Los miembros del Consejo Superior de Educación (CSE) comparecieron este martes ante los diputados de la Comisión Especial de Educación y aseguraron que todas las decisiones que toman son analizadas a fondo.
Astrid Fischel, exministra de Educación y miembro del CSE, sostuvo que incluso ella y sus compañeros trabajan hasta las 11 p. m., mientras que las sesiones se extienden durante seis horas.
“La misma forma de trabajo que se realizó en el CSE de gobiernos anteriores, con esa dedicación, con ese análisis exhaustivo, lo hemos hecho en los temas (...). No se ha tomado ninguna decisión de manera improvisada. Salimos muchas veces a las 10 p. m. u 11 p. m., trabajamos horas adicionales en nuestras casas, incluidos fines de semana. Tal vez no sea tan visible el trabajo del Consejo”, dijo Fischel.
Por otro lado, mencionó que, en cada decisión tomada, se han respetado las políticas vigentes.
“Si se toma el tiempo para leer los acuerdos que se han discutido y aprobado, verá claramente que se menciona la política educativa y curricular”, aseguró la exjerarca.
Para la liberacionista Kattia Rivera, lo que Fischel alegó no es cierto y cuestionó el trabajo del CSE. Incluso mencionó que en las actas no hay argumentos de los miembros cuando se analizan diferentes temas.
“Quisiera ver dónde están los argumentos de ustedes. Cuando yo las leo, dicen ‘qué bonito’, etcétera, pero no hay argumentos. Con una ruta de la educación que dice la ministra que ya cumplió un cuarto de la misma (sic) que está en su cabeza, ¿ustedes la tienen? ¿Qué han argumentado sobre esa ruta? No hay argumentos de fondo, esa es la mayor preocupación que me da”, aseveró Rivera.
La ministra de Educación, Anna Katharina Muller, defendió el hecho de que no existan minutas de las comisiones, alegando que se retrasaría el trabajo del Consejo si las realizaran.
“Nosotros trabajamos muchísimo, tenemos formas de trabajo en línea. No se hace una minuta de las comisiones, si tuviéramos que hacer eso, no podríamos producir. Las actas son de 5 o 6 horas y por eso se demoran tanto”, dijo Muller.
La jerarca también mencionó la metodología de trabajo con la que realizan las pruebas nacionales estandarizadas, así como las decisiones sobre lectoescritura, al exigir que los menores de primer grado de primaria sepan leer para poder pasar de año. También explicó que los docentes son parte de las prioridades del Ministerio y que actualmente buscan darles apoyo para que sus labores mejoren.
Por último, Muller afirmó que el IX informe del Estado de la Educación utiliza datos del 2022, por lo que no es un diagnóstico de su labor.
“Ese informe valida nuestra preocupación, pero no evalúa el 2023. En ningún momento se acercaron a nosotros para saber qué se estaba implementando y qué se estaba cambiando. El Estado de la Educación refleja una situación que es una realidad, pero no la de hoy día”, concluyó la ministra. Esto último fue refutado en días anteriores por el propio Estado de la Educación.