La directora del Colegio Técnico Profesional de Turrubares, en San José, Olga Espinoza, “pellizcaba” del presupuesto que el MEP le asigna para almuerzos, con la finalidad de darles desayuno a 30 alumnos de bajos recursos.
Ellos salían de su casa temprano, algunos a las 4 a. m., para llegar al colegio a las 7 a. m.
Según cuenta, el darles desayuno hizo que estos jóvenes elevaran su rendimiento académico debido a que muchos madrugaban y su única comida, después de despertarse, era esa comida. Sin embargo, debido a los precios del CNP, ahora solo le alcanza para dar ese alimento a 10 jóvenes.
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"Vemos que los productos están muy caros, hay que promediar bien el presupuesto. Además de todo, las facturas las traen meses después, entonces uno no sabe cuánto debe. Con el anterior proveedor, conocía si podía aumentar la carne o las frutas, pero ahora uno no sabe cuánto debe y los precios son mas caros", dijo Espinoza.
La población del liceo es de 230 alumnos y el presupuesto para el comedor es de ¢1.2 millones. Fue a partir del curso lectivo 2017, que firmaron el contrato con el Consejo.
La semana anterior, los padres de familia de este centro educativo se manifestaron contra el servicio del CNP.
Espinoza aseguró el Consejo no les entregó en varias ocasiones los alimentos. Entonces, eran los mismos docentes los que colaboraban llevando una bolsa de arroz, frijoles y demás abarrotes.
"La manifestación se originó porque los papás le preguntaban a los alumnos que qué almorzaron, ellos decían que solo arroz y frijoles porque el CNP no había llegado. En ocasiones, nos llegan las verduras, pero no los abarrotes. Hemos pagado cosas que no nos han llegado, los proveedores se comprometen a traerlo después y no lo hacen. Además, uno pide pollo y el proveedor nos dice que no lo trajo y que se quede con el cerdo. ¿Cómo vamos a permitir que un proveedor nos dé el menú?", explicó la funcionaria.
Debido a las "inconsistencias", es que el centro educativo solicitó a la Contraloría General de la República (CGR) cambiar de proveedor, aduciendo, entre otras cosas, que el CNP les distribuye las carnes de forma congelada cada ocho días. Esta situación no permite verificar la calidad de las carnes recibidas porque el comedor institucional no cuenta con cámaras frías ni con un congelador grande para almacenarlas.
El pasado 3 de mayo, la Contraloría les denegó la petición al aducir que los entes públicos se encuentran en la obligación de realizar las compras de los bienes que distribuye el Consejo Nacional de la Producción (CNP) y que toda gestión, ante la CGR, proveniente de las Juntas de Educación relativas a la adquisición de alimentos para los comedores escolares, requiere de esa coordinación previa con el Ministerio de Educación Pública (MEP).
El MEP manifestó que todas las quejas son remitidas al CNP, el cual "activa sus dispositivos internos de mejora" y que la mayoría de las situaciones se solucionan a ese nivel.
Al día siguiente de la manifestación de los padres de familia del CTP de Turrubares, el proveedor llegó al centro educativo con toda la comida.
Aquí puede ver los precios que ofrece el CNP con respecto a otros establecimientos