Dos rectores libran un pulso para cambiar la vieja fórmula que se utiliza, desde hace 38 años, para distribuir los dineros del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) entre las universidades públicas.
Se trata de los jerarcas del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec), Luis Paulino Méndez; y de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Rodrigo Arias, quienes consideran que los criterios de asignación de recursos deben ser actualizados.
En 1981, una reforma al artículo 85 de la Constitución Política definió que para el quinquenio 1981-1985 la Universidad de Costa Rica (UCR) recibiría el mayor porcentaje de dinero del FEES (59%), y que la UNED sería la que percibiría menos (6%).
Mientras tanto, al Tec se le asignó un 11,5% y a la Universidad Nacional (UNA), un 23,5%.
La distribución se basó en el presupuesto que cada universidad tenía en aquel momento. Desde entonces, esos porcentajes se mantienen con cambios mínimos.
Sin embargo, Méndez, y Arias consideran que esa realidad debe cambiar y que los porcentajes deben ajustarse con base en indicadores. Su propuesta ya llegó a la mesa del Consejo Nacional de Rectores (Conare).
Para el presente año, el FEES alcanzó los ¢501.000 millones. Cerca del 80% de ese dinero se gasta en salarios.
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En el caso del Tec, Méndez hizo la propuesta a pesar de que en junio, el anterior rector, Julio Calvo había dicho a los diputados que algo como eso era “inviable”.
“La distribución inicial que se hizo se debe revisar. No es un tema sencillo ya que los presupuestos de cada universidad están asignados a distintas actividades. Como el FEES es único, a la hora de darle más al Tec y a la UNED habría que reducir a otros, eso es lo que complica", indicó Méndez.
"Con más recurso podríamos aportarle más a la sociedad, al modelo que hemos desarrollado. Con esto de la industria 4.0 aparecen nuevas opciones académicas”, aseveró.
El Tec cuenta con 11.000 alumnos. Su rector alega que la institución requiere más recursos para aumentar los cupos y tener presencia en más regiones, con carreras de ingenierías.
De los 17.203 jóvenes que realizaron el examen de admisión para ingresar a esa casa de enseñanza en el 2020, 7.851 quedaron elegibles para optar por una carrera. Sin embargo, la universidad solo tenía cupo para admitir a 1.965 alumnos.
Según el último informe del Estado de la Educación, el Tec es la única universidad que concentra su oferta en carreras STEM (acrónimo en Inglés para Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que son las especialidades que más urgen las empresas del país. El resto son multiáreas.
Por su parte, Rodrigo Arias, rector de la UNED, sostuvo que la realidad en su universidad ahora es muy diferente a la de 1981 pues, según indicó, en aquella época era un centro pequeño y que cuenta con cerca de 23.000 alumnos.
“Tenemos que evolucionar a una redistribución de recursos con base en indicadores, como, por ejemplo, la cantidad de alumnos, condiciones socioeconómicas de los estudiantes, graduados, proyectos de investigación, mercado laboral", manifestó Arias.
"Tendremos que entrar a una nueva fórmula, hablar ahora en Conare. Para el próximo año, vamos a insistir en distribuir los recursos con base en indicadores. Tendremos que llegar a un acuerdo, variar los porcentajes históricos que se mantuvieron”, insistió el jerarca.
Según Arias, necesitan más dinero para aumentar la cobertura en las regiones y seguir creciendo en proyectos de investigación.
Redistribución
Sobre la propuesta de los rectores del Tec y UNED, su homólogo de la UCR, Henning Jensen, se limitó a decir que una eventual redistribución del FEES “debe acontecer en dependencia de definición de objetivos, planes, programas y proyectos”.
“En ese tema trabaja, en la actualidad, Conare, al unísono con la formulación de Planes (Plan Nacional de Educación Superior) del nuevo quinquenio”, manifestó.
La Academia de Centroamérica criticó en su estudio ¿Qué produce y cuánto cuesta la educación universitaria estatal en Costa Rica? que de 1986 y hasta la fecha, la distribución del Fondo se ha fundamentado básicamente en acuerdos entre el Ministerio de Hacienda y las universidades.
“Se concluye que la distribución del FEES por universidad se ha basado más en acuerdos y negociaciones entre las partes involucradas que en criterios técnicos objetivos. Dichos acuerdos al final se traducen en porcentajes de distribución que reflejan el patrón histórico observado.
”Los intentos que en su oportunidad se dieron para introducir elementos de eficiencia, calidad, incentivos para la generación de ingresos propios, evaluación e impacto de los programas, costos por estudiante y por carrera, no llegaron a consolidarse”, explicó la Academia en su estudio.
El presupuesto del FEES pasó de ¢46.426 millones, en 2001, a ¢501.154 millones, en 2019. El dinero del Fondo proviene de recursos del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Ante consultas hechas por este medio con motivo de una publicación realizada en agosto del 2018, el MEP señaló que el Gobierno no puede modificar de ninguna forma los porcentajes en los que está distribuido el Fondo.
“La modificación correspondería a un acuerdo interuniversidades. El MEP no puede imponer cambios en la distribución del FEES debido al principio de autonomía universitaria”, dijo el Ministerio en ese entonces.