Los alumnos pobres de escuelas y colegios públicos comenzarán lecciones este lunes, sin tener una solución inmediata a sus problemas de carencia de Internet en sus hogares.
Las computadoras con conexión que la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) entregaría a 215.000 estudiantes a comienzos de este curso lectivo 2021, ahora estarán hasta mediados de año.
Así lo dio a conocer la ministra de Educación Pública, Guiselle Cruz, a los diputados durante su interpelación en la Asamblea Legislativa.
“Sutel nos informó en un oficio el día 5 de enero de los retrasos en los términos de la entrega de las computadoras, debido a atrasos en el cartel, a observaciones que hizo la Contraloría General de la República (CGR), en el fideicomiso y también por otra observación del órgano contralor porque el cartel no se incluyó en el Sistema de Compras Públicas (Sicop)”, afirmó la jerarca.
Ante ese escenario, el diputado Wagner Jiménez pide al Gobierno convocar de urgencia su proyecto de ley para crear el “bono de conectividad”, con el fin de que se conozca durante el periodo de sesiones extraordinarias, cuando el Ejecutivo establece la agenda.
Esta iniciativa aseguraría conexión a Internet a los hogares de niños y adolescentes en pobreza, que son unos 325.000, según datos del MEP. También beneficiaria a maestros que imparten lecciones en zonas vulnerables.
Dicho proyecto surgió ante un planteamiento que hizo el Programa Estado de la Nación (PEN) ante el crecimiento de la brecha educativa, producto de la suspensión de clases presenciales por la pandemia del nuevo coronavirus.
Más de medio millón de estudiantes recibieron lecciones con fotocopias y por WhatsApp, al carecer de computadora o Internet. Los padres de estos menores tenían que costear recargas para que sus hijos pudieran comunicarse con sus profesores y evacuar dudas.
“Esta idea nace desde un estudio técnico efectuado por el Estado de la Nación, que planteó la necesidad de atender a las poblaciones vulnerables y facilitarles un subsidio a los estudiantes y educadores para realizar las descargas.
“Muchas familias pobres usan planes prepago, pero desgraciadamente la descarga de materiales educativos no se puede completar porque el saldo no alcanza y se les corta el acceso a Internet”, afirmó el diputado del Partido Liberación Nacional (PLN).
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El PEN consideró urgente asegurar conexión a esos alumnos de escasos recursos y de zonas rurales, cuya brecha educativa se ensanchó aún más con la pandemia.
No obstante, el proyecto de ley ha avanzado muy poco desde su presentación, en julio pasado.
“He solicitado que se convoque el proyecto a sesiones extraordinarias para poder terminar de discutirlo en la Comisión de Ciencia, Tecnología y Educación.
“Yo coincido con la importancia que tiene la Red del Bicentenario que impulsa el Gobierno de Carlos Alvarado, para llevar Internet a las escuelas, pero por lo pronto necesitamos que los niños más pobres al menos puedan conectar Internet en sus casas o recargar sus teléfonos celulares para descargar el material educativo”, afirmó Jiménez.
De acuerdo con el órgano contralor, a junio de 2020, el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) tenía más de ¢198.000 millones en activos líquidos que la Sutel no había ejecutado en programas para reducir la brecha digital.
La Nación consultó el pasado martes al Ministerio de Educación Pública (MEP) los motivos para no apoyar dicha iniciativa de ley, sin embargo al momento de publicación no se tenía respuesta.
En el modelo que se implementará a comienzos del curso lectivo 2021, padres, madres o encargados deciden si envían a los estudiantes a las aulas o si siguen con educación a distancia, como el año anterior.
Además, quienes asistan a las aulas cumplirán una cuota de lecciones en sus centros educativos y otra cuota de tareas a la distancia. La idea es que en las aulas los estudiantes evacúen dudas con sus profesores y en sus casas estudien de forma autónoma.
Este lunes 8 de febrero entran a clases los quintos y sextos, en primaria, así como los décimos, undécimos y duodécimos, en secundaria.
En las semanas del 15 y del 22 de febrero regresarán a las aulas el resto de estudiantes de otros niveles.
El 26 de febrero, ya todos los alumnos deben haber asistido a clases presenciales, aunque los padres de familia podrán abstenerse de enviar a sus hijos a la presencialidad, ya sea por factores de riesgo o porque conviven con quienes enfrentan peligros críticos ante la covid-19.
“De esa manera el bono conectividad continúa siendo una alternativa, una opción vigente para darle igualdad de oportunidades a los estudiantes que están desconectados, que hoy son 325.000 niños y jóvenes en todo el país”, afirmó el congresista.