José Ortega Padilla es oriundo de San Cristóbal Norte de Desamparados, limítrofe con la zona de Los Santos. Desde que iba a la escuela en aquella zona entre montañas sabía que dejaría el pueblo para buscar mejor educación, estaba dispuesto a dar lo mejor de sí.
Y desde el comienzo lo hizo y ese esfuerzo le permitió alcanzar metas, hasta que este noviembre, se topó con un inesperado obstáculo. Él es uno de los alumnos que quedó fuera del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec), luego de la implementación de una nueva metodología de admisión.
Con esa frustración, relató paso a paso su historia.
Cuenta José, que cuando llegó el momento de ir al colegio, no le importó viajar hora y media en bus, de ida y de vuelta, desde su San Cristóbal hasta el Liceo Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer, en Cartago, un liceo semiprivado al que entró tras aprobar un examen de admisión. Para pagar la mensualidad ayudaba a sus papás a recoger café entre diciembre y febrero, mientras que para el almuerzo le dieron beca.
Su siguiente meta fue entrar al Colegio Científico, en aquella ciudad, también gracias al sistema de becas. Hizo el examen de admisión e ingresó a décimo en el 2018.
Por sus altas calificaciones y el compromiso demostrado, se hizo merecedor de otra ayuda de ¢95.000 mensuales para pagar un apartamento en Cartago, lo que le representó un gran alivio pues las clases eran de 7 a.m a 5 p. m. y el próximo bus hasta su casa salía hasta las 8 p. m.
Para la comida y otros gastos personales en el 2018 se ayudó con la venta en el colegio de los aguacates que sembraba su papá.
En sus deseos de aprender más, buscó oportunidades para estudiar en una secundaria en Estados Unidos. Nuevamente, sus calificaciones le permitieron ir a ese país durante un año, en 2019, con beca. Desde ese año se comenzó a preparar para el examen de admisión del Tec, decidido a estudiar Ingeniería en Biotecnología.
“En Estados Unidos busqué en Internet prácticas para el examen de admisión al Tecnológico, les pedí a mis compañeros de la anterior generación, todos habían sido admitidos en el Tec, prácticas para estudiar. Todos los fines de semana allá dedicaba un tiempo, para contestar 30 preguntas”, relató el joven de 18 años.
En 2020 regresó a Costa Rica para terminar el undécimo en el Colegio Científico. La preparación para el examen de admisión se intensificó, la comenzó el abril.
“Todas las noches, antes de acostarme, como a las 12 medianoche, respondía 20 o 30 preguntas de prácticas del examen de admisión. No lo podía hacer antes porque salía de clases virtuales a las 5 p. m., luego cenaba, me ponía a hacer los trabajos y a estudiar para las evaluaciones y terminaba tarde; hasta las 12 medianoche podía practicar. Al otro día las clases comenzaban a las 7 a. m.”, relató.
Los Colegios Científicos son colegios públicos, gratuitos, preuniversitarios, en los cuales se estudia en forma muy intensa con énfasis en Matemáticas, Física, Química, Biología e Informática. Funcionan en las universidades debido a la necesidad del uso de laboratorio. Hay 10 sedes en todo el país.
Decepción
Para este joven fue una “total decepción” darse cuenta, en setiembre, que el examen de admisión al Tec no iba a realizarse y que los cupos se iban a repartir por cuota, entre cuatro grupos de colegios y provincias, y tomando en cuenta solo las notas de décimo.
Según el Tec, este mecanismo se usó para asegurar el acceso de todos los jóvenes, sobre todo los más vulnerables y garantizar una distribución “equitativa” del cupo. Esto permitió que alumnos con notas más bajas entraran y estudiantes con altos promedios no.
Lea aquí el reportaje para conocer a detalle el proceso de admisión que se implementó.
“Fue un shock, porque toda la preparación fue en vano, dos años preparándome para el examen de admisión. En ese momento todos mis compañeros supimos que, con ese mecanismo, teníamos menos posibilidad de ingresar, porque la carga académica del científico es más pesada, hay más materias, la evaluación es diferente, casi no hay puntos por trabajo cotidiano en las materias, solo se evalúa con exámenes. Además, solo se tomó en cuenta las notas de décimo, un año de adaptación para todos los que ingresamos a los científicos, en ese año el promedio es menor”, dijo el estudiante.
El promedio de notas del colegio de Ortega fue de 95,45 y la nota admisión que le otorgó el Tec, de acuerdo a sus calificaciones, fue de 728,14 (el máximo es 800). Este joven fue el alumno con el mejor promedio del Colegio Científico de Cartago.
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Sin embargo, el lunes, el Tec le informó de que no fue admitido para ingresar en 2021. Tampoco ninguno de sus compañeros de generación.
“Me asusté. En cualquier otro año hubiera sido suficiente para ingresar a Biotecnología, pero esto se salió de mis manos, no fue mi culpa. Con el examen de admisión siempre compensamos las notas del colegio. Es increíble que alumnos con menos calificaciones sí hayan ingresado porque uno se esforzó por tener las mejores calificaciones. Salí de una zona rural por una mejor educación y me quitaron la oportunidad”, declaró.
Todos los años, los alumnos de colegios científicos son admitidos al Tec por sus calificaciones. Sin embargo, según explicó Roberto Mora Sánchez, director de colegios científicos, el mecanismo de admisión hizo que de los 176 solicitantes de un cupo, solo tuvieran un puesto 45, 30 quedaron en espera de si queda un cupo dispone; 94 quedaron en condición de elegibles ( sacaron más de 520 en el puntaje de admisión que es el mínimo para concursar por un puesto en el Tec) y 9 están en la condición de elegibles con admisión restringida.
Mora dijo que han sido los peores resultados de los colegios científicos en los 31 años de historia en la admisión al Tec.
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Ahora, Ortega va a hacer el examen de admisión a la Universidad de Costa Rica y a la Universidad Nacional el cual van a aplicarlo manera presencial del 1.° al 20 de diciembre de 2020, con un protocolo sanitario avalado por el Ministerio de Salud para prevenir los contagios de covid-19.
“El Tecnológico era la mayor opción, no había contemplado que eso podía pasarme. Mis papás me dicen que no es mi culpa. El esfuerzo que hice no cerró de la manera que yo esperaba, no hablo solo por mí sino por las personas que sienten lo mismo que yo. A mí no es que me regalaron la beca, yo la busqué y tuve que cumplir requisitos, presentar las facturas y tener buenas notas. Es frustrante”, dijo.