El Poder Ejecutivo cerró finalmente, este martes, el Fondo Nacional de Becas (Fonabe), cuyas funciones fueron asumidas casi totalmente por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) desde mediados del año pasado.
La firma de la ley 9.903, que permite el cierre de ese ente adscrito al Ministerio de Educación Pública (MEP), ocurre 17 meses después de que el gobierno presentara el proyecto de ley ante la Asamblea Legislativa.
Dicha propuesta fue aprobada en segundo debate el pasado 15 de setiembre en el Congreso.
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Según Presidencia, el cierre de esa oficina permitirá un ahorro de unos ¢1.000 millones, que antes se destinaban para sostener esa oficina con mínimas tareas.
Así, las funciones que antes ejecutaba Fonabe, las absorberá por completo el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
Desde mediados del año anterior, el Instituto administra las 211.000 becas que ofrecía Fonabe en ese entonces a estudiantes de escasos recursos.
Todo este tiempo, el Fondo mantuvo la asignación de otras 4.000 ayudas económicas para universitarios.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, afirmó que la reforma ocurre para agilizar el proceso de otorgamiento y entrega de becas, así como para ahorrar recursos públicos.
“La aprobación de esta ley es la culminación de un proceso alrededor del cierre de Fonabe que ha demostrado ser altamente beneficioso para el país, no solo en la eficiencia en el otorgamiento de las becas a los estudiantes, sino en ahorros significativos”, afirmó Alvarado.
Según declaró el mandatario, el cierre de dicha burocracia “es una muestra inequívoca de la voluntad de este gobierno para continuar en la reforma de las instituciones, a fin de que sirvan mejor al pueblo, reduzcan costos y sean más eficientes”.
Las declaraciones trascienden en momentos en que diversos sectores piden al gobierno fusionar o cerrar instituciones, así como vender activos para enfrentar la crisis fiscal, acelerada por los efectos económicos de la pandemia.
Ese tipo de acciones, según algunos grupos empresariales y actores políticos, deben contemplarse en la propuesta que llevará Costa Rica al Fondo Monetario Internacional (FMI), en la búsqueda de asistencia financiera frente a la crisis.
“En el pasado se ha pregonado muchísimo la eficiencia del Estado, pero en las últimas décadas se han multiplicado las instituciones. Entonces por un lado se dice que se debe ser más eficiente, pero por otro lado en el pasado se crearon más y más instituciones. Aquí estamos haciendo lo contrario, en un trabajo que fue difícil”, aseveró el mandatario.
Continuidad en los servicios
Los cambios implementados desde julio del año pasado, cuando el IMAS absorbió parte de las funciones, pretenden darle un mejor seguimiento a la niñez costarricense en estado de pobreza o vulnerabilidad.
Según reconoció el gobierno al anunciar el cierre de Fonabe, muchos estudiantes y sus familias perdían la ayuda económica al pasar de la escuela al colegio, pues en primaria las becas las otorgaba Fonabe y en la secundaria el IMAS.
En ese paso, dijo el mandatario, niños y adolescentes se quedaban sin la ayuda para estudiar.
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Ahora, se promete un seguimiento integral para los menores en pobreza desde su nacimiento hasta que finalicen la secundaria con Red de Cuido, seguido por Crecemos (becas para primaria) y Avancemos (becas para colegio).
“En los últimos años, el IMAS ha demostrado que la administración eficiente de los beneficios es viable y urgente para generar ahorros que permitieran ampliar la cobertura, aumentando también la calidad de la atención”, aseveró Juan Luis Bermúdez, presidente ejecutivo del IMAS.
Fonabe se creó como un órgano adscrito al Ministerio de Educación Pública (MEP) en 1997.
Desde entonces, se encargó de la asignación de becas a niños en situación de pobreza en edad preescolar y escolar, principalmente, así como a universitarios que requieren apoyo para continuar con sus estudios.
No obstante, enfrentó muchos cuestionamientos por la dificultad de los trámites, las esperas por la ayuda y la falta de regionalización.