Texto original publicado por La Nación el 6 de mayo de 1971.
“Los ingenieros pegan ladrillos y pegando ladrillos no se mantiene mujer”; cantaron los estudiantes de la Facultad de Derecho al pasar frente a la Facultad de Ingeniería y una lluvia de agua, cal y arena, cayó sobre sus cabezas.
Los estudiantes de Derecho celebraron ayer la tradicional “pasada”.
Al cumplirse el onceavo aniversario del traslado de la Facultad de Derecho desde la antigua Universidad, en barrio González Lahmann, a la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, los alumnos de esa escuela efectuaron el acostumbrado desfile burlesco.
Al sonido de bombetas partieron del edificio antiguo, iban cantando y bailando. Una improvisada orquesta de pueblo amenizó el recorrido con música alegre, y en la carroza algunos jóvenes simbolizaron una crítica a la pena de muerte contra los secuestradores.
La fiesta de la “pasada” no contó este año con la presencia del señor Rector, quien convalece de un accidente y por tanto no subió a los carretones que todos los años los aprendices de jurista contratan para su juerga y gritería.
Lo más descollante del desfile resultó ser el choque, tradicional también, entre los alumnos cumpleañeros y los de Ingeniería, quienes esperaron la comparsa a la altura de su edificio, y a su paso dejaron caer recipientes con agua, bolsas con cal, tierra y otras cosas.
La reacción de los fogosos manifestantes no se hizo esperar y entre ambos bandos se desató una guerra de piedras que produjo serias bajas en los ventanales de la Facultad de Ingeniería.
Los decanos de las dos escuelas, esquivando las pedradas certeras que volaban, mediaron para devolver la calma y la alegría a la fiesta, pero la cosa se tornó difícil y el decano de Derecho, licenciado Carlos José Gutiérrez solo ganó una bañada gratuita de agua, cal y tierra.
Al final, los muchachos de Derecho dijeron que disfrutaron mucho el aniversario de su incorporación a la Ciudad Universitaria.
El conflicto con los compañeros de Ingeniería llegó a tener ribetes de peligroso, porque ante la reacción de los juristas, los ingenieros en ciernes buscaron también proyectiles más contundentes y el cielo se llenó de ellos, lo que puso en riesgo la seguridad de la gran masa de jóvenes que integraban ambos bandos; pero todo terminó por resolverse “sin más consecuencias” que tres ventanales quebrados.
En el transcurso del baile que se organizó al final, no faltó algún estudiante de Derecho que entonara la canción discordante: “los ingenieros pegan ladrillos y pegando ladrillos no se mantiene mujer”, pero los de Ingeniería se abstuvieron de encender la mecha de otro conflicto.
En otras noticias:
Dos golpeados en accidente de aviación en La Cuesta
Los señores Ricardo Díaz y Neftalí Sequeira, pasajeros de la avioneta TI-32 de Aerovías de El Valle, resultaron golpeados al estrellarse esa nave contra el fondo del campo aéreo en La Cuesta, frontera sur, según informaron las autoridades.
Agregaron que el accidente se produjo a las 6:40 a. m. cuando la avioneta aterrizaba en esa pequeña pista.
No se sabe por qué causa el piloto señor Norman Sequeira no pudo posarla en tierra en el punto preciso. Esto provocó que la avioneta no sólo recorriera todo el campo aéreo sino que se estrellara al fondo.
Murió en una ‘vendetta’ el mayor enemigo de la mafia
Un comando de pistoleros asesinó ayer en una emboscada al fiscal de Palermo y “enemigo público número uno de la mafia” cuando abandonaba el cementerio en que diariamente visitaba la tumba de su esposa.
El asesinato de Pietro Scaglione, el más alto funcionario ultimado desde las sangrientas venganzas políticas que siguieron a la segunda guerra mundial, tuvo inmediatas repercusiones en todo el país.
Las autoridades declararon no tener idea de quiénes ultimaron a Scaglione y su chofer, heridos de muerte cuando los homicidas abrieron fuego desde otro automóvil a unos 100 metros del cementerio.