Cesia Arroyo tiene cuatro hijos; dos van a la escuela y otros dos al colegio. Para que todos estudiaran, la madre recibió apoyo en el 2023 del programa de becas Avancemos, del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), pues este hogar es uno de los 112.000 que viven en condiciones de pobreza extrema.
Este año, la ayuda ya no llegó para Alexandra, Fabiana, Keberlyn y Mateo, que están matriculados en diferentes niveles del sistema educativo público. Incluso, la madre también estudia, cursa noveno año.
La familia no sabe aún cómo va a enfrentar el año escolar sin esos recursos.
Esta incertidumbre reina en cientos de hogares más, pues las becas Avancemos solo llegan a la mitad de niños y adolescentes pobres del país, como reconoció la ministra de Desarrollo Humano e Inclusión Social y presidenta del IMAS, Yorleny León.
Con base en las afirmaciones de León, es posible estimar que más de 200.000 niños y adolescentes se quedarán este año sin el subsidio para atender todas las necesidades que implica estudiar y poder hacerlo con éxito.
Según la funcionaria, pese a ser uno de los programas más sólidos del país, Avancemos nunca ha logrado una cobertura del 100% de los estudiantes que están en condición de pobreza o pobreza extrema.
“Ni antes de la reforma fiscal, ni en esta administración, ni en otras administraciones; siempre ha existido un número importante de hogares que solicitan la transferencia y no la tienen”, afirmó la jerarca.
Cumplirle a ese 50% representa “un gran esfuerzo”, afirmó León. Las becas de Avancemos oscilan entre ¢18.000 y ¢40.000 al mes, dependiendo del grado académico que curse el alumno.
Juan Luis Bermúdez, expresidente del IMAS y exministro de Desarrollo Social, confirmó que nunca se ha llegado a la totalidad de familias que viven en pobreza o pobreza extrema, ni con Avancemos ni con ningún otro programa social, pues los recursos que el país dedica a la atención de esos hogares no llega siquiera a un 2% del producto interno bruto (PIB).
En el 2019, según Bermúdez, el IMAS estimaba que era necesario incrementar entre 0,5% y 1% del PIB los recursos asignados a la atención de necesidades básicas para cubrir, en ese momento, a unos 50.000 hogares pobres que no recibían transferencias de ningún tipo por parte de las instituciones del Estado.
Sin embargo, al llegar la pandemia, en el 2020, el Instituto no logró sostener los niveles de inversión social, lo cual era determinante para la recuperación una vez terminada la emergencia sanitaria.
En Costa Rica, 21,8% de los hogares viven en condición de pobreza; son 390.509. Un 6,3%, que corresponde a 112.916 hogares, enfrenta la pobreza extrema, según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) por medio de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del 2023.
Los recursos
De acuerdo con datos del IMAS, para el 2024 se van a beneficiar 274.000 estudiantes con las becas Avancemos, la misma cantidad que se proyectó a inicios del 2023.
No obstante, en el transcurso del año anterior lograron recursos para sumar a 15.000 alumnos más, por lo que, al final, las becas llegaron a 289.974 estudiantes, con un presupuesto de ¢85.373 millones.
Para este año, por ahora, el programa tiene disponible la suma de ¢74.272 millones.
Según León, durante una comparecencia en la Asamblea Legislativa, el año pasado, ella informó del faltante de ¢12.000 millones para becas. Este miércoles, la Comisión de Asuntos Hacendarios aprobó aumentar por esa suma el presupuesto para Avancemos, decisión que ahora debe ser discutida en el plenario legislativo.
En criterio de Dagoberto Murillo, investigador del Estado de la Educación, asignar un presupuesto idéntico al del año anterior sin considerar la inflación, puede percibirse como una disminución en los recursos disponibles.
El aumento de la demanda insatisfecha y la falta de fortalecimiento de programas de asistencia social como Avancemos, son factores que dificultan que la ayuda llegue a la gente que más la necesita.
“Más del 40% de la población que debería acceder al sistema educativo se encuentra en situación de pobreza, lo que significa que, en un aula de 20 alumnos, al menos ocho están en condición de vulnerabilidad”, advirtió Murillo.
Suspendidos
Un total de 28.000 personas, incluyendo a Cesia Arroyo y sus hijos, se encuentran en la situación de tener sus becas suspendidas, según los datos proporcionados por el IMAS.
La jerarca del Instituto aclaró que la suspensión no implica la eliminación del beneficio, sino que se deben llevar a cabo una serie de trámites administrativos para reactivar la beca.
Algunos beneficiarios se ven afectados debido a la inactividad de sus cuentas bancarias, lo que imposibilita al IMAS realizar el desembolso correspondiente. León mencionó que, para resolver este problema, los beneficiarios deben acudir al banco donde tienen la cuenta, solventar la situación y luego dirigirse a las oficinas de la entidad para que se les reactive el subsidio.
Otro grupo de estudiantes tiene sus becas suspendidas porque no aparecen en los documentos que el Ministerio de Educación Pública (MEP) proporciona al IMAS para certificar que siguen activos en el sistema. Para solucionar esta situación, los alumnos deben obtener una constancia del director de su centro educativo que confirme su matrícula y presentarla en las oficinas del Instituto.
Finalmente, un tercer grupo de beneficiarios tiene becas suspendidas debido a que tenían a una tercera persona autorizada para recibir el pago, pero no actualizaron la información pertinente. En este caso, el IMAS procedió a suspender la beca hasta que se regularice la situación.
Doña Cesia contó a La Nación que ha pasado semanas visitando las oficinas del IMAS en Limón, pero hasta ahora no ha tenido éxito. Aún desconoce las razones por las cuales suspendieron las becas de sus hijos y tampoco tiene información de si se reactivarán los depósitos o los menores perderán el subsidio.
“Si el papá de mis hijas no paga la pensión, la beca es la única entrada que a veces tenemos para alimentación. Para los útiles, es todo un tema. El dinero no me da y por ejemplo, este año dos de las niñas van con zapatos de colores porque no tenemos para uniformes, ni cuadernos, ni nada. Sin la beca, es peor”, narró la madre.
El pasado 12 de febrero, 21 diputados de las cinco fracciones de oposición solicitaron de manera urgente al presidente de la República, Rodrigo Chaves, y al ministro de Hacienda, Nogui Acosta, que se asignen recursos adicionales en el Presupuesto Nacional con el fin de ampliar el programa de becas Avancemos y así poder beneficiar a un mayor número de estudiantes.
Los legisladores argumentaron en la misiva que el país “atraviesa una grave crisis de inseguridad” y que los recortes en inversión social “se convierten en el cierre de oportunidades”, creando “un territorio fértil para que la inseguridad crezca”.
También la Defensoría de los Habitantes se sumó al llamado contra los recortes en el sector social, por el efecto que estos podrían tener en la niñez.
“Las limitaciones y recortes en la inversión social acrecientan las desigualdades y la falta de oportunidades para los sectores más vulnerables, así como el aumento en los índices de violencia”, advirtió la institución en un comunicado, este 19 de febrero.
Otras informaciones
Estas son las promesas del MEP para el curso lectivo 2024
MEP calla resultados de pruebas nacionales y examen de idoneidad para docentes
Curso lectivo 2024 comienza con presupuesto más bajo de últimos diez años
Sala IV condena al IMAS por suspender beca Avancemos a menores de edad
21 diputados piden a presidente Chaves dotar de mayores recursos a becas Avancemos