Los centros educativos deberán realizar una gran tarea de organización de horarios, para que cada docente pueda atender a los alumnos que asistan a las aulas y a los que recibirán clases virtuales dentro de la jornada laboral para la que fue contratado.
Además, el tiempo de atención educativa también debe considerar las horas que el profesor requiere para preparar sus clase, según las explicaciones de la viceministra académica Melania Brenes.
“El docente recibe un grupo, se hace la división de los horarios de acuerdo al período que ese docente está contratado. Si es en la primaria, se respeta el período de nombramiento y, en el caso de secundaria, la cantidad de lecciones de atención educativa en la que está nombrada esa persona. Es importante tomar en consideración que la distribución de horarios no puede sobrepasar la jornada laboral en el centro educativo”, aseveró.
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Según la funcionaria, así quedó establecido en el protocolo Orientaciones de mediación pedagógica para la educación combinada, del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Esa es una guía que da al docente estrategias, sugiere actividades y plantea la logística para desarrollar la educación presencial y a distancia durante este curso lectivo que comienza el 8 de febrero.
Las manifestaciones de Brenes contradicen los reclamos de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), organización que se opone al regreso a clases presenciales porque, entre otros aspectos, considera que los educadores tendrán una sobrecarga laboral
¿Cómo se organizará el docente?
Para organizar las clases, será necesario dividir cada clase en subgrupos.
Uno será el de los alumnos que no asistirán a las aulas por decisión de sus padres, ellos recibirán clases virtuales o a distancia. Otro subgrupo asistirá al centro educativo, bajo el cumplimiento de una serie de medidas como distanciamiento de 1,8 metros entre estudiantes y respeto al aforo en cada aula, como lo establecen los protocolos sanitarios.
“El director organiza la jornada con la persona docente de manera que pueda atender en la presencialidad al grupo pequeñito y el resto del tiempo pueda hacer ese acompañamiento virtual”, dijo Melania Brenes.
Si en un grupo hay 30 alumnos y solo caben 15 por turno, se divide el grupo a la mitad, añadió María Alexandra Ulate, directora de Desarrollo Curricular del MEP.
De acuerdo con Ulate, el horario se organizará según los subgrupos que tiene, se hará la planificación como de costumbre, se elaborarán las guías de trabajo autónomo y se distribuirán.
“A los que llegan presencial les da una parte del trabajo y, a los que están en la casa, otra parte de trabajo y están en esa rotación. ¿Qué pasa con los que no vienen presencial por orden del padre? Les mando la totalidad del trabajo que ya no divido en dos. Entonces, no es que es más trabajo para el docente, no es que hago diferentes cosas para todos, sino que el trabajo que yo planifico lo divido entre los que están en el aula y los que están en la casa”, explicó Ulate.
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La cantidad de horas y días que irán los alumnos a clases presenciales dependerá del número de estudiantes autorizados por sus padres para regresar a las aulas y del tamaño de esos recintos.
También dependerá de la disponibilidad de horario del docente y organización de su tiempo para cumplir con la planificación de las clases y la atención de alumnos en modalidad remota.
El horario será comunicado a los padres esta semana. El MEP dijo que para el 26 de febrero ya todos los alumnos autorizados para ir a clases presenciales deben hacer asistido.
“Es decir, el docente en un mismo periodo de tiempo tendrá un subgrupo de manera presencial en su clase y uno (o dos) subgrupos trabajando a la distancia. Cuando los estudiantes están presencialmente, puedan aprovechar y potenciar su acompañamiento en procesos que requiere el estudiante para comprender y asimilar procesos. Cuando los estudiantes trabajen a distancia, se debe potenciar el trabajo autónomo de reforzamiento y construcción”, indica el protocolo.
Guías de Trabajo
Las Guías de Trabajo Autónomo (GTA) que se implementaron en 2020 se mantendrán como la herramienta didáctica que orienta el trabajo, tanto para los alumnos que estudien con apoyos a distancia, como para los que acudan a las aulas. El programa de estudio es el instrumento central.
La clases se desarrollarán en dos ambientes.
El primero, son las sesiones educativas presenciales que, según el protocolo, debe ser aprovechadas al máximo para una mediación más personalizada de los estudiantes, que permita atender sus necesidades, dudas o inquietudes más específicas para progresar en su aprendizaje. En las clases presenciales se priorizará la atención de estudiantes que han estado menos vinculados con los centros educativos.
El segundo ambiente será el apoyo educativo a distancia, en el cual el docente envía materiales a los alumnos, ya sea por medios electrónicos o cada vez que se entrega el paquete de alimentos.
“El apoyo educativo a distancia debe ser debidamente planificado y estructurado por la persona docente para que el estudiante pueda, de manera autónoma y autodirigida, desarrollar diferentes actividades educativas planificadas en la Guía de Aprendizaje Autónomo, con apoyos con el fin de construir conocimientos, ampliar experiencias y desarrollar habilidades, para lo cual deberá asegurarse de organizar su tiempo, espacio y recursos disponibles”, explica la directriz.
Estas guías deberán estar acompañadas de otros recursos como audios, videos, o materiales tangibles que le permitan al estudiante apropiarse del conocimiento.