Las pruebas nacionales que se aplicarán a 160.000 alumnos de centros públicos y privados este año carecen de sustento técnico y teórico, de acuerdo con los criterios emitidos por el Departamento de Tercer Ciclo y Educación Diversificada del Ministerio de Educación Pública (MEP).
En el documento elaborado por trece asesores nacionales en educación se advierte que los cuestionarios previstos para las denominadas Pruebas Nacionales Estandarizadas (PNE) no responden a ningún modelo de evaluación existente, que permita brindar validez y confiabilidad a los resultados que se obtendrán.
“Como técnicos curriculares, sentimos la necesidad de prevenir y alertar a las autoridades sobre las implicaciones de un proceso evaluativo estandarizado que no responde a modelos y teorías evaluativas reconocidas a nivel nacional e internacional”, afirmaron.
Una primera ronda de estas pruebas se aplicará en abril a estudiantes de 6° grado y 11° año (12° en caso de colegios técnicos), con el fin de medir sus conocimientos y planear contenidos a evaluar en el año, por lo cual no tiene valor en la aprobación del curso lectivo.
La segunda ronda, entretanto, está prevista para octubre y representará el 40% de la nota final.
De esa segunda evaluación depende, a partir de este año, que los estudiantes aprueben la primera y la secundaria, conforme una directriz que la ministra de Educación Pública, Anna Katharina Müller, anunció el pasado 2 de febrero como parte de la llamada Ruta de la Educación, el plan que impulsa la jerarca.
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El análisis de los técnicos, con fecha del 16 de febrero, denuncia serias consecuencias para los alumnos luego de “importantes modificaciones”, según dice, aplicadas en enero al Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes (REA) donde se insertan las PNE y a partir del cual el MEP teje sus estrategias para recuperar aprendizajes perdidos por huelgas y educación a distancia durante la pandemia de covid-19.
“Existen claras preocupaciones sobre las Pruebas Nacionales Estandarizadas, que requieren respuesta por parte de las autoridades educativas responsables del proceso”, cuestiona el oficio DVM-AC-DDC-DTCED-030-2023 enviado a la Dirección de Desarrollo Curricular del MEP.
El texto cuestiona a las autoridades del MEP cuál es la fundamentación teórica de lo que medirá el test, cómo se evidenciaron técnicamente los usos para los cuales se destinará el examen y cuáles fueron los criterios técnicos para fijar un único instrumento cuando el currículo educativo es por asignaturas.
De hecho, plantean 31 preguntas específicas, para las cuales piden una respuesta. Entre estas:
- Puede mencionar el proceso y sus etapas para la construcción de las pruebas.
- ¿Cuál ha sido el referente? ¿Cuál es el proceso de diseño de los constructos objeto de la prueba estandarizada?
- ¿Existe marco teórico y constructo definido que sustente las pruebas en todas asignaturas y en lenguas extranjeras?
- ¿Con base en que criterio técnico se tomó la decisión de establecer una única prueba, cuando el currículo educativo es por asignaturas?
- ¿Cómo esa prueba permitirá hacer inferencias o valoraciones que permitan el mejoramiento de los procesos educativos costarricenses?
- ¿Cuándo se realizaron los ítems el pilotaje de estos?
‘No están capacitados’
Para la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, las preocupaciones expresadas por los asesores se debe a falta de capacitación. Aseguró que las pruebas se trabajaron con la Dirección de Gestión y Evaluación de la Calidad.
“Ellos (los asesores)reaccionaron a lo que estamos haciendo con la Dirección de Evaluación, que sí está capacitada a nivel internacional y estamos usando mecanismos internacionales, estándares de acuerdo a (pruebas) Piza y a las recomendaciones de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos)”, declaró al ser consultada por La Nación.
En su criterio, lo que falta es capacitar a los funcionarios de la Dirección de Desarrollo Curricular (a la que pertenecen los asesores) para que “ellos también lo entiendan”, pues nunca antes, señaló la jerarca, habían trabajado en equipo con Evaluación.
“Cuando estén capacitados entonces vamos a ver cuál es la opinión de ellos sobre el tema”, concluyó Müller.
Sin examen de lengua extranjera
En el caso de lenguas extranjeras, exponen los asesores, en este curso lectivo se eliminó el cuestionario de dominio lingüístico al cabo de cinco años de su aplicación, lo cual “implica un gran retroceso para el país”.
“Esta acción, no es congruente con las metas del Plan Nacional de Desarrollo y la Ruta Educativa recientemente lanzada para el avance del bilingüismo”, reprocharon.
El documento también señala que se desconocen los protocolos y requerimientos técnicos del examen, así como los requerimientos tecnológicos y acceso a equipos en los colegios. Tampoco se sabe cuál sería el periodo de apelaciones a otorgar o el fin de aplicar dos veces este año la comprobación con valores porcentuales distintos en cada tanda.
“¿Cuál es el proceso que se realizara para determinar las valoraciones de las poblaciones de Bachillerato Internacional? ¿Existirá una prueba para las poblaciones de educación formal diurna y otro para la educación nocturna y de las modalidades de educación abierta?”, plantean los asesores nacionales.
El criterio insiste en que estos exámenes tienen grandes consecuencias para la vida y el desarrollo de los estudiante por lo cual deben elaborarse, adaptarse y también aplicarse en estricto apego a la tradición científica en psicometría y medición educativa.
No obstante, fueron claros al insistir que por la ausencia de teorías y métodos para construir y validar estos instrumentos, no sería posible recolectar información empírica de la cual extraer evidencia sólida confiable y válida sobre el nivel de conocimientos de los alumnos.
Se desligan
Los asesores concluyen con la advertencia de que, aunque cumplirían con la revisión de insumos y reactivos e ítems se “desligan” de responsabilidad. Hacen la aclaración, precisamente, debido a las inconsistencias técnicas de este proceso.
“En amparo de la Ley de Administración Pública, artículo 109, y en concordancia con el principio de obediencia a las autoridades educativas del Ministerio de Educación Pública, los funcionarios del Departamento de Tercer Ciclo y Educación Diversificada, que atienden las asignaturas objeto de esta prueba estandarizada, atenderán lo solicitado por la Administración en cuanto a la ‘revisión de ítems’, pero se desligan de cualquier tipo de responsabilidad sobre este proceso pues no cuentan con la fundamentación técnica requerida”, adelantaron.
Así lo señalan, agregaron, en protección de los recursos públicos que se usarán en esas pruebas, las cuales, insistieron, “no cuentan con la rigurosidad técnica”.
Colaboró con esta información, la periodista Valeria Martínez