Los representantes de escuelas y colegios privados afirman que el Ministerio de Educación Pública (MEP) no puede limitarles su derecho de volver a las clases presenciales, debido a su condición de empresas particulares.
Las lecciones en el aula fueron suspendidas desde el pasado 16 de marzo por la pandemia de la covid-19 y se sustituyeron por lecciones virtuales.
Beatriz Ramírez, de la Asociación de Centros Educativos Privados (ACEP), que agrupa a 96 centros privados, aseguró que desde junio tienen todos los protocolos listos para volver a los salones y que esperan ofrecer en el 2021 un servicio híbrido entre clases presenciales y educación virtual.
“Un error es asumir que el sistema educativo es uno solo. Somos respetuosos de las decisiones del MEP, pero los centros privados tenemos autonomía y no dependemos de lo que el MEP ejecute en este contexto.
"De manera que si el sistema público se mantiene en la educación a distancia hasta el mes de junio 2021, por las múltiples razones que puedan tener, esto no significa que estemos dispuestos a que se nos pida hacer lo mismo. La realidad es diferente, y eso debe considerarse”, manifestó Ramírez.
En el país hay cerca de 534 centros educativos privados, entre escuelas y colegios.
En educación privada, un total de 20.948 alumnos están en preescolar, 39.023 en primaria y 28.481 en secundaria. Eso representa un 7,5% de la matricula global del MEP que es de cerca de 1 millón de estudiantes.
En agosto pasado, la ministra del MEP, Guiselle Cruz, anunció la suspensión de las clases presenciales por lo que resta del año e incluso adelantó que, de volver a lecciones el próximo año, tampoco será al 100% con presencialidad, sino combinada con la educación virtual.
La medida, según aclaró la jerarca en ese momento, aplica tanto para centros públicos como privados.
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Plan de retorno
Según indicó Beatriz Ramírez, el plan de ACEP para el retorno de los centros privados en el 2021 consiste en una modalidad híbrida. Esto se realizaría, aseguró, siempre respetando las medidas indicadas por las autoridades en Salud.
Las medidas incluyen combinar clases virtuales con presenciales en horarios variados, disminuir el número de estudiantes por aula, lavado de manos, protocolo para recreos, monitoreo constante de situaciones, y contemplar la zona en donde se ubique cada centro educativo, entre otros.
“Un factor que se debe contemplar es que, independientemente de que el sistema público no tenga condiciones para el retorno por lo complejo del sistema, el sistema privado en condiciones diferentes puede y debe hacerlo para el 2021.
"ACEP, efectivamente, refuta que un retorno de los centros privados y no de los públicos a la presencialidad cause una brecha entre ambas, dado que esa brecha existe previo a la covid-19. Siempre ha existido siempre y continuará existiendo”, manifestó Ramírez.
Con respeto a la postura de esa asociación, Melania Brenes, viceministra academica del MEP, dijo que la decisión de mantener cerrado el curso lectivo presencial no es antojadiza, ya que las aulas son uno de los focos de contagio del covid-19 más importantes.
Explicó que la decisión no proviene solo del MEP sino que, principalmente, es definida por el Ministerio de Salud con base en análisis técnicos del ritmo de los contagios.
" Nosotros también queremos que nuestros chicos vuelvan a las aulas. Querríamos que tengan sus espacios presenciales, pero no es algo que el MEP define. Tanto la educación privada como la pública estamos avaluando las condiciones para regresar en una modalidad bimodal siempre que las condiciones epidemiológicas lo permitan.
(Combinar clases presenciales y virtuales) es una condición que no está descartada y va a depender de la evolución de la pandemia. Comprendemos y compartimos las preocupaciones", aseveró Brenes.
Clases en guarderías
Avanzada la pandemia, varios centros educativos privados comenzaron a solicitar al Ministerio de Salud permisos para operar una guardería o un Centro de Atención Integral (CAI) como los de la Red de Cuido, cuando nunca antes lo habían solicitado.
Tanto Salud como el MEP, comenzaron a recibir denuncias de que estos centros estaban dando clases presenciales amparándose en esa autorización.
Sin embargo, el Ministerio de Salud aclaró que tener el permiso de funcionamiento del CAI no habilita a ningún centro educativo privado a dar clases presenciales.
“A partir del mes de julio se recibieron solicitudes nuevas de centros privados que nunca han tenido guardería y solicitaron habilitarse. (Las denuncias) van en que se han convocado a lecciones presenciales y que se supone que están prohibidas.
"Nos hemos visto en la necesidad de colocar en los acuerdos de que ese permiso no los habilita para lecciones de acuerdo con las directrices del Ministerio de Salud y el MEP”, manifestó Elena Badilla, secretaria ejecutiva del Consejo de Atención Integral (CAI).
El CAI es un órgano interinstitucional, adscrito a Salud, encargado de autorizar, supervisar, fiscalizar y coordinar el adecuado funcionamiento de las diversas modalidades de atención integral, como la Red de Cuido o los Cen-Cinai, públicos o privados, para los niños hasta de doce años.
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La situación también preocupa al MEP. Minor Villalobos, director de Educación Privada de ese ministerio, coincidió en que las guarderías no son para escolarizar a la población y pidió a las autoridades sanitarias dejar claro a la hora de otorgar los permisos que eso no se puede hacer.
Sin embargo, Beatriz Ramírez, de ACEP, se manifestó en desacuerdo con esa postura.
Indicó que algunos centros educativos privados han solicitado habilitar su servicio de CAI para atender a, al menos, una parte de su población y brindar a los padres un servicio necesario para sus hijos y sostener a funcionarios que en otras condiciones quedarían cesados o suspendidos.
“Una vez el niño en el centro, ¿por qué no puede ser parte del proceso de aprendizaje escolar? El señor ministro (Daniel Salas) manifiesta que los CAI no son para dar clases, pero debe tener claro que existe un proceso de aprendizaje a todo nivel, salvo que uno es formal y otro informal.
"Realmente es muy difícil comprender si la prohibición es asistir al centro educativo o ejercer el derecho al aprendizaje. Todo niño que asista a un CAI va a potencializar su conocimiento y eso se logra a través del proceso de aprendizaje. Entendemos la postura del Ministerio de Salud, pero no se comparte, pues no tiene un fundamento lógico”, argumentó Ramírez.