Escoger carrera puede resultar fácil para quienes desde sus primeros años tienen claros sus intereses o habilidades o para los que maduraron un proyecto en sus años de colegio. ¿Pero qué pasa con aquellos que no tienen sus ideas tan definidas o temen que su carrera esté saturada o tenga poco mercado laboral?
Miles de jóvenes que en 2023 cursarán su último año de colegio pueden enfrentarse con esas realidades. Los tres primeros promedios del examen de admisión a la Universidad de Costa Rica (UCR) hacen recomendaciones para tomar esa decisión y no tener miedo a descubrir en el futuro que no era la correcta y cambiar de rumbo.
Los sueños de estos jóvenes se enrumban hacia la Psicolingüística, la Medicina y la investigación científica a través de la Microbiología, respectivamente. Aseguran que la decisión es una combinación entre el conocimiento de sí mismos y el campo que les apasiona, pero también de investigar lo que ofrecen las universidades.
“Yo siempre supe que quería ser una científica que hacía investigaciones, pero no tenía la idea de qué estudiar. Ya cuando me puse a investigar, vi que se podían estudiar varias carreras y que Microbiología era una. Si yo no me pongo a investigar, seguiría pensando que los microbiólogos solo están en laboratorios clínicos y hospitales”, ejemplifica Themis Navarrete Cruz, quien obtuvo el tercer promedio de admisión.
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Descartar e investigar
Themis y María Isabel Granados Leiva –el segundo promedio–, hicieron la misma dinámica cuando comenzaron su proceso. Ellas descartaron las carreras que definitivamente no les interesaba y luego revisaron las que más curiosidad les generaban. l
Por supuesto, siempre estuvieron expuestas a la gente a su alrededor que las empujan a seguir, sobre todo, carreras de ciencias o ingenierías porque ahí es donde está “el futuro” o el mayor mercado laboral.
Ernesto Castro lo vivió, incluso con desconocidos que le decían que no estudiara para especializarse en Psicolingüística.
“Gente que no me conoce me ha escrito al teléfono diciendo que me voy a desperdiciar si no estudio Ingeniería. ¿Por qué? ¿Por plata? Una persona buena en su campo le va a ir bien. La gente no puede decidir por nadie. La decisión es de uno”, subraya.
Su consejo es “no escuchen a nadie, solo para pedir consejos, pero que no tomen la decisión por usted”.
María Isabel también lo vivió, pero al contrario.
“Había gente que me decía que Medicina es una carrera muy difícil, de muchos años y que lo pensara bien. Me decían que por qué no probaba con una ingeniería que tal vez tenía más mercado laboral; me hablaban de las mujeres en STEM (Ciencia, Tecnología y Matemáticas, por sus siglas en inglés) pero siento que, aunque la Ingeniería me gusta, no me apasiona, la Medicina sí”, expresa con determinación.
Themis asegura que ella mantiene su mente abierta, sí quiere investigar, pero también sabe que una vez en la carrera, podría gustarle un área más clínica y quedarse ahí.
“Muchas veces llegás a la carrera y descubrís cosas nuevas y vas cambiando rumbo”, reflexiona.
María Isabel dice que en estos dos últimos años se enfocó más a pensar en qué iba a estudiar, porque sí le repitieron mucho que no dejara la decisión para el último momento. Ella pasó por varias ingenierías y habló con una profesora de la UCR.
“El consejo fue bueno. Uno no debería decidirse de carrera ya en el último cuando ya tiene la hoja en frente”, manifiesta.
Sin embargo, no está segura de que sea la opción definitiva.
“Medicina me gusta. Pero puede que sí sea la opción definitiva, puede que no. Hay algo que no nos dicen, y es que estamos muy jóvenes y no siempre estamos preparados para esa decisión. No tiene por qué frustrarnos el no saber, sí investigar, pero no creer que es lo único”, destaca.
La joven destaca que quienes deben tomar esta decisión no deben esperar a estar 100% seguros, porque tal vez nunca esa sensación nunca llegue.
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De cara al examen
Quienes desean optar por una de las universidades públicas más grandes (UCR, Universidad Nacional, (UNA) o Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec)) también deben hacer un examen de admisión y, en los casos de algunas carreras, realizar pruebas específicas. Esto puede despertar nervios y es normal.
“En mi caso, me repetí que una nota no me define, que si me iba mal esto no me definía como persona y que otras oportunidades iban a llegar después. Siempre hay más opciones si no te va tan bien como hubieras querido, porque la nota no te define”, insiste Themis.
Pensar así le quitó presión al examen. Sin embargo, ya tenía pensado un plan B si no le iba bien, y era dedicar más tiempo durante de un año, a acciones de voluntariado o perfeccionar su inglés.
María Isabel, por su parte, recordó a un profesor que le decía que la mejor forma de prepararse para algo importante es con práctica “no en vano a uno le dicen que practique para este examen de admisión”, dice.
Su profesor de español, cuenta, un día les llenó el chat de WhatsApp como con 30 prácticas. Al principio, le comenzó a ir mal y ella veía que los resultados estaban con puntajes muy bajos. A fuerza de hacer más prácticas y ver sus errores fue mejorando... al punto de llegar a ser el segundo mejor promedio de admisión a la UCR.
El examen no era la única presión, todos ellos debían pasar el colegio. En su caso, el Científico de Pérez Zeledón, le demandaba mucho tiempo.
Para Ernesto, el nerviosismo puede “matar” a muchas personas en un examen. Él ha visto a personas romper la hoja de un examen de todo lo que borran o lo fuerte que escriben en medio de la ansiedad. No todos lo manejan de la misma forma, pero sí tiene un consejo que puede servir.
“Por ley tienen que dejarte ir al baño. Si la ansiedad es mucha, pida ese permiso, aunque no tenga ganas de orinar. Lávese la cara, lávese las manos, véase al espejo y se devuelve. Solo ese espacio te va a ayudar a entrar con una energía nueva y más calma al examen”, recomienda.
Otros puntos importantes
En este año no solo es la escogencia de carrera o los exámenes de admisión. También hay otras cosas que los muchachos deben tomar en cuenta.
Una parte importante, asegura Themis, es estar pendiente de las fechas de cada universidad a la que desean ingresar. Esta egresada del Colegio El Rosario comentó que, por ejemplo, no todas las casas de estudio tienen las mismas fechas de inscripción ni los mismos requisitos, por lo que si los estudiantes no están bien informados podrían perderse de matricularse en la carrera que eligieron.