La Comisión Interinstitucional de Estándares de Calidad para Pruebas Estandarizadas de Alto Impacto en el Contexto Académico y Profesional Costarricense, junto con el Colectivo Mujeres por Costa Rica, se suma a las voces que cuestionan los resultados de las pruebas nacionales estandarizadas emitidas por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Las especialistas argumentan que la información proporcionada por el MEP, donde los menores son clasificados en niveles básico, intermedio y avanzado, “imposibilita cualquier intento de generar, en forma válida, interpretaciones útiles y confiables para diagnosticar el logro educativo”.
Para el grupo técnico, las autoridades educativas han explicado los resultados mediante una “analogía pueril y simplista” al utilizar los colores del semáforo, lo que refuerza la falta de utilidad educativa y rigurosidad científica.
Mediante un comunicado, manifestaron su preocupación de que los resultados reportados puedan conducir a conclusiones equivocadas, dejando a la imaginación de cada lector posibles significados. Advierten que esta situación podría generar consecuencias negativas en el proceso educativo estudiantil y en la toma de decisiones de política educativa.
Los expertos recuerdan que ya varios equipos de especialistas habían alertado sobre las deficiencias técnicas de estas pruebas, y, en su criterio, el informe actual ratifica sus valoraciones iniciales. Estos exámenes fueron aplicados a estudiantes de último año de primaria y secundaria.
“Es preocupante que de los escasos recursos destinados a la educación se haya gastado una cantidad considerable en la construcción y aplicación de pruebas que no brindan evidencia de utilidad sustantiva para la toma de decisiones y la mejora de los aprendizajes del estudiantado y, que más bien, pueden conducir a conclusiones equivocadas sobre estos”, expresó la Comisión.
Nueve preguntas
En el pronunciamiento, se formulan nueve cuestionamientos al MEP:
1- ¿Qué evidencia de validez puede proveer para justificar una evaluación diagnóstica de cada estudiante, con únicamente entre 6 y 8 ítems de selección única por asignatura, y cubriendo los aprendizajes correspondientes a ciclos lectivos completos?
2- ¿Qué metodología se siguió para la creación de los tres niveles de desempeño que se reportan y cuál es su validez técnico-científica?
3- ¿Qué justificación técnico-científica fundamenta la decisión de nombrar esos tres niveles de desempeño como Básico, Intermedio y Avanzado?
4- ¿Qué evidencia existe sobre el grado de validez de contenido de estas pruebas? Es decir, ¿en qué medida cubren apropiadamente los aprendizajes establecidos en los programas de estudio, los cuales están diseñados según habilidades?
5- ¿Cuál es la justificación para definir únicamente tres niveles de desempeño cuando la mayoría de las pruebas estandarizadas educativas a nivel internacional utilizan al menos cinco niveles, con el propósito de arrojar información más precisa?
6- ¿Qué uso y qué utilidad se espera que den los centros educativos y las personas docentes a los resultados reportados de las pruebas?
7- ¿De qué forma el MEP y el Consejo Superior de Educación utilizarán los resultados reportados de las pruebas para realimentar las políticas educativas que contribuyan al mejoramiento de nuestro sistema educativo?
8- Estas pruebas solo evaluaron, en cada estudiante, fragmentos muy reducidos de todos los aprendizajes propuestos en los programas de estudio. ¿De qué forma se va a obtener información, válida y confiable, sobre el logro de esos otros aprendizajes, que son la gran mayoría, y no están representados en estos exámenes? Dichos aprendizajes no solo incluyen dimensiones cognitivas sino también actitudinales.
9- ¿Qué criterios se utilizaron para justificar que se excluyeran de la realización de estas pruebas a personas estudiantes en condición de discapacidad y a personas migrantes?
Mediante un correo electrónico enviado a las 10:51 a. m., La Nación solicitó al MEP una respuesta a esos cuestionamientos. Al cierre de esta nota, no se había recibido información alguna.
De acuerdo con los resultados divulgados por el MEP, 4 de cada 10 estudiantes de sexto grado y 5 de cada 10 alumnos de último año de colegio (undécimo en colegios académicos y duodécimo, de técnicos) están en nivel básico o rojo.