicidad a partir de cuando fue necesario sentarme con él a revisar hechos y circunstancias que llegaban a mi conocimiento, de nuevo de una manera no oficial.
– ¿Se intensificaron durante sus años en la decanatura las quejas de los estudiantes sobre don Mainor?
– Me parece que sí ha habido una intensificación de la temática entre los estudiantes, tampoco puedo decir que es específicamente en el caso de este profesor, creo que el tema ha tenido una enorme relevancia sociocultural, probablemente el movimiento ‘Me Too’ en los Estados Unidos, el tema que se provocó con las denuncias contra un famoso político costarricense, es decir, todos estos temas han venido posicionando el tema del acoso en el discurso público.
– ¿En las ocasiones en que usted compartió espacios docentes con don Mainor notó alguna actitud reprochable?
– Yo he intervenido en algunos conversatorios con él, él solía tener un espacio en la facultad que era como un conversatorio sobre temas de interés de filosofía del derecho, de temas de derecho penal y me tocó participar en dos o tres de estos conversatorios, lo que yo le puedo decir es que el método de participación de don Mainor en estos eventos es muy confrontativo, es decir, no es lo que es usual en nuestro contexto costarricense de que sea una charla donde se comparten criterios diferentes y se llega a una solución de síntesis.
“Lo que plantea don Mainor siempre es un planteamiento muy crítico de las posiciones de los demás y podríamos decir la expresión de un lenguaje expresivo y muy claro en relación con la oposición de la tesis del otro, una persona no acostumbrada al debate intenso podría entender que esa forma de discusión de don Mainor es irrespetuosa o que tiende a disminuir no solo la importancia del argumento, sino de la persona.
“Yo estoy acostumbrado al debate fuerte, yo he estudiado en países donde ese tipo de debates se dan y es natural a otra forma cultural de cómo se hace un debate de un tema, pero nunca lo escuché en esos eventos que hubiera una falta de respeto por el uso de palabras obscenas o la utilización de lenguaje inapropiado en relación con temas relacionados con condiciones personales del ciudadano o ciudadana que está interviniendo en esos debates, distinto es si esto podría haber pasado en clases y para poderlo saber habría que estar en todas sus clases y en todo momento o circunstancias que él tiene interacción con alguien y saber si en esa interacción ha habido un tratamiento sexista”.
– ¿Qué criterio tiene usted de don Mainor como profesional?
– Don Mainor es una persona profundamente capacitada, tiene un doctorado y una maestría en derecho penal de la Universidad de Múnich y estudió con uno de los más prestigiosos penalistas alemanes de nuestro tiempo, el profesor Claus Roxin.
"Es una persona que tiene un currículo de publicaciones realmente excepcional, tiene desde el punto de vista de publicaciones en revistas tanto en español como en otros idiomas, si usted revisa su currículo y lo analiza en su condición de intelectual usted va a decir es una persona que representa un bagaje cultural y una preparación científica realmente importante, eso es algo que tenemos que poner por aparte.
“Lo otro que es lo que ha surgido de todas estas informaciones periodísticas es obviamente una persona que en su trato contrasta con esa formación académica”.
– ¿Tiene usted alguna relación fuera de la academia con don Mainor? ¿Son amigos?
– No, yo no tengo relación de amistad con él, lo que tengo es una relación de compañeros de la universidad de aquí de la facultad de Derecho porque él es miembro de la asamblea de facultad, es miembro de la cátedra de Derecho Penal y yo soy miembro de esa misma cátedra.
– ¿Desde cuándo se conocen?
– Probablemente desde el tiempo que estuvimos en Alemania estudiando, tal vez un tiempo antes.
– ¿Estudiaron juntos en Alemania?
– No contemporáneamente, pero sí más o menos en alguna época se coincidió. Él obviamente tiene una larga trayectoria en la facultad de Derecho, es un profesor en régimen académico y una persona que llega a ser catedrático, pues ya tiene muchos años de dedicación al quehacer de la UCR.
– La Asociación de Estudiantes dice que tiene conocimiento de casos de hostigamiento sexual por parte de al menos otros cuatro profesores ¿Le han llegado a usted esos rumores?
– Desgraciadamente no tengo noticia de otros casos, no tengo noticia, en las últimas manifestaciones las estudiantes han manifestado que existen otros casos, de hecho en el conversatorio que tuvimos después de la asamblea de facultad del pasado miércoles, las estudiantes indicaban que no se trataba solo del caso de Mainor, sino de otros profesores de la facultad de Derecho y sobre eso insisto estoy seguro que en los próximos días tendremos una actividad muy intensa, probablemente procesal de los y las estudiantes poniendo las denuncias contra los otros profesores que puedan tener alguna vinculación a hechos de esta naturaleza, ¿y por qué le digo eso? Porque estoy confiado que con la colaboración de los estudiantes vamos a poder hacer mucho por lograr ese ambiente libre de acoso que todos queremos.
