Un informe de la Contraloría General de la República (CGR), dado a conocer este jueves, alerta de la reducción de la cobertura en primaria que ha sufrido el país en poco más de una década. El efecto también se ve en preescolar y secundaria.
“La tasa neta de escolaridad en primaria alcanzó el 93,6% en 2023, muy por debajo del rango de 98% del periodo 2010-2011, de igual forma, en preescolar y secundaria se mantienen por debajo del 90%”, señala el órgano contralor en el informe de Opiniones y Sugestiones al Ministerio de Educación Pública (MEP) respecto de los servicios educativos brindados por esa institución.
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De acuerdo con el análisis Los Servicios Educativos del MEP ante un punto de inflexión: habitando la transformación de cara al futuro en el 2019 la tasa neta de escolaridad era de un 96% es decir cayó 2,4 puntos porcentuales desde entonces. En cuanto a preescolar, la cobertura pasó de 88,7% en 2019 a 86,7% en 2023.
Con respecto a secundaria, indica el documento, la cobertura para el 2023 fue de 81,7% y de un 60,7% para Educación Diversificada.
“A pesar de la importancia del MEP en la trayectoria educativa de las personas y la prestación de servicios a poblaciones vulnerables, los datos revelan brechas que exigen una transformación para mejorar la calidad educativa del país y la atención de dichas poblaciones”, expresó Humberto Perera Fonseca, gerente de Fiscalización para el Desarrollo de Capacidades de la CGR.
Según Perera, en términos de cobertura hay grandes desafíos en todos los niveles, desde preescolar hasta secundaria, que alejan al país de la universalización del servicio.
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Las limitaciones son especialmente pronunciadas en distritos de menor desarrollo social, escuelas indígenas, unidocentes, liceos rurales y las telesecundarias.
Desmejora en desempeño y menos recursos para Educación
La información presenta, además, que a nivel educativo hay una desmejora en cuanto al desempeño, como lo evidencian los resultados de las pruebas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiante), siendo el país latinoamericano con mayor deterioro, teniendo 20,3 puntos menos en promedio.
Costa Rica es el único de 81 países evaluados en PISA 2022 que no aplicó cuestionario sobre aspectos de contexto. Asimismo, la CGR reclama que hasta ahora no se ha consolidado una herramienta evaluativa desde la eliminación de las pruebas de bachillerato.
Asimismo, el deterioro en desempeño también se evidencia en los diagnósticos de dominio lingüístico de la Universidad de Costa Rica (UCR) y en los exámenes de admisión de las universidades estatales.
Meses atrás, Gustavo Gutiérrez Espeleta, rector de la UCR, manifestó con preocupación que “la gran mayoría (de casi 6.000 estudiantes de nuevo ingreso) cuenta con un nivel extremadamente básico de inglés”.
“Comparativamente, el país es menos eficiente que otros como México, Perú y Uruguay, que logran mejores resultados con menor asignación por estudiante. A nivel de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) el gasto de Costa Rica por estudiante es de los más bajos y si bien existe margen para mayor eficiencia dado el nivel de gasto actual, es preciso tener claridad de asignación que se desea para aspirar a niveles más altos de desempeño”, dijo Perera.
La Contraloría señala que el gasto por estudiante en primaria es el segundo menor de la OCDE, mientras que en secundaria ocupa la cuarta posición.
El presupuesto para educación con respecto al producto interno bruto (PIB) descendió, recuerda la CGR. En el 2017 fue de 7,07% mientras que en el 2024 fue de 5,2%.
Este porcentaje podría ser menor en el 2025, pues el MEP confirmó que para el próximo año Educación recibiría ¢19.000 millones menos que este 2024, lo que implicaría estar cada vez más lejos del mandato constitucional de destinar al menos el 8% del PIB a la educación costarricense.
En el documento, la Contraloría también visibiliza que una de las principales brechas en la prestación de servicios educativos se relaciona con los bajos niveles de transformación digital. Según el Índice de Transformación Digital del Sector Público, el MEP se encuentra en un nivel básico, señalaron.
“Hay ausencia de datos confiables, sistemáticos y oportunos para toma de decisiones”.
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