Talamanca, Limón. Los 71 alumnos cabécares del Liceo Rural China Kichá, en Talamanca, Limón, ya no quieren pasar un año más recibiendo clases en unas instalaciones sin agua potable ni letrinas.
Estos estudiantes indígenas, representados por la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Cabécar (Aditica), acudieron a la Sala IV y lograron que este órgano constitucional obligara a los ministerios de Salud y de Educación Pública (MEP) a mejorar las instalaciones de su colegio.
El voto a favor es del 31 de enero pasado, aunque la resolución número 2014001276 se hizo pública el 5 de marzo. En ella se ordena a Salud girar una orden sanitaria para corregir las carencias en ese centro que apenas abrió el año pasado.
En su fallo, los magistrados dieron la razón a los estudiantes después de comprobar, entre otras cosas, las filtraciones de agua de lluvia con cada aguacero, la presencia de una letrina abandonada y la paralización de una construcción que funcionaría como comedor.
“Tenemos problemas con el comedor escolar y debemos pedir agua prestada porque a veces no llega en las mañanas”, contó el profesor Leandro Obando.
“Cuando hay exámenes nos la debemos jugar porque hay pocas sillas; algunos compañeros se quieren retirar”, añadió el estudiante de noveno Máinor Hernández.
La Sala IV le proporcionó al MEP un plazo de seis meses para que solucione las deficiencias en la infraestructura de este colegio.
Lucha indígena. Esta no es la primera vez que las comunidades indígenas deben echar mano a recursos ante la Corte Constitucional para procurar el acceso a servicios básicos, como agua y educación.
En 2011, la Sala IV había obligado también al MEP y a Salud a realizar mejoras en la Escuela de Gavilán Canta. Ese mismo año, y luego en el 2012, también le ordenó al Instituto de Acueductos y Alcantarillados dar agua a dos comunidades indígenas de Limón.
En un comunicado de prensa, los magistrados enfatizaron en que los derechos de la comunidad indígena deben ser plenamente garantizados por el Estado, según los compromisos internacionales adquiridos y la legislación nacional.
“Este Tribunal consideró que se hace necesaria la intervención de las autoridades recurridas para que se garantice un medio sano para la educación de los estudiantes del liceo”, agregó el boletín.
Jesús Mora, jefe de prensa del MEP, aseguró que se están elaborando los planos constructivos para cumplir con el mandato en el tiempo establecido. “Ya se tiene una reserva presupuestaria calculada en ¢120 millones”, afirmó.
Más casos. El presidente de Aditica, José Luis Villanueva, aplaudió la resolución, pero recordó que persisten deudas con los indígenas.
“Soñamos con ser un pueblo desarrollado, y eso se logra solo con una buena educación. El Convenio 169, firmado por el Gobierno, establece el deber de proveer las necesidades para nuestro desarrollo”, añadió el dirigente.
En esa zona, el Liceo Rural China Kichá no es el único con carencias. Problemas similares enfrentan el Liceo Rural Usekla y la escuela de Gavilán Canta.
La estudiante de décimo año en el Usekla, Yanci Villanueva, lamentó la falta de agua y las malas condiciones de sillas y mesas.
“Estamos obligados a andar buscando dónde poner nuestros cuadernos. Tenemos el mismo derecho que tienen todos los estudiantes de San José de tener una institución adecuada, pero el Gobierno se olvida de los colegios rurales”, expresó la joven.