Nuevas críticas y cuestionamientos en torno a las pruebas nacionales estandarizadas que comenzó a implementar el Ministerio de Educación Pública (MEP) se dieron a conocer este jueves.
Ahora, las preocupaciones provienen de la Comisión Interinstitucional de Estándares de Calidad para Pruebas Estandarizadas de Alto impacto en el Contexto Académico y Profesional Costarricense, y el Colectivo Mujeres por Costa Rica, quienes mediante un documento firmando conjuntamente advierten de “serios problemas de validez y de equidad” en estas evaluaciones, las cuales comenzaron a aplicarse este mes a alumnos de último año de escuela y colegios.
Para los estudiosos, los exámenes “pueden provocar consecuencias negativas en el proceso educativo estudiantil y en la toma de decisiones con respecto al sistema educativo costarricense”.
Entre los argumentos de los expertos están la ausencia de una tabla de especificaciones para que las personas examinadas puedan ejercer su legítimo derecho de conocer en qué y cómo van a ser evaluadas; también señalan la escasa cantidad de ítems que se están empleando, por asignatura, para evaluar a cada estudiantes.
De acuerdo con el MEP, las pruebas son de 30 preguntas, 7 ítems por cada materia evaluada.
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Los alumnos de sexto, tanto de centros públicos como privados, iniciaron las evaluaciones el pasado 17 de abril, mientras que el 24 correspondió a los estudiantes de 11° y 12 °, de colegios académicos y técnicos, respectivamente.
‘Discriminación’
Otra de las críticas que aparecen en el documento es por lo que califican como “discriminación de facto”, la cual, consideran, se producte al existir dos formatos de aplicación, uno digital y otro en papel. De acuerdo con el Ministerio, el 70% de los centros ejecutan el diagnóstico de forma online frente a un 30% que lo ejerce offline, pues no posee equipos ni conectividad.
A raíz de esto, los académicos solicitan a las autoridades del MEP que reconsideren el planteamiento de las pruebas nacionales “sobre todo con miras a la aplicación sumativa, la cual será considerada para la promoción del año en las personas examinadas”.
Se refieren así a la segunda prueba de este años que se realizará en octubre, para escolares, y en noviembre, para colegiales, la cual sí pesará en un 40% para la nota final, que determinará si se gradúan de primaria o secundaria. Los exámenes de abril no contarán para la calificación, sino que son considerados diagnósticos.
El documento fue suscrito por 21 personas. Entre los firmantes por parte de la Comisión Interinstitucional están Graciela Ordóñez, máster académica en Evaluación Educativa; María Julieta Solórzano y Diana Arce, ambas doctoras en Ciencias de la Educación y másteres en Evaluación Educativa; María del Rocío Ramírez, analista curricular y Vanessa Smith, psicóloga del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica, y siete firmas más.
Mientras que algunas de los representantes del colectivo Mujeres por Costa Rica son Susan Francis, Yamileth Gonzaléz, Lupita Chaves y Eiliana Montero. Hay cinco firmantes más.
La llamada de atención de esas organizaciones se suma a las planteadas por académicos de la Universidad Nacional e incluso de asesores internos del MEP.
Las pruebas nacionales estandarizadas están incluidas en la llamada Ruta de la Educación, el plan presentado el 2 de febrero por la ministra Anna Katharina Müller, iniciativa que también ha recibido fuertes críticas por la ausencia de un documento que explica su metodología, metas, cronogramas y financiamiento.