– ¿El personal docente y administrativo femenino le ha manifestado algún tipo de caso de hostigamiento?
– Hasta la fecha el personal docente y administrativo no me han manifestado ningún caso de acoso y se lo digo, no he tenido noticia de ninguna referencia a ello.
– Uno de los testimonios es de una joven que abandonó la Universidad por este tema de acoso ¿Cómo toma ese testimonio?
– Como profesor universitario me siento muy dolido que una experiencia absolutamente reprochable de un ambiente académico enfermizo, como podría ser el que esta persona vivió la haya invitado a abandonar la carrera, eso es algo que sin duda como decano y profesor me llena de mucha angustia y de mucho sufrimiento, pero como ciudadano todavía más porque eso significa que una persona podría llegar a esta universidad, a estas aulas en que hemos cuidado tanto que la metodología de trabajo, que las actividades extra y curriculares sean todas idóneas para que las personas se sientan en un ambiente constructivo y de creación de conocimiento y que eso no se produzca.
“Igual que le pasó a esta muchacha yo tengo tres hijas, soy padre de tres hijas que han tenido interacción universitaria y cualquier padre de familia esperaría que sus hijas e hijos tengan una experiencia constructiva, gozosa, que sea incluso biográficamente recordable para una persona”.
– ¿Ya habló con don Mainor después de las publicaciones?
– No he tenido ningún contacto con él, él probablemente ha cerrado contacto externo, esto es lógico y razonable tomando en cuenta lo sucedido. Yo no dejo de sentirme en este sentido un poco extraño de que buena parte de toda la reacción pública incluso de los medios de comunicación y cierto sentimiento recalcitrante que hay en relación a este tema se haya dirigido contra este decanato, no solo porque lo considero injusto porque hemos hecho méritos para que esta situación sea distinta, sino porque hay que sentar las responsabilidades donde corresponden y don Mainor debería estar respondiendo a estas imputaciones y debería estar activo en el ejercicio de una explicación pública de estos hechos.
– Tanto el rector Henning Jensen, como el rector a. i., Fernando García condenaron sus declaraciones en Universidad. ¿Le llamaron la atención a usted después de la publicación? ¿Ya habló con ellos?
– A mí me parece que el mismo mal entendido que se provocó en redes sociales y las personas que leyeron rápidamente mis manifestaciones en el periódico Universidad también son los mismos malos entendidos que las autoridades universitarias han tenido con respecto a mis manifestaciones, yo tengo claridad que si tuviera este acercamiento a las autoridades universitarias podría contextualizarlos de cuáles fueron las razones de mis manifestaciones y cuál ha sido mi trabajo.
“Ellos lo conocen, ellos saben el compromiso que tiene este decanato y esta administración con una universidad justa, humana y libre de acoso sexual y tendré la oportunidad el próximo lunes en una reunión que tenemos el consejo de decanos con el señor rector, donde tendré la ocasión de plantear este tema y hacerlo como se hace en la universidad en un diálogo abierto con autoridades universitarias donde este tema tenga la difusión que merece en relación con una problemática que no es solo de la Facultad de Derecho.
– Entre ayer y hoy se ha hablado mucho de la ineficiencia del reglamento contra el acoso sexual de la universidad ¿Qué se puede cambiar para mejorarlo?
– Yo soy penalista y me ha tocado trabajar en diversos países en la construcción de legislación penal y uno de los grandes problemas que toda legislación tiene, sobre todo legislaciones de carácter sancionatorio, pero sin duda el gran problema es la proporcionalidad que es que usted pueda medir el grado de afectación de una persona en sus derechos y bienes jurídicos y el monto de pena que es asignable a esa imputación, creo que lo que manifiesta esta reglamentación y es lo que yo como decano podría hacer es orientar el trabajo para poder alcanzar mayor proporcionalidad de las penas.
“Pero también me parece que hay otras cosas que como decano quisiera impulsar, por ejemplo la posibilidad de denuncias colectivas, me parece que el tema de denuncia colectiva es algo que acompaña, la víctima no se siente sola va en conjunto y se puede plantear como una posibilidad más de denuncia.
“Debería de haber también mecanismos más efectivos de acompañamiento, debería haber mayor apertura a que haya acompañamiento en las propias unidades académicas, no digo que la administración sea la que de ese acompañamiento, pero nosotros hemos creado aquí grupos de apoyo, entonces si una persona siente que ha vivido algún tipo de acoso, estos grupos podrían acompañar los procesos de denuncia.
“Y dejo de último un aspecto que yo creo que el reglamento debería de tener que pudiera instarse denuncias de las propias unidades académicas directamente, porque en este momento es un proceso de denuncia de víctimas y debería haber la posibilidad de establecer denuncias un poco más institucionales cuando las autoridades universitarias tienen conocimiento a través de hechos públicos y notorios que hacen referencia a cuestiones muy graves y muy serias”.