Pablo Mena, exdirector de la oficina del Ministerio de Educación Pública (MEP) a cargo de las pruebas FARO, se abstuvo este jueves de declarar ante la comisión legislativa de Control de Ingreso y Gasto Público, sobre la aplicación de un polémico cuestionario que solicitó datos personales a 70.000 escolares de quinto grado.
Mena renunció, el pasado sábado, como encargado de la oficina de Gestión de Evaluación y Calidad del MEP, en medio de fuertes críticas de padres de familia y docentes por la extensa duración y el contenido de dicha consulta. El exfuncionario alegó ante los diputados que no podía referirse al tema porque se va abrir un proceso disciplinario en el Ministerio.
Además, manifestó que hay procedimientos judiciales y administrativos abiertos por la aplicación del cuestionario sobre Factores Asociados como parte de las pruebas Fortalecimiento de Aprendizajes para la Renovación de Oportunidades (FARO).
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“Se demandó penalmente a autoridades del MEP por violación de la ley que protege datos personales; en todas estas publicaciones figura mi nombre. Se indica que la agrupación Mujeres en Lucha Social, presentó una demanda penal cuyo motivo principal es el cuestionario de Factores Asociados y la ANEP (Asociación Nacional de Empleados Públicos) presentó una denuncia penal en contra de varias personas, y mi persona”, argumentó.
El exdirector indicó que por esa razón, y amparado en el artículo 36 de la Constitución Política, decidió abstenerse de emitir cualquier criterio, opinión y respuesta sobre el asunto ante este foro legislativo. “Será en las instancias respectivas en las que me referiré al tema de conformidad con las reglas que dicta el debido proceso”, manifestó.
Los diputados formualaron preguntas y comentarios, pero Mena se mantuvo firme en su posición.
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La polémica por la aplicación de dicho cuestionario hizo que Giselle Cruz renunciara a su cargo como ministra de Educación la noche de este domingo. También dimitió Melania Brenes, ese mismo día. Según el MEP, el cuestionario de Factores Asociados pretendía identificar variables socioeconómicos que podrían incidir en el rendimiento de los estudiantes.
¿Qué se preguntó en el cuestionario?
El viernes anterior, se les aplicó a los alumnos de quinto grado un cuestionario de Factores Asociados con 93 preguntas y 621 ítems. Padres de familia y docentes denunciaron que los estudiantes estuvieron sentados desde las 9 a. m. hasta las 2 p. m., con mascarilla y sin comer, contestando las preguntas.
Algunas de las preguntas tenían que ver con información sensible de los menores, lo cual es contrario a lo establecido en la Ley de Protección de la Persona Frente al Tratamiento de sus Datos Personales, vigente desde el 5 de setiembre del 2011. Este folleto tenía 36 preguntas, con varios ítems por rellenar sobre contexto educativo e información socioeconómica.
Entre otros, a los niños se les preguntó si las paredes de sus casas eran de block o ladrillos, de cemento en la base y madera arriba, prefabricadas; si el piso era de mosaico, cerámica, terrazo, cemento o madera. También se les consultó si la casa tenía Internet, telefonía fija o móvil, electricidad, empleada doméstica, televisión por cable, agua, calle pavimentada, recolección de basura y servicio de bus.
También se solicitó información sobre los bienes de la familia: moto, carro, computadoras, lavadora, cocina de gas o eléctrica, agua caliente, horno de microondas, radio o equipo de sonido. Además, los menores debían detallar cuántos cuartos tenía la vivienda y cuántas personas vivían en ella.
Vea los cuatro cuestionarios completos en este enlace.
Por otra parte, ese vienes también se aplicaron tres folletos separados, de Matemáticas, Ciencias y Español, en los que se les preguntaba a los escolares sobre cómo impartía el docente la clase, qué recursos tecnológicos utilizaba, si los motivaba, si le gustaba la materia y cómo la estudiaban, entre otros.