Desde hace 15 años, los estudiantes del Liceo San Jorge de Upala, en Alajuela, reciben clases en un salón comunal donde un hace calor "insoportable" a veces o se mete el agua cuando llueve, eso aparte del hacinamiento.
Estas incomodidades persisten aunque en la misma comunidad comenzó a construirse un nuevo liceo en 2014. Aquel edificio no solo nunca se terminó sino que, lo que logró levantarse , quedó abandonado al año siguiente.
En febrero de 2015, debido a incumplimientos por parte de la constructora, la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) del Ministerio de Educación Pública (MEP) solicitó la resolución delcontrato.
Para entonces estaba por finalizar la primera de las dos etapas del proyecto y ya se habían invertido ¢205 millones de los ¢375 millones que costaba.
Ahora las instalaciones que beneficiarían a 121 alumnos están arruinándose, pues gran cantidad de material quedó a la intemperie.
"El contratista no terminó; Erick Ramírez, (ingeniero) de la DIEE, dio la orden de suspender las labores. No se concluyó la instalación eléctrica, el área administrativa no se ha terminado. Actualmente, hay oxidación en las obras realizadas y contaminación por heces de murciélagos", detalló Roger Vásquez, director del centro educativo.
Se desaprovecha
De la obra, se terminaron tres pabellones. El primero donde está la biblioteca y las aulas de artes. En el segundo has seis aulas grandes y en el último las oficinas administrativas y el comedor.
Estas instalaciones tienen pintura general, cielorraso, abanicos, lámparas , ventanas corredizas, piso cerámico, verjas, canoas y bajantes.
Faltaron las aulas para cómputo y las de idioma, que conformaban las segunda de etapa.
En medio de estas construcciones fantasma están los sacos de cemento endurecidos, las varillas tapadas por el zacate y las mesas de concreto para las áreas verdes llenas de msugo. Las aulas, entre tanto, son dominio de los murciélagos y los pasamanos del óxido.
Como si no fuera suficientes, como al institución no tiene recursos para poder vigilar las obras, están expuestas al vandalismo, como lo advierte el oficio DIEE-DEC-1197-2017.
Si en algún momento, el Ministerio decide retomar el plan, deberá pagar un monto adicional para revertir todo el deterioro de tres años de olvido.
“La formulación del proyecto se atiende prioritaria y diligentemente con el propósito de concluir las obras a la brevedad posible”, respondió William Sáenz, jefe el Departamento de Ejecución y Control de la DIEE.
Según el, ya se instruyó iniciar un nuevo proceso de contratación.
Entre tanto, el proceso de resolución contractual concluyó con una condena contra el contratista al pago de daños y perjuicios.
Necesidad
Las promesas de continuar el proyecto aún no alivian las preocupaciones de los padres de familia que conocen las incomodidades de los jóvenes por recibir clases en el salón comunal, del cual hasta los han echado, contó Carolina Soto, madre de un alumno de sétimo y representante de los padres de familia.
"Vivimos un calvario, eso es lo que viven día tras día nuestros hijos al recibir clases en el salón comunal, donde el calor es insoportable y cuando llueve se mojan.
"Son diez grupos con un total de 120 estudiantes de todos los niveles académicos que tienen que acomodarse a como sea en un espacio reducido, con demasiado ruido, ya que todos los profesores tienen que dar sus clases en el mismo salón, que no cuenta con divisiones. De hecho, actualmente, dos grupos quedan por fuera y los profesores tienen que rotarlos para poder cubrir las lecciones", añadió la madre.
De acuerdo con Soto, en el 2015, los estudiantes se unieron en huelga, cansados de la situación.
Para entonces, un funcionario del MEP se presentó y se comprometió a que en dos meses el liceo estaría terminado.
En 2017 inspectores de la DIEE visitaron la zona y, nuevamente, en febrero de este año, sin que los padres sepan de alguna acción encaminada a continuar la construcción.
Soto pide al Ministerio agilizar el proceso para terminar la primera etapa y que los alumnos se puedan pasar.
"Es mucho el deterioro que sufren las instalaciones al estar tanto tiempo en abandono, ya que los murciélagos están haciendo casa por todos lados.
"Lo que más nos duele e impotencia nos da es ver que es más lo que se gasta por el deterioro que lo que hace falta para concluir esta primera etapa... y saber que los fondos públicos están disponibles y, peor aún, saber en las condiciones que nuestros hijos reciben las clases. Lo que pedimos es un poco de voluntad, por parte del MEP y la DIEE", manifestó la madre de familia.
El director del colegio añadió que la Junta de Educación ha tratado de contratar a otra empresa que termine el centro pero, en dos ocasiones, la Contraloría General de la República les ha negado la solicitud.
Róger Vásquez, director del centro, alega que esto se dio debido a "problemas de asesoría" de la DIEE a la Junta.