Mariana recibió clases adicionales, simulacros y prácticas en el colegio privado Nueva Esperanza, en Heredia, para prepararse para el examen del admisión del Tec.
No satisfecha con eso, desde febrero y hasta setiembre, todos los sábados, de 8 a. m. a 2 p. m., recibió clases adicionales en un instituto para prepararse para esta prueba. Sus padres pagaron ¢45.000 mensuales por estas clases.
Su sueño era estudiar Ingeniería en Biotecnología, una carrera que solo se imparte en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec).
Su confianza no decayó cuando la casa de enseñanza anunció en setiembre que no haría examen de admisión sino que los escasos 2.329 cupos para el 2021 se iban a repartir por cuotas, en cuatro grupos de centros educativos, tomando en cuenta el promedio de calificaciones del colegio (nota de presentación).
Ella estaba segura de que sería admitida aun con ese sistema, pues su promedio de notas es de 99,5 y el promedio de admisión que le otorgó el Tec fue de 791,42 ( el máximo es 800).
Para su sorpresa, el lunes fue informada de que no estaba admitida. Mientras intentaba digerir esa noticia, amigos suyos de otros colegios privados con menores notas de presentación y de admisión le pasaban pantallazos de que ellos sí habían ingresado.
Mariana no lo entendía.
“Era su proyecto de vida. Lo que más me preocupa es que idearon un mecanismo para admitir a personas con notas bajas porque tienen menos oportunidades, eso no es un criterio válido. Mi hija tiene dos años quemándose las pestañas para tener buenas notas y poder entrar a la carrera de Biotecnología, no fue admitida. Amigos de ella de otros colegios con notas de admisión menores a 600 y notas de colegio de 80, fueron admitidos. No es justo, lo considero sumamente injusto. Lo importante es que se premie por el esfuerzo, Mariana casi tuvo el 800 y no fue admitida, es frustrante”, relató Herley Sánchez, madre de la adolescente.
El examen de admisión del Tec se sustituyó por un mecanismo que dividió en cuatro grupos a la población interesada en ingresar a una carrera, dependiendo de los colegios de procedencia.
Para otorgarles un puntaje de admisión se tomó en cuenta el promedio de las notas de décimo; solo en los liceos técnicos se permitió usar también las de undécimo. Lea aquí el reportaje para conocer a detalle el proceso de admisión que se implementó.
Muchos planes
Según relató Sánchez, ella y las madres de otras dos alumnas se habían puesto de acuerdo para, entre las tres, alquilar un apartamento en Cartago para que su hija no tuviera que viajar cuando empezaran las clases en el Tec.
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La joven estaba segura de que con su promedio de notas entraría, por eso también había buscado los convenios que tiene el Tec con otras universidades en el exterior, para planear una especialización.
"Ella le había puesto alma, vida y corazón en esto, el proyecto de vida de ella era esa carrera. No respetaron las notas. Si uno hace un examen, se prepara y se saca un 100 y otro alumno sacó un 80, yo me gané el puesto, nadie me lo regaló. Fueron dos años de preparación de Mariana como para que ahora digan ‘pobrecitos, por la pandemia los de menos notas van a entrar’. ¿Para qué los hacen prepararse si al final los escogieron al azar? Ella aún está asimilando que no fue admitida, le dolió muchísimo. No es justo ", relató la madre.
Sánchez añadió que desde el lunes apeló ante el Tec la decisión, llamó a la Universidad pero le dijeron que enviara su reclamo al correo admision@tec.ac.cr
Ese periodo de apelación está abierto hasta este viernes 13 de noviembre.
Ahora, contó la madre, su hija hará el examen de admisión de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional programado para aplicarse de manera presencial del 1.° al 20 de diciembre, con un protocolo sanitario avalado por el Ministerio de Salud para prevenir los contagios de covid-19.