Los fuertes golpes que se propinaban dos alumnas del CTP de Pacayas, en Cartago, en plena vía pública, hicieron que su director Mario González saliera despavorido de su oficina a intentar calmar la situación: una alumna agarró la cabeza de la otra y la golpeó contra el pavimento en medio de la riña.
Al llegar el director, las dos ya se habían calmado, la que recibió el golpe en la cabeza estaba consciente. La Fuerza Pública y la Cruz Roja se hicieron presentes al lugar.
La riña causó que la estudiante que golpeó a la alumna contra el cemento fuera detenida, expulsada por 20 días del centro educativo y con una denuncia penal por agresión.
Esto no es un hecho aislado, ya que en seis de cada diez colegios (584) se dan situaciones de violencia, según estadísticas del 2016, del Ministerio de Educación Pública (MEP).
En ese año, el Ministerio reportó 42.000 situaciones violentas entre estudiantes y entre alumnos y docentes. De esas, 20.421 fueron en colegios; 18.951, en las escuelas y 2.628 entre niños de preescolar.
Estas incluyen agresiones de tipo verbal, que es la que más se da (11.754 casos en 2016) y agresión física (2.942 reportes). Sin embargo, también se contempla la violencia escrita (1.654 casos), robos (1.865), destrucción de materiales (774 incidentes) y otro tipo de agresión como la sexual, psicológica y el ciberbullying.
"Yo he sido director del varios centros educativos grandes. Estas situaciones son comunes. Dentro de una planta física las relaciones interpersonales son complicadas; hay gente que se tolera y otra que no. Las agresiones se dan más en sétimo y noveno, los más grandes casi que no tienen este tipo de conductas. Tenemos todo un protocolo para actuar de acuerdo al tipo de violencia que se presente", contó González, cuyo Colegio Técnico Profesional (CTP) tienen una población de 1.200 alumnos.
El MEP trabaja en la prevención para evitar este tipo de situaciones y, cuando se presentan, se cuentan con protocolos para actuar de acuerdo al tipo de agresión que se presente.
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A nivel nacional, las direcciones regionales que registraron las mayores cifras absolutas de casos de violencia durante el curso lectivo 2016 fueron Alajuela (4.323 casos), Heredia (3.328 casos), San José Central (3.113 casos) y San Carlos (3.061 casos). Estas mismas direcciones regionales registraron la mayor cantidad de agresiones entre estudiantes, entre alumnos y docentes y entre estudiantes y otro personal.
Según datos del MEP, por actuar con violencia, 1.925 colegiales fueron expulsados de los centros educativos en 2016; solo 80 de esas expulsiones fueron de manera permanente. La violencia también provocó la expulsión de 598 escolares y 18 niños de preescolar.
El director del Colegio Técnico Profesional de Pacayas también ha tenido que enfrentar casos de ciberbullying. Contó que un joven de octavo tenía mucha facilidad para la tecnología, tanta que podía hackear con facilidad las cuentas de redes sociales de sus compañeros y ponerles en ellas contenidos de tipo sexual. Acostumbraba a poner en redes el número de teléfono de sus compañeras con insinuaciones sexuales. Las denuncias contra él eran repetidas.
"Tuvimos que abordar este caso de forma diferente, el muchacho tenía tratamiento psiquiátrico y no se lo tomaba, eso afectaba su conducta. Acordamos con los padres que en el centro educativo se le iban a dar las pastillas; él tenía que llegar a cierta hora a tomárselas, si no llegaba, un funcionario lo buscaba. Con esto la situación mejoró mucho", dijo el director.
Disminución
A pesar de que la violencia forma parte del curso lectivo, los protocolos del MEP han permitido que las agresiones en las instituciones educativas se hayan reducido considerablemente. En 2006 se reportaban 78.403 casos; en 2016 fueron 41.370. Hubo una reducción del 47,2% en esos años ¿Cómo se logró?
Lilliana Rojas, jefa del departamento de Convivir del MEP, indicó que se han implementado una serie de programas como Convivir, el Programa Con Vos y Yo me apunto, que buscan capacitar, asesorar y sensibilizar a la comunidad educativa para atender estas situaciones.
Igualmente, en los procesos de capacitación que se han dado a nivel nacional sobre estos programas y la implementación de los protocolos, se hace énfasis en prevenir y atender de forma articulada con otras instituciones del Estado y no gubernamentales las agresiones. También las familias están involucradas en este proceso.
"El MEP ha asumido el reto de que los centros educativos sean espacios seguros para el aprendizaje de una convivencia basada en la equidad y la justicia con un enfoque de derechos humanos y libres de toda forma de violencia y discriminación. Lo prioritario para el Ministerio de Educación es trabajar en la prevención de la violencia y promoción de una cultura de paz", explicó Lilliana Rojas, jefa del departamento de Convivir del MEP.
Rojas comentó que en todos los protocolos que se aplican de acuerdo al tipo de violencia que se presente, se debe comunicar la situación a la dirección del centro educativo, a los familia del estudiante, realizar entrevistas con las partes y con los testigos, implementar medidas y el seguimiento de esas medidas.
¿En qué casos es que se aplica una expulsión temporal y otra permanente?
Laura Chacón, de la Contraloría de Derechos Estudiantiles del MEP, dijo que "no existe la expulsión", si no la inasistencia al centro educativo por un tiempo establecido como medida cautelar mientras se realiza la investigación de lo denunciado; solo es aplicable en secundaria.
Armas entre los útiles
Entre la violencia en centros educativos también se incluye la portación de algún tipo de arma dentro de las instalaciones. Este tipo de artefactos han sido encontrados hasta en los bultos de los niños de preescolar.
En el 2016, se les decomisó un arma blanca a seis menores en las aulas de preescolar. Conforme aumenta la edad, incrementa la cantidad de armas decomisadas y el tipo.
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Por ejemplo, en las escuelas se decomisaron 28 armas de fuego y 137 armas blancas. En fueron 11 y 229, respectivamente.
"Prohibido el ingreso de armas a este centro educativo", se lee en un afiche que está pegado en varios centros educativos, como parte del protocolo de prevención.
Rojas explicó que el MEP también cuenta con un protocolo de actuación en situaciones de hallazgo, tenencia y uso de armas en los centros educativos.
Para prevenir que los alumnos porten este tipo de artefactos, el MEP, en coordinación con la Fuerza Pública y el viceministerio de Justicia y Paz, han elaborado materiales conjuntos e implementación de procesos de capacitación y sensibilización.
Por ejemplo se elaboró la guía “Cole sin armas. Nuestro lugar para convivir”, el cual consiste en la propuesta de talleres para erradicar las armas en los centros educativos.
"Este tipo de acciones de alguna manera ayudan a bajar la incidencia de violencia en los centros educativos", manifestó la funcionaria.