El Instituto de Alajuela enfrenta un preocupante problema de violencia en sus baños, donde se han reportado casos frecuentes de agresiones y enfrentamientos, según testimonios de docentes y padres de familia.
Estas son áreas que quedan fuera de la vigilancia y control de profesores, pues ellos tienen impedimento de ingresar en acatamiento de la Ley para Prevenir la Revictimización y Garantizar los Derechos de las Personas Menores de Edad en el Sistema Educativo Costarricense (número 9999), explicó el director regional educativo de Alajuela, Francisco Corella.
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El pasado 21 de abril, dos alumnas se enfrentaron dentro de uno de los baños de la institución, incidente que fue grabado por otras. El video que llegó a las redes sociales evidencia los fuertes golpes que se propinaron; una de ellas pega la cabeza contra una puerta de metal y cae al suelo, sin que la otra estudiante detenga el ataque.
Corella explicó a La Nación que, en este caso, las autoridades del centro educativo seguirán un proceso disciplinario, por lo que él está a la espera de que le informen de la suspensión de las menores.
También el mes pasado, otro alumno fue amenazado con un arma punzocortante en el baño de hombres; al parecer, le pusieron un cuchillo en el cuello. Ante la situación, sus padres presentaron una denuncia ante la Fiscalía Penal Juvenil para “proteger el bien superior” del menor de edad.
Fuentes dentro del colegio manifestaron a este medio que las peleas son constantes, pero se quejan de que la Dirección no dicta medidas para tratar de frenar el problema en el centro educativo al que asisten 2.025 adolescentes, según datos a este lunes.
La Nación hizo múltiples intentos de conversar con la directora, Sigrid González, quien al final de la tarde manifestó que el único vocero sería el director regional.
La violencia, no obstante, no se reduce a los baños.
El pasado jueves, el centro educativo tuvo que activar el protocolo por amenaza de tiroteo, luego de que circulara un audio en el cual una estudiante aseguraba que iban “a llegar un montón de maes (sic) con cuchillos, con pistolas, lo mismo que el año pasado, a buscar a un tal Aarón de octavo año porque estaba molestando a una prima y que le van a hacer lo mismo a todo el que ande con el uniforme del Instituto”.
Ese día, miembros de la Fuerza Pública se hicieron presentes y descartaron el ataque, aunque sí se registró otra situación. Este medio tuvo acceso a un acta donde se indica que un estudiante ingresó ese día con un “arma blanca”.
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Según testimonio de funcionarios que conversaron con la solicitud de mantener en reserva su identidad, el ingreso de droga también se ha vuelto frecuente. A los alumnos se les ha confiscado artículos llamados vape pens con marihuana, así como manzanas y encendedores que utilizan con el mismo propósito, relataron.
“Ahí hay estudiantes que venden droga como si fueran confites, nadie hace nada. Por día decomisan pen de marihuana, vaporizadores y no hacen nada, al otro día vuelven con lo mismo. El nivel de venta de drogas en ese colegio es impresionante”, indicó una de las fuentes.
Escáneres, revisión y vigilancia
El director regional, por su parte, aseguró que tiene “tolerancia cero” con actos de agresión y por eso trabajan en conjunto con autoridades del liceo para solucionar las diferentes situaciones que se han presentado y evitar otras.
Francisco Corella adelantó que solicitarán a la Junta (Administrativa) la reparación y compra de escáneres de metal, para detectar cualquier intento de ingresar armas. Además, dijo, ante las amenazas se realizarán simulacros para saber cómo actuar en caso de tiroteo.
La revisión de bultos, el establecimiento de roles de cuido en recreo, así como informar de todas las incidencias a la Dirección Regional son otras de las reglas.
“Estamos trabajando en un plan específico que conlleve más integralidad”, expresó.
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Con respecto a la imposibilidad de controlar lo que ocurre en los baños, adelantó que esta semana solicitará que los conserjes se mantengan en estas zonas para limpieza y vigilancia. “No podemos poner cámaras, está prohibido”, explicó.
El director regional insistió en que los hechos que ocurren dentro del colegio no se están ocultando, como ha denunciado parte del personal.
“Hay que tener cuidado porque son personas menores de edad y yo no puedo andar divulgando todo lo que suceda, pero tampoco se está ocultado. Soy el primero que actuaría en firme. Tengo tolerancia cero a cualquier acto de violencia, más bien yo pido que si se tiene que mandar a la Fiscalía se envíe”, concluyó Corella